por La Cigüeña de la Torre | 29 octubre, 2021
Que tampoco tiene alergia al clergyman salvo algunas excepciones, un par de ellas muy rechamantes. La discreción no parece lo suyo.
Cuando llegó Don Juan José lo llevaba él, dos jesuitas muy mayores, un diocesano y los del Opus Dei. El cambio está en su haber,,
Supongo que una, probablemente la que más, de las «muy rechamantes», será la del de camisa a cuadros naranjas y collar al cuello. Es un ejemplo más de cómo el parecer de la «mayoría» (porque ha entrado en el Consejo con unos cuantos votos de curas), no coincide con el bien o lo mejor. Y no lo digo por las «pintas». Ese medio hippie no tiene mérito alguno y no es ejemplo de nada, al menos bueno. De lo más mediocre y peor del presbiterio. Inconcebible que esté en el Consejo. Lo que no sabía yo es que el delegado del clero, que le echa cariñosamente el brazo sobre los hombros, fuera tan amigo suyo. Con lo dado que es a meter mierda, joder y crear un «cordón sanitario» con otros curas «díscolos». Está claro que, al final, todo es cuestión de caer en gracia y gozar de los afectos de los reyezuelo de turno.
Y a propósito de que «el cambio está en su haber», será uno de los escasos logros del ínclito Asenjo. Hasta él se delata: el día de su cumpleaños se autoinvitó al seminario, para la Misa y la mesa, y como tiene esa necesidad compulsiva de ser protagonista, se autoincensó en la homilía recordando los tres logros que había conseguido en el seminario: que los formadores vistieran con clergyman, los seminaristas con traje y corbata en los actos oficiales y que se hubiera desterrado la guitarra de la liturgia. Si eso es lo más importante en un seminario y lo máximo que ha logrado, no sé si es para reírse a carcajadas o para llorar.
Por cierto, que alguno de los que aparece en la foto vestido de negro riguroso, oculta también cosas igualmente oscuras.
Debe o haber?
El mejor predicador es fray ejemplo.