
En una entrada anterior recientísima sobre la contestación a la Amoris Laetitia daba cuenta del numerosísimo eco, verdaderamente impresionante, que ha tenido la filial corrección al Papa de unos católicos, eclesiásticos y seglares, a la vez perplejos y preocupados con Francisco.
No me he dedicado a buscar con lupa reacciones sino simplemente he recogido aquellas con las que me he encontrado. Que son muchísimas. Y supongo que incorporaré más en las próximas horas. Que el Papa responda o no a la corrección es cosa suya. Como a los dubia de los cuatro cardenales que estaban en la misma línea. El Santo Padre, que tonto precisamente no es, se habrá dado cuenta de que ese aluvión de críticas, o, mejor dicho, de recogida mediática de las críticas, no contribuye en nada al prestigio del Pontificado ni de su persona. Porque eso lo han leído ya muchísimos católicos, compartiéndolo o no, entre los católicos que leen.
Y lo peor para el Santo Padre, en mi pobre opinión, es que sus «amigos» han sido incapaces de desautorizar los argumentos expuestos con otros contrarios. Se han limitado, por parte de algunas insignificancias, a recurrir a insultos ad hominem que hoy desacreditan totalmente y no suponen el menor respaldo intelectual.
Cabe, yo no lo pienso pero cabe, desarbolar intelectual y teológicamente las correcciones al primer, cardenalicio, y al segundo embate. Pero nadie se ha atrevido salvo necias invocaciones a la papolatría que son impresentables eclesial e intelectualmente. Y eso lo sabe de sobra Su Santidad.
Pues esa, Santo Padre, es la pelota que tiene sobre su tejado. Y supongo que con conciencia por su parte de que las correcciones no van a desaparecer por su silencio. Una parte importante de su Iglesia, de nuestra Iglesia, de la Iglesia católica, está alborotada. Otra, mucho más masiva, silente. Pero con un silencio no poco expresivo. Luego está el coro, más bien corro, de la patata. Penoso. Por su discrepancia con la doctrina de la Iglesia, aunque sean incapaces de argumentarla, salvo pastoralismos necios, o simplemente pelotillerismos de mediocres incapaces de razonar. Y a la espera de promociones o de que se dilate su caída de la palmera.
Para mis lectores recomendarles, no la entrada, eso es cosa suya, sino la vista de la relación, seguro que mucho más abundante en los próximos días , de las entradas que he relacionado en la mía anterior de «Filial corrección al Papa» Debería preocupar.
https://infovaticana.com/blogs/cigona/filial-correccion-al-papa/