Siguen poniendo a escurrir a Pérez Pueyo.
Lo dicho. A Albacete cuanto antes. En Barbastro-Monzón ha quedado ya imposible.
https://infovaticana.com/2024/09/29/el-trampantojo-lloron/
Y no lo vean los de Albacete como una desgracia.
No era una mala persona ni un mal obispo de Barbastro-Monzón. Tampoco un cardenal Cisneros pero para lo que había bastante aceptable. Hasta que alguien le vendió una burra vieja y averiada y la compró. Como Osoro en Madrid. Y tras la malaventurada compre todo se le vino abajo. Creyendo que una estupidez iba a ser la puerta de la gloria.
Pienso que pecó mucho más por necio que por malo.
Aunque lo de querer apropiarse de lo ajeno contra la voluntad de su dueño sea bastante feo en un obispo.
a
Buscaré en mi diccionario de expresiones latinas esa de «odium plebis», porque sospecho que se ajusta a la situación real del ordinario de marras.
Saludo cordial