| 20 diciembre, 2021
¿Qué harán las órdenes y congregaciones más directamente señaladas, mucho más que las diócesis, en el informe?
Sobre todo maristas, salesianos y jesuitas donde se señalan tantos casos.
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“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Muy curioso que se tome al El País como si fuera el oráculo y se le dé más credibilidad que a la Biblia.
Eso tenían que haberlo sabido desde hace mucho y haber puesto remedio, en su momento y no esperar a que un periódico tan adicto a los obispos (¿o son los obispos los adictos al periódico?) saque las cosas a relucir.
Como se ha señalado en un comentario, precisamente los más afectados son los más progres y cuando más proporción de casos es en los últimos 50 años.
Ultimamente los superiores muestran mucha crueldad (poca misericordia) con los inferiores lo han aprendido de Francis.
Las investigaciones de EL PAÍS son un boomerang para el progresismo post-Concilio y el francisquismo. El mayor número de casos se concentra con diferencia entre los años 60, 70 y 80, y acusa severamente a las órdenes más progresistas de la Iglesia de Tarancón, como maristas, jesuitas o salesianos. Además, entre los jerarcas directamente señalados está Osoro, el protector de Vidal y Bastante.
Que casual colegios donde el progresismo de los 60 y 70 penetró de lleno. Se quitaron el hábito y se dedicaron a ser muy cercanos , comprensivos y pasaron de castigar por no estudiar a organizar campamentos por los montes, olimpiadas, torneos de fútbol etc. En vez de acercar a la juventud a lo religioso que es la primera obligación de esos institutos se dedicaron a hacer política de lo peor, es decir comunista o nacionalista.
Cuando se pierde el oremus de por qué se ha sido ordenado o profesado en una orden o institución religiosa se producen monstruos y muchos autoengaños que llevan a estos abusos.
La pérdida de sacralidad, vida ejemplar en muchas órdenes la han pagado con la casi extinción y claro comprendemos por qué maristas, jesuitas y salesianos están en la cabeza; hay que fijarse que coincide con aquello que escribió Ricardo de la Cierva sobre estas órdenes en un libro.
¿ Qué harán? Callarse, como llevan tanto tiempo haciendo.
Buen comunicado propio de la diplomacia vaticana.
Pobres diablos…
No veo que un periódico tenga que hacer estas cosas.
Pero sabiendo lo que ha pasado en Estados Unidos y otros lugares, la Iglesia española tenía que haber resuelto el asunto mucho antes.
Y que no digan que no sabían nada, porque el (falso) caso de los niños «robados» indica qué puede pasar.
Recuerden que esto lo hacen los mismos que han cerrado los ojos con la prostitucion de niñas de las casas de acogidas del Gobierno socialista de Mallorca.
No importa, porque desde 1808, la Iglesia Católica (y solo esa) es el enemigo y ha de ser exterminada.
De una manera o de otra.
Pero de crear puestos de trabajo y de no robar de la caja pública, nada de nada, porque la culpable es y siempre será la Iglesia Católica.