http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2017/05/el-fenomeno-novell-todo-un-sintoma.html
Pasaba por el más independentista de los obispos catalanes. Pues ello no le ha evitado el escrache. Y no llamó a a La Guardia Civil porque no estaría cerca.
El artículo que os enlazo me parece muy lúcido. Eso es lo que espera a los obispos de Cataluña si llegara lo que algunos obispos propician. Y más solos que la una. ¿O piensan que los católicos del resto de España iban a salir a defenderles de lo que se buscaron? A cantazos les van a correr aquellos a quienes propiciaron.
Novell ya lo ha experimentado en sus carnes. Pues a seguir pidiendo más prusés.
Como ejemplo de bla bla bla, el del troll man with. Super profunda, y super genial
el típico bla bla bla de bergoglio. que argumentación tan genial la del troll pau.
Hay mucho mártir en Cataluña. Recordad al padre Jarabe de Gerona. Éste víctima del progresismo.
Leí hace unos días algo que no me gustó, pero que no te guste algo no quiere decir que sea mentira. Son sospechas y sería bueno que alguien las disipara.
Sabido es que Cataluña es una de las regiones menos religiosas. Al parecer no se publican los datos de lo obtenido en el IRPF y según decía, es porque las cifras son ridículas y se avergüenzan de ellas. Por tanto o el resto de España los financia o alguien los financia «discretamente». Y añadía que los apoyos al nacionalismo son consecuencia de esa «discreción».
La cosa es tan grave, que me gustaría que alguien la desmintiera.
Querido Pau: desde luego, quién más necesitado de esperanza que el episcopado catalán, que parece decidido a abandonarse en brazos de quienes no desean de sus miembros más que su sangre o la apostasía. Si sus hermanos les alertan del peligro que corren y hacen correr a su grey a los que no lo ven y además les hacen saber que pueden contar con ellos para mantenerse firmes en la fe y defender el evangelio, él sólo fuente inagotable de esperanza para todo hombre, sin duda habrán de sentirse confortados para cumplir su misión con entereza. Al menos, aquellos que no piensen que ésta sea la de ser palmeros de una política que busca el silencio del evangelio y la muerte de la Iglesia. Aunque tampoco parece que a la salida de misa los fieles defendieran a su obispo. Y no hacían falta tortas. P. D. No sé si es por aquí por donde quería ir su reflexión, Pau, pero es la mía a propósito de su cita.
Blaloma, la unidad de España nadie sostiene que sea dogma de fe, pero sí es un bien moral, fruto de nuestra historia y que sólo aquí se plantea el apoyo eclesial al separatismo. A ver si se dejan de adanismos y se dan cuenta que también en Italia, Francia, Alemania… hay lenguas y dialectos diversos, caracteres distintos y desarrolos económicos diferentes. Lo que no han tenido es un PNV y una ERC, CiU, … que hayan envenenado los espíritus y un gobierno central tan cobarde que desde UCD Suárez hasta hoy ha cedido siempre.
LEAMOS ; OIGAMOS LA PALABRA DE FRANCISCO, el Papa de la Iglesia Católica; y pensemos/razonemos también sobre esos retos y en tales exigencias
» Hay más: el Espíritu Santo no nos hace sólo capaces de esperar, sino también de ser sembradores de esperanza, de ser también nosotros – como Él y gracias a Él – los «paráclitos», es decir, consoladores y defensores de los hermanos. Sembradores de esperanza. Un cristiano puede sembrar amargura, puede sembrar perplejidad, y esto no es cristiano, y tú, si haces esto, no eres un buen cristiano. Siembra esperanza: siembra el bálsamo de esperanza, siembre el perfume de esperanza y no vinagre de amargura y de des-esperanza. El Beato Cardenal Newman, en uno de sus discursos, decía a los fieles: «Instruidos por nuestro mismo sufrimiento, por el mismo dolor, es más, por nuestros mismos pecados, tendremos la mente y el corazón ejercitados a toda obra de amor hacia aquellos que tienen necesidad. Seremos, según nuestra capacidad, consoladores a imagen del Paráclito – es decir, del Espíritu Santo – y en todos los sentidos que esta palabra comporta: abogados, asistentes, dispensadores de consolación. Nuestras palabras y nuestros consejos, nuestro modo de actuar, nuestra voz, nuestra mirada, serán gentiles y tranquilizantes» (Parochial and plain Sermons, vol. V, Londra 1870, pp. 300s.). Son sobre todo los pobres, los excluidos, los no amados los que necesitan de alguien que se haga para ellos «paráclito», es decir, consoladores y defensores, como el Espíritu Santo se hace para cada uno de nosotros, que estamos aquí en la Plaza, consolador y defensor. Nosotros debemos hacer lo mismo por los más necesitados, por los descartados, por aquellos que tienen necesidad, aquellos que sufren más. Defensores y consoladores.»
El gender no es un problema exclusivo de Cataluña, es de toda España y casi todo el mundo y en vez de abordarlo con una encíclica densísima, como tiene que ser, se cede al enemigo con la comunión en pecado mortal. La cobardía del episcopado y papado en general es manifiesta. Se han olvidado de los pecados de omisión.
No pensaba comentar sobre un tema del que ya he opinado otras veces en Infovaticana; siempre en el mismo sentido. Pero cansarse y abandonar la defensa de unas ideas es el objetivo del enemigo. He seguido leyendo sobre este obispo y sobre sus colegas en su afán de destruir un bien moral mantenido desde hace dos mil años. Mi postura se acentúa. NO me solidarizo con él. Le sigo considerando en un sentido, por muchas de sus actuaciones, una persona inmadura con algún comportamiento de fantoche. Y, dada la dignidad de que está investido, se agraven las consecuencias de esas actitudes.
Desde otro punto de vista, su comportamiento de rendir pleitesía al dios nacionalista le hace merecedor, llegado el caso, del rechazo de aquéllos a los que ha servido. Cuando se deja de ser útil a una secta esa es la consecuencia. Pero el apoyo que lo busque en otra parte.
Muchos obispos defienden TODOS los principios morales y dogmáticos sin andar de compadreo con quienes intentan destruirlos. Ellos son los que tienen que recibir nuestro apoyo sin descanso.
Su explicación me ha dejado boquiabierto, Atarazanas. Sólo se me ocurre darle las gracias.
Blaloma, no debemos entrar en el juego de los separatistas. Nadie afirma que la unidad de España sea un dogma. La doctrina social de la Iglesia sostiene que un todo secularmente cementado no pude romperse unilateralmente por una parte, cuando esta parte no es colonia, ni está sometida a bota militar extranjera. Y su ruptura unilateral resulta objetivamente perversa, vulgo objetivamente inmoral, porque va contra el bien común, arruina la paz y atenta contra el principio de subsidariedad.
Es la declaración del derecho de gentes aplicada a la Padania por la Conferencia Episcopal Italiana, declaración ratificada por Juan Pablo II. Las razones esgrimidas por la Padania para su separación del resto de Italia eran: tenemos una idiosincrasia propia (somos una nación), Roma nos roba y el sur vive de nosotros. Exactamente los puntales de las argumentación secesionistas de acá, de Cataluña.
Los obispos de la Tarraconense se han pasado esa doctrina por salva sea la parte.
¿No sabe usted que por culpa de esas ideas perversas se cometen escraches contra los niños en la llamada Escola Cristiana, es decir, en los centros religiosos o confesionales? A mí el escrache de esos niños y de sus padres me duelen no menos que los de Novell.
En Cataluña están pasando cosas muy serias.
Este obispo ha tenido un comportamiento ejemplar. No hay que mezclar lo del independentismo. Al fin y al cabo, la unidad de España no es un dogma de fe, aunque a mi me de muchísima pena que un obispo la defienda, pero no es incompatible. Y la persecución de que ha sido objeto se daría igual en Madrid contra Osoro si se atreviese a decir lo que ha dicho él.
Las cosas están mucho más degradadas en la ciénaga anóxica de acá. En un silencio atronador, los arzobispos Vives, Pujol, Martínez y Omella, que han quedado con las vergüenzas al aire, por falta de cuajo doctrinal y sectarismo manifiesto, se han visto obligados a actuar. ¿Cómo?
No han salido en defensa del obispo Novell, en defensa de la doctrina expuesta por Novell. No, eso no. Pues la ha condenado la Generalidad. En cambio su declaración infame de hace unos días fue aplaudida por la Generalidad. Los hechos, don Paco Pepe, los hechos.
¿Cuál ha sido, pues, la medida? Había que salvar el secesionismo defendido en la declaración. El independentismo no se toca, su defensa se mantiene. No importa que vaya con la doctrina social de la Iglesia. Ya se encargan Costa, Raguer, el propio Novell de intentar racionalizarlo y justificarlo. El independentismo de Vives-Pujol-Martínez-y-ahora-Omella no se toca.
¿Entonces? Enviar curas afines a la causa para difundir por internet el mantra: una cosa es la ideas políticas y otra la moral. Como si las ideas políticas, para un obispo y para un cristiano a la postre, no tuvieran que acomodarse a un código moral.