Impresionante el Papa con los jóvenes en Tor Vergata en su jubileo

Omella y Cobo

De la nada francisquista al abarrote con León.

No es normal que con un simple cambio de protagonista hayamos pasado de l0s inmensos vacíos a llenos espectaculares. Cómo para preguntarnos:  ¿existió el Papa Francisco? Nadie le recuerda ni le reclama. Ni siquiera los llamaos hombres de Francisco: El silencio de un Omella o un Cobo son estrepitosos. Como para preguntarnos si existió Francisco. Aunque algunos también se pregunten, y no sin razón, si existen ellos. El Papa era el Papa y yo, sin el menor entusiasmo, le respeté. Cierto que moderadamente y sin ditirambo alguno. Ya a los memos francisquistas, que además eran claro ejemplo de cretinismo eclesial, que no se los disimulaban arzobispados y púrpuras,  más bien se los recalcaban, no me esforcé por por disimularles la pésima impresión que de sus personas tenía.

Ya sin el valedor que aparentemente tenían se muestran en su absoluta nimiedad que exiben permanentemente. Pues que aguanten su misérrima personalidad. Que el ser cardenales y arzobispos solo destacan mas sus carencias  tantas.

 

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