LA DECADENCIA DEL EPISCOPADO ARGENTINO
Como tuve que cambiar el disco rígido de mi computadora estuve unos días fuera de circulación, pero encontré algunas perlas que quiero compartirlas.
En primer lugar, una declaración de la Cruzada Sacerdotal Argentina para mostrar ante la opinión pública el verdadero rostro del ministro del Señor ante su deformación por obra de los tercermundistas, bien denominados por Rafel Ijiena Sánchez: “tercermundanos”.
Los firmantes afirman que no pueden callar más y declaran: “no queremos merecer el apelativo de “perros mudos”, ya que celosos del honor de la Iglesia, en momentos en que clérigos comprometidos con la violencia subversiva tratan de mancillarla, unidos bajo el vicario de Cristo y los obispos en comunión con él, damos a conocer esta Declaración”.
Entre muchos firmaban los prelados Esorto, Vicentín, Buteler, Castellano, Schell y Bonamín e innumerables sacerdotes como Bredice y Colino, que después serían buenos obispos, Meinvielle, Parrado, Echeverry Boneo, Aremelin, Bledel, Bonet, Bussolini, Celeste, García Vieyra, Rötttjer, Torquiario y Marcelo Sánchez Sorondo, pésimo arzobispo, hoy con residencia en el Vaticano, al término de su trepada.
Sí, es el mismo que después de una larga carrera, acabó sosteniendo que la China de hoy, donde los católicos clandestinos son perseguidos, humillados, maltratados, donde la iglesia oficial es un apéndice del Partido Comunista, es el país en el cual mejor se aplica la doctrina social de la Iglesia.
En segundo lugar, quiero destacar que los tercermundistas de entonces hoy han logrado tener su beato, el obispo de Rioja, Angelelli, víctima de un accidente automovilístico, transformado en atentado para configurar su martirio. Los obispos argentinos de hoy, con las excepciones de Aguer y Baseotto, todos al servicio del engaño y la mentira. Es una prueba de hasta donde ha llegado la decadencia intelectual y moral del Episcopado Argentino. Que Dios nos ayude.
Buenos Aires, abril 9 de 2024.
Bernardino Montejano
No es la excepción. Den una mirada a lo decadente y deficiente del episcopado peruano. Para llorar.
¿Qué opina Dom Bernardino del sobrino de Echeverry Boneo, actual arzobispo de Paraná?