También elecciones en el episcopado norteamericano con óptimo resultado

También elecciones en el episcopado norteamericano con óptimo resultado

Cardinal DiNardo

 

 

 

 

 

 

Si las políticas fueron buenas, mucho más por la derrota de la bruja Hilaria que por la victoria de Trump, las episcopales no han podido ser mejores.

Así nos las refiere un habitual lector y comentarista a quien mucho le agradezco su información.

«La Conferencia Episcopal americana ya tiene presidente y vicepresidente. Serán los que yo le dije en su día que se daban por favoritos, es decir, el cardenal Di Nardo para presidente, y Horacio Gómez para vicepresidente (con lo que se convierte en favorito para suceder a Di Nardo en 2019).

No es la única buena noticia. Monseñor Robert Barron ha sido elegido presidente del comité de Catequesis, con lo que ganará puntos a la hora de que se le proponga para obispo de alguna diócesis (Dios quiera que sea muy pronto). Y  El «progre» Robert McElroy (discípulo del nefasto arzobispo Quinn) ha perdido por goleada la elección a presidente del comité «Justicia y Paz».
Y lo que me ha dejado de piedra es el discurso del nuncio, aquí:  http://www.usccb.org/about/leadership/usccb-general-assembly/2016-november-meeting/usccb-general-assembly-november-2016-address-of-the-apostolic-nuncio.cfm. No tanto por lo que dice (habla largo y tendido sobre la evangelización de los jóvenes, relacionándolo con el próximo Sínodo, cosa que no tiene nada de particular). Cuanto porque ¡no dice nada sobre lo ocurrido en las recientes elecciones presidenciales, fuera de una breve observación sobre lo fea que ha sido la campaña! Yo me esperaba (y me figuro que Ud. también) que les daría instrucciones del Papa sobre cómo actuar en relación con Trump, pero ¡nada de nada! Es como si en Roma no supieran qué hacer al respecto.
En resumen: si esta reunión de la USSCB ha sido un «referéndum sobre el Papa», como querían ciertos periodistas religiosos yankis, el resultado ha sido, eso creo, una eclesial peineta a Su Santidad (que encima va pocos días después de otra, pues el voto católico, sobre todo el «practicante», fue sobre todo para Trump). Más o menos como cuando aquí, en 1993, eligieron al Yanero y a Sebastián para presidente y vicepresidente».
Lo cuenta tan bien que no es necesario añadir nada. Di Nardo y Gómez. Óptimos.

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