LA NUEVA SANTA POR TERCERA VEZ

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Julio Meinvielle. Obras

LA NUEVA SANTA POR TERCERA VEZ

En la Argentina existen varones y mujeres especialistas en confundir, en oscurecer, en sacar provecho para sus intereses o trepadas de las cosas más nobles; eso ya pasa con la nueva santa y exige que no guardemos silencio. Pero, lo prometo, mientras Paco Pepe me aguante, usaré están líneas para dejarlos desnudos.

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Quiero recordar ante todo el gran legado físico de la gran mujer: la Casa de Ejercicios de la Avenida Independencia, lugar que visitamos muchas veces porque el capellán de las monjas que la habitaban era uno de nuestros grandes maestros: el Padre Julio Meinvielle, cuya biblioteca, que lleva su nombre, se conserva en el Instituto de Filosofía Práctica que, en este 2024 cumple sus primeros cincuenta años.

Entre otras particularidades, el gran teólogo asistía a un buen número de mendigos y para cada uno de ellos tenía destinada una pila de monedas, que en ese tiempo tenían su valor y prueba de ello es que en el gran recreo, en nuestro Colegio Manuel Belgrano de los Hermanos Maristas, un sándwich costaba diez centavos y un alfajor, cinco.

Un día me había dejado solo el gran sacerdote porque tenía que hacer un trámite y uno de los habituales clientes rechazó indignado el montoncito de monedas. Al volver, la situación se aclaró: me había olvidado de decirte, a este hay que darle pesos.

Recuerdo un día, cuando lo visité junto a un amigo famoso por haber sido privado de la ciudadanía por ley: Walter Beveraggi Allende. La amistad con Meinvielle ayudó a que ese economista que venía de estudiar en los Estados Unidos se incorporará al nacionalismo criollo -perdón Ayuso y otros carlistas españoles- porque no se lo voy a pedir a los ideólogos del carlismo argentinos. Ese nacionalismo lo vivieron hasta el final de sus vidas temporales. Meinvielle murió prematuramente y como decía su discípulo el padre Antonio González, su ausencia dejó un vacío imposible de llenar en la cultura católica argentina; Beveraggi vivió mucho más y en sus últimos años se compraba con un noble caballo bichoco.

Cuántas cosas, cuántos secretos, cuántos recuerdos guardan los blancos muros de la gran casa construida por la nueva santa.

Y ya que estamos, Meinvielle, quien siempre tenía su puerta entre abieta, NUNCA TUVO SECRETARIA, como lo afirmó un día, muy suelto de cuerpo un sacerdote de los nuestros en el Congreso celebrado en la Universidad Nacional de Cuyo, con motivo de los doscientos años del reingreso a la Argentina de la Compañía de Jesús. Esa disertación se tituló: “Un rey perjuro, la enseñanza de los jesuitas y un héroe indiano: Sepé Tiarajú” y todavía se encuentra inédita.

Tal vez no interese porque el héroe indiano, que murió en combate defendiendo el derecho natural y cristiano, el caudillo defensor de las libertades concretas de Río Grande del Sur, hoy Estado del Brasil, no era carlista y el perjuro era un rey de la Casa de Borbón. Como dijo en Chile Francisco Elías de Tejada, aquí también las verdes praderas de las libertades concretas, se secaron bajo el paso de las pezuñas borbónicas.

Buenos Aires, febrero 13 de 2024.

Bernardino Montejano

Comentarios
1 comentarios en “LA NUEVA SANTA POR TERCERA VEZ
  1. Qué gran texto! Qué placer leerlo! Espero que Paco no abandone su habitual generosidad y siga trayéndolo por aquí!

    Cómo puedo conseguir ese ensayo sobre «São Sepé»? Pregunto porque vivo precisamente en la tierra que engendró dos cosas muy caras para nosotros y, además, dió lugar a grabar por primera vez un mito de nuestro tango; me refiero, en el debido orden, al gaucho, al pericón y, claro, la primera grabación de «la Cumparsita» (1915).

    Saludo cordial y que el Señor de la Vida, que era, es y volverá, le colme de bendiciones, salud y vida.

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