Le atiza duro.
Me trae sin cuidado lo que pueda decir ese periodista, del que no sé nada y por tanto no me merece ninguna autoridad, lo que me preocupa es que muchísimos católicos, tal vez yo entre ellos, ante esa grave desautorización de un cardenal, arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal podamos decir: ahí me las den todas.
Es gravísima la desconexión de los católicos españoles con sus obispos. Muchos de los que van a misa desconocen el apellido de su obispo, jamás leen lo que escribe ni se les ocurre acudir a sus actos. Viven como si el obispo no existiera. Y además les trae absolutamente sin cuidado.
Eso si no se llega incluso al regocijo si al obispo le inflan los morros, metafóricamente.
¿Se habrán trabajado a pulso no pocos de nuestros obispos esta situación? Que buena no es.
A mí lo que más me preocupa es que hay sacerdotes que no creen en Dios, obispos también, y no trasmiten a Jesucristo, sólo les importan ellos. Sólo dicen tonterías y asustan al pueblo de Dios. Por eso , como dice hoy el salmo: «Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos;
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos,
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche»
Quizás he entendido mal lo que dice «confidencial». Cardenal Omella parece que manifiesta que los medios ayudan a que haya «sexo libre» o sea, LIBERTINAJE, y ASÍ ES y enhorabuena que lo mencione Omella. Y el periodista de la cuatro» aprovecha para arremeter contra los ABUSOS DEL CLERO, o sea, que replica ATACANDO A LA IGLESIA… es decir, que aunque por desgracia haya abusos del Clero, no quiere decir que LA PRENSA Y MEDIOS TELEVISIVOS SEAN INOCENTES… Son libertinos, no aplican un código ético, de honor y respeto por la infancia, juventud y por las personas en general. Al menos eso he entendido yo… Será así o me he confundido?
En realidad, es mejor no saber ni quién es tu obispo. Yo, como soy de Madrid, no puedo evitar que me suene que el mío es monseñor Suquía. Pero preferiría no saber ni eso. Tampoco podría decir si es o no cardenal, y me tiene sin cuidado. Y el día que Dios se nos lleve a Juan Pablo II, procuraré no enterarme de quién es el nuevo Papa. Es mejor para todo.
Parece que los esfuerzos del Cardenal Omella por ser simpático al mundo no le están dando mucho fruto.
Falta un hombre con el liderazgo del cardenal Tarancon o Don Marcelo González Martín, cada uno en su estilo.
En Barcelona el cardenal Jubany lideró de otro modo la Iglesia catalana
Es que si quieres conservar hoy la fe en España, en muchas diócesis, como la mallorquina, es mejor no escuchar ni leer al obispo (ni a muchos de los párrocos, todos muy ilustrados).
Eso pasa por la cobardía de la jerarquía eclesiástica española. Omella and company opinan que es mejor no hablar, no oponerse, no buscar problemas y en definitiva no molestar porque no vaya a ser que el Gobierno socialcomunista de España les haga pagar por los bienes, les quiten la X y dejen de arreglarles edificios. Y por dinerito son capaces de arruinar la Fe e incluso la coherencia con un buenismo estúpido y nauseabundo.
Ya se quedaron sin la X este año por defender el indulto para los golpistas catalanes.
Omella ya sabemos que está en Barcelona y en Cataluña y es muy difícil ir a la contra dele stablisment, pero también debería tener en cuenta que es presidente de la CEE y es la cara visible de la iglesia en España; cierto que más de cara a medios de comunicación, en coordinación de estrategias conjuntas que en otra cosa, pero la gente asocia que lo que dice la CEE es la voz de la iglesia.
Debería intuir que a la mayoría de católicos en España que pesan mucho más que los de Barcelona que son tres gatos, no les gustan esas declaraciones sobre el perdón de otegui que no se lo cree nadie. Para colmos la realidad le abofetea a Omella en la cara al día siguiente cuando se ve claro que Otegui pide perdon a cambio de no el acercamiento de presos que este indigno Gobierno ha llevado a cabo casi en su totalidad, sino del indulto y asus casitas a comer chuletones, recibir homenajes y consentir que las víctimas se aguanten.
En vez de meterse en asuntos que no le competen y del que no va a ser protagonista y que además a su grey se lo va a vender muy mal, tan mal que quitamos la X en la casilla del IRPF. Debería preocuparse más de su Diócesis, la peor pastoralmente hablando de España, donde algún día no encontrará católicos ni en la catedral, llena de escándalos, de curas que ni tienen Fe ni la transmiten, en ruina porque tienen que juntar parroquias y donde parece ser que acosan y hacen la vida imposible a sacerdotes muy competentes a los que vejan por envidia al tener estos muchos frutos y ellos ninguno. Está claro que Omella adonde lleva a la Iglesia católica en España es a la irrelevancia.
La Iglesia católica en España ya es irrelevante.
Un cardenal hispanoamericano me dijo este verano: «-Los laicos ya no escuchan ni leen nada de lo que dicen o escriben los obispos… y menos mal»
En mi diócesis de Orihuela-ALICANTE al obispo Murgui no se le quiere. Es un obispo frío y distante. No se ha ganado el cariño de los fieles cristianos. Creo que tampoco el de su presbiterio, al que ha dejado abandonado a su suerte. El próximo obispo se encontrará una diócesis hundida y con el clero muy desanimado.