| 19 octubre, 2022
El sacerdote de Pamplona y vicario episcopal Mikel Garciandía, nacionalista moderado. Los candidatos religiosos, jesuitas y claretiano, no salieron.
Me parece bastante aceptable
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“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Ni ayer… ni hoy… ¿Mañana…? Está por ver… Por el momento, el vaticinio ha pinchado.
Pues por el momento… sigue siendo que no… Los tiempos los define y establece quien manda… no otros… tampoco los de esta página.
Si tanto lo querían lo que no se entiende es que no lo hubieran hecho obispo auxiliar de Pamplona y obispo de vitoria. Quizás ahora sea él el que no se anime. Mal todo.
Como creo conocer bastante a Pérez me cuesta mucísimo aceptar que un colaborador de semejante nulidad pueda revestir las cualidades positivas que aquí se le atribuyen
Su nombramiento saldrá en breve. En todo magistral maniobra del Arzobispo de Pamplona. En los «pasillos» se comenta a menudo su buena relación con el Nuncio del Papa y por ende va colocando sus mejores hombres. Otra cosa muy diferente es que en su relevo al frente de Pamplona el Piraña de Arana le vaya a consentir dicho ascenso e influencia con el emisario papal. El resultado será catastrófico para esa comunidad navarra. Tiempo al tiempo.
No le conozco y no me interesa lo más mínimo a quien vota o cual es su pensamiento político. Me interesa que sea el pastor de las ovejas de la Donostiako elizbarrutia.
Creo que últimamente tanto dentro como fuera de la Iglesia estamos politizando o ideologizando o los curas i/o los pastores. Y de ellos tan solo debemos esperar que nos conduzca hacia fuentes tranquilas, que repare nuestras fuerzas y que nos guie por el sendero justo.
Y que nos muestre el camino del Señor para cuando caminemos por cañadas oscuras,
que sea un pastor que sepa transmitir que el Señor va siempre con nosotros
y que su vara y su cayado sosiegan al pueblo santo de Dios.
Para mí, lo que es ser un buen diácono, cura y obispo está recogido en el salmo 23. Que sea de izquierdas, de derechas o de centro, son cosas mundanas que nos alejan de Dios.
En desacuerdo. Varios Papas han dicho muy clarito que la opción política no es aséptica moralmente. Y en los sacerdotes y obispos también no lo es.
No ha salido, quizá la noticia no sea cierta.
Los periódicos provinciales, que esta mañana anunciaban el nombramiento, sostienen que se trata de un retraso.
http://www.diariovasco.com/san-sebastian/mikel-garciandia-obispo-20221020101524-nt_amp.html
Hoy no… ¡mañana!
¡Muy bueno!
Este hombre ya ha venido sonando para varias sedes desde los lejanos tiempos del añorado Benedicto XVI. Es de lo menos malo que podría caerle al pobre San Sebastián. Pero, que nadie lo dude: si mañana tiene que justificar cualquier herejía pastoral de Francisco o de sus sucesores, lo hará con la misma eficacia que lo hubiera hecho su antecesor. Más que un pastor es un funcionario. No tan malo como otros, pero un funcionario. Pocas ilusiones.
Aunque no es de mi diócesis, lo conozco. Es un buen fichaje. Sí que es verdad que domina el vasco, pero no es nacionalista. Muy trabajador, inteligente y cercano. Se lleva bien con todos en general.
Era preferible el claretiano que Garciandia, creo yo. Prados es menos nacionalista. Al jesuita no le han dejado ser obispo.
Muy cercano al cardenal Sebastián, al Arzobispo Pérez, amigo de Monseñor Aznárez y de Juan Carlos Elizalde.
Todos hablan bien de él.
Un gran acierto.
¡Bendito sea Dios!
Un hombre serio y trabajador. Sacerdote bregado en la pastoral. Sin veleidades políticas. Un acierto.
No sé; yo empiezo a pensar que los neocones son los peores… y Garciandia es un auténtico neocón francisquista. Si mañana el papa dijera que la Santísima Virgen no concibió sobrenaturalmente a Jesucristo (perdón por mentar esta herejía), él lo justificaría con una prosapia teológica que te haría creer que es doctrina sana. Yo se lo he visto hacer con otras cosas de este pontificado. Por eso los neocones me parecen tan peligrosos. A los progres,al menos, se los ve venir.
En eso es idéntico a Munilla.
No es ni un jesuita de Deusto ni el claretiano Fernando Prado. Parece que en esta ocasión la dichosa Comisión de nombramientos no ha pintado mucho y sí ha pintado bastante el administrador apostólico D. Francisco Pérez González, de quien nuestro hombre es colaborador cercano. Le deseo lo mejor en su difícil tarea. Y quién sabe, dado que aunque no se puede comparar con José Ignacio Munilla por otra parte no genera el rechazo que este generaba en el clero donostiarra y una parte no pequeña de su cada vez más escasa feligresía, quizá tenga más éxito (porque no nos engañemos, pese a sus encomiables esfuerzos don José Ignacio ha logrado más bien poquito). Todo ello suponiendo que la noticia sea cierta (que probablemente lo sea pero esperemos a las 12 para saberlo).
Cabe preguntarse si para este viaje hacían falta tantas alforjas. Sacaron de San Sebastián a Munilla para nombrar a un nuevo obispo de línea parecida.
Es que ese no era el plan. El plan era sacar a Munilla de la Bella Easo y poner en su lugar o bien a un jesuita de Deusto o bien al claretiano Prado Ayuso. Esperemos que la noticia sea cierta (la prensa local guipuzcoana y navarra la da como tal), no solo porque el recién nombrado es muy preferible a estos dos sino por lo que implica acerca de quién pincha y corta en los nombramientos episcopales.
Es un alivio.
No se le puede calificar de nacionalista moderado. Es vasquista en el sentido cultural del término, uno de los eclesiásticos que mejor conoce la lengua vasca pero no tiene ningún tinte político. La virtud más destacable es que su doctrina es recta y sana. Una pena que deje Navarra pero una alegría que ocupe la sede de San Sebastián.
A mí no me parece tan recta ni tan sana.
Si es nacionalista para mí ya es inaceptable
Esa información era errada. Posiblemente (a falta de algunos flecos) será este viernes. Don Francisco Pérez va instalando con sutileza sus peones. Posee influencia sobre el Sr.Nuncio y es sabido. Otra cosa distinta es que le den margen para lo que el cantinflas Arana pergeña para Navarra. No conciliarán el sueño los buenos sacerdotes navarros.