LOS BENEDICTINOS
Gracias a Dios, desde hace unos ocho meses, ante una prohibición doméstica, dije ¡No!, ya que me prohíben instalarme en el campo, comenzaré a vivir como en el campo en C.A.B.A. (Ciudad Apóstata de Buenos Aires, entonces gobernada por Rodríguez Larrata, uno de los tres pitufos inolvidables junto a Alberto Fernández y Kicillof.
El régimen era muy sencillo: levantarme antes de las 4 y media; primer desayuno. Rezo de la Liturgia de las Horas. 7.40 salida para ir a Misa caminando (un décimo de legua) de ida y otro de vuelta. 8.45 segundo desayuno. 9. Lectura de La Nación diario (tribuna de mala doctrina) y de La Prensa.
Como añoro los tiempos pasados cuando después de la intoxicación producida por el matutino local, me desintoxicaba con Corriere della Sera; otro periodismo con grandes como Montanelli, Francesco Alberoni, Susana Tamaro, Claudioi Magris y tantos otros, que hacían revivir la cuota de tuco que corre por mis venas, porque los argentinos somos italianos que hablamos castellano.
Después, trabajo en mis memorias y en alguna nota para Infovaticana. Duermo la siesta como en el campo y entonces como decía un amigo, tengo dos mañanas.
Al no celebrarse la misa, invité a los feligreses a ir al Carmelo, donde un excelente sacerdote el padre Sylvester celebra la misa en el mismo espíritu que fray Pedro no pudo conseguir un monje para reemplazarlo. Pero, lo grave del asunto es que muestra el ocaso de los benedictinos en la Argentina.
Abadías con escaso número de monjes, muy pocos postulantes para ingresar. Una excepción, entre las monjas es Santa Escolástica en Punta Chica. Cuando murió sor María Columba (Esther Linares), hermana de mi madre, cuando murió,después de 35 años de vida religiosa, que incluyeron una fundación fracasada en Lima, Perú, donde la visité siendo soltero, hace más de sesenta años, había unas 60 monjas cada una de las cuales echaba una palada de tierra en su tumba.
La realidad benedictina de hoy, aquí, contrasta con lo comprobado y vivido en la peregrinación con Patricio Randle por monasterios y abadías francesas en comunión con Roma, pero con estricta observancia de la Regla de San Benito.
En San José de Clairval, el abad puso para atendernos a un santo monje y gran ebanista el padre Cipriano, que entre muchas cosas nos contó la persecución sufrida en tiempos de Pablo VI, cuando fueron suspendidos los monjes sacerdotes por el tema de la misa nueva. Al final llegaron a un acuerdo que la abadía tuvo que firmar con la soga al cuello. Como ellos no concelebran las misas individuales se rezaban según la forma extraordinaria del rito romano y la gran misa pública se celebraría en latín, pero con la forma ordinaria.
Los días pasados allí fueron inolvidables; el primero, antes del almuerzo el abad nos lavó las manos, honrando a los peregrinos. Nació un vínculo misterioso que se renueva todos los meses con la carta que me envía el abad.
Al tiempo de nuestra visita unos 50 monjes integraban la comunidad, que siguió creciendo y en el año 2021 compró la abadía en Limoges, el edificio de la antigua abadía de Solignac cuyos orígenes remontan al siglo VII, a las figuras de San Eloi y el rey Dagoberto, que nunca se bañaba en invierno; pero cuando el santo le dijo que tenía la piel más negra que un cuervo, el monarca contestó presto: No importa, la reina la tiene más negra que yo.
Hoy muchas iglesias y capillas se venden a mezquitas o para usos comerciales, pero aquí, la vitalidad de los monjes pudo mandar a una veintena al recién fundado Priorato de San José.
Otro caso parecido: en Le Barroux existen dos abadías, una de monjes, otra de monjas. Estuve allí una Semana Santa con Miguel Ayuso. Entonces, la vitalidad de Santa Magdalena de Le Barroux se volcó en la construcción en el difícil lugar de Agen, donde habían pasado años sin ordenaciones sacerdotales, y unos quince monjes fueron enviados.
Con Patricio Randle fuimos los primeros huéspedes de Santa María de la Garde que estaba en plena construcción. Surgieron nuevas vocaciones, y hoy tenemos una nueva Abadía en tierra de misión. Puntualmente, todos los meses, se renueva la relación con la llegada de “Les amis du monastere” va el n°188 y “La lettre aux amis”, n°41. Junto a “Instaurare” de Udine,” Verbo” de Madrid, y la carta del abad de San José es toda la correspondencia que recibo. De la Argentina, facturas de impuestos, muchas vencidas.
Gracias queridos monjes, gracias amigos siempre fieles, de Italia y de España por alimentar mi espíritu.
Buenos Aires, febrero 4 de 2024.
Bernardino Montejano
Los arrupitas también se van de Valladolid (AMDG)
«Los jesuitas se marchan del San José aunque seguirán gestionando el colegio»
«La comunidad ha comunicado al Arzobispado el cierre de la casa que tiene dentro de las instalaciones de la Plaza de Santa Cruz, donde residen diez sacerdotes que se trasladarán a otros centros»
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Gran artículo del Arzobispo de Oviedo: https://sanfelixdelugones.blogspot.com/2024/02/carta-semanal-del-sr-arzobispo-de-oviedo.html