
Si es que a algunos había que haberles corrido a gorrazos.
Y mejor a guantazos.
Ahora se la envainan. Cuando apenas solo queda lo que reprobaban.
¡Pues vaya éxito el suyo!
Y si eso les molesta, en las parroquias solo van a quedar los indietristas, los nostálgicos, los rígidos y los proselitistas.
Bueno sería que se fueran enterando.