Felizmente recuperado, las oraciones nunca están de más, volvemos a tener a Montejano con nosotros. Y viene recio. No le ha afectado nada el percance.
GRABOIS Y OTROS DE SU CALAÑA
Desde el miércoles de Ceniza estuve internado por dengue, sumergido en el pasado a la luz del libro póstumo de un amigo, Juan Carlos Jesús Cardinali, titulado “Hechos y voces en la Historia de la Iglesia”, sin televisión, Internet, ni cosas análogas.
Creí salir fortalecido al comprobar como la Barca de Pedro salió tantas veces a flote de quienes de fuera y desde dentro quisieron hundirla y que nada en adelante me llamaría la atención. Pero me equivoqué nuevamente.
Bastó el contacto con “La Nación” para indignarme una vez más y obligarme a redactar estas líneas dedicadas en especial a algunos lectores críticos de los ataques a ese compatriota que vive en el Vaticano y se llama Francisco.
Hoy el personaje se llama Juan Grabois, es empleado del Vaticano, fue candidato a presidente y tiene en su haber, con sus cómplices, de un conjunto de entuertos, entre ellos varias usurpaciones de bienes.
Ahora aparece con las manos muy sucias porque su agrupación, manejó un fondo millonario que solo terminó el 6% de las obras a su cargo. Y no es pavada porque recibió $480.000 millones durante el gobierno de Alberto Fernández esa suma para la UTEP (Trabajadores para la Economía Popular) invento en común con Francisco. Los fondos los recibieron del impuesto país…
“Clarín” del 22 de febrero aparece con el título “Grabois manejó un fideicomiso con más de U$S 1.244 millones” y como subtítulo “Esos fondos se suman a los U$S 244 millones de la Secretaría de Integración”.
¡Cuánta porquería! ¡Esta es la iglesia de los pobres para los pobres! ¡Esta es la iglesia de las periferias!
Y mientras tanto Francisco, quien nombró a Grabois en el Vaticano con un sueldo de siete mil euros mensuales se hace el otario, como tal no es responsable de nada, seguirán todos aquellos que han renunciado a la “funesta manía de pensar” rindiéndole culto como si fuera un pontífice cuyo olor a oveja se hubiera transformado en olor a santidad.
Mientras tanto la Iglesia universal sufre en tan sucias manos y la Iglesia argentina muere cada día un poco más.
Pero la Argentina resiste y se puebla con nuevos santos y hoy tenemos a una grande, una carmelita de Santa Fe, de apellido Sánchez Sorondo que comparte el apellido con ese traidor sacrílego, que entregó el cuerpo y la sangre de Cristo al hoy prófugo ex presidente Alberto Fernández y su pareja Fabiola.
Si Dios quiere nos ocuparemos pronto de la santa monja y su Carmelo de Santa Fe, en el cual brillan también las dos hijas mujeres de nuestro inolvidable Patricio Randle.
San Joaquín, 24 de febrero de 2024.
Bernardino Montejano
De nada BErnardino¡un saludo.
Leí por ahí que lo del tal Grabois era una faque news o como se diga. ¿Podrá ser? Cuidado con los juicios temerarios.
El Presidente Javier Milei, tambien comulgó en el Vaticano, siendo que es novio de una mujer casada y teniendo en cuenta que, espera que llegue el Mesías, o sea, no cree en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía.
Gracias Mercedes es todo la misma porquería.
Igual no. Una cosa es que Milei no sea catolico y otra que robe. Miley que se sepa todavía no ha robado nada. Igual prefiere usted que vuelvan Fernandez y sus mariachis como GRABOIS. Y como gestór con la mierda de pais que le han dejado parece que no lo hace mal. Se lo cambio por Tito Sanchez, que tampoco es católico. Si son todos iguales debería decirme que si.