Otro obispo en el «candelabro»

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Este es austriaco. Y también impresentable.

https://infovaticana.com/2018/12/27/el-obispo-protegido-por-schonborn-y-su-amante/

Protegido y encubierto por Schönborn, otra joya.

Luego querrán que les respetemos cuando ellos son los primeros en no respetarse.

Y los decentes, que los hay, y muchos, deberían decir algo para que la gente no piense que son todos iguales.Y hasta debería haber una persona interesada en la honorabilidad de los obispos pues él es quien los nombra y no los destituye.

Hechos como este, los de Oporto, Guam, Loa Ángeles, Tegucigalpa, Chile, los Tres Mosqueteros USA que como todo el mundo sabe también son cuatro: Cupich, Tobin, Farrell y Wuerl, el Macarra, el Maricone, Q’Brren el escocés, Coccopalmerio y su secretario, el benedictino maricón de USA… Es una lista interminable de vergüenzas escandalosas.

Y hay algunos bobos que se escandalizan de que a abyecciones eclesiales así les llama mierdas. Bien corto me quedo en el calificativo y en el número de los calificados. Son las cloacas de la Iglesia. Y cada vez somos más, por culpa de ellos y de sus escándalos, los que ya no estamos dispuestos a pasarles más. Y menos con nuestro dinero.

A Schönborn cada vez se le ve más envejecido. Incluso por encima de la edad que tiene. El 22 de enero. dentro de veinticinco días, cumplirá 74 años. A nada que dure Francisco, a quien no se le ve con ganas de llegar a ese momento, esa promesa larga  de papabile quedará, espero, en el tren que pasaba por su estación y nunca se paraba.

Fue uno de los cardenales más jóvenes, nombrado arzobispo de Viena en 1995 y creado cardenal en 1998 por lo que ya participó en dos Cónclaves y no se descarta su participación en un tercero pues es ocho años más  joven que Francisco y salvo imprevistos conservará sus derechos electorales hasta 2025. Pero él se encargó de retratarse demasiado con lo peor. Como este obispo Schwarz,

La verdad es que se descartan solos. Ellos mismos. Pero creo que es bueno que vayamos conociendo todos sus intentos de suicidio, que lo lamentable es no haberlo conseguido, sino de sus afanes por acabar con la Iglesia. Que por mi parte puedo asegurar que no ha habido la menor colaboración para que ese intento propio no llegara a su fin. Mil veces mejor el suicidios de ellos que el de la Iglesia que procuran con tanto afán.

A Schwarz si todo lo que se dice es cierto habría que echarle ya. Y quienes le protejan y encubran pues, ellos mismos. Es igual el color de sus vestiduras.