El orden natural, sus enemigos y los neutros

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Quién es Mariano Cúneo Libarona, el elegido por Milei como futuro ministro de Justicia de Argentina? | CNN

El orden natural, sus enemigos y los neutros

En la misa de hoy se celebra el martirio de san Juan Bautista, cuya cabeza hizo rodar un gobernante miserable, que ejercía un poder sin autoridad ni honor, por pedido de su pareja a través de su hija danzarina. El odio de esta arpía, nació de  la advertencia del Precursor, que no tenía pelos en la lengua, cuando debía hablar: “No te es lícito vivir con la mujer de tu hermano”. 

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De vuelta a mi casa, ecuentro en “La Nación” (diario) de hoy, una importante nota titulada “Amplio repudio a los dichos de Cúneo contra la diversidad sexual”, con un subtítulo complementario que dice: “POLÍTICA. Políticos y académicos criticaron el retroceso discursivo y su desconocimiento legal”.

¿Cuáles fueron los dichos del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona para merecer tan masivo repudio? Fue “rechazar las diversidades sexuales que no se alinean con la biología” y proclamar el fin del “género” para el Estado.

O sea volver a respetar el Orden de la Creación y acabar con las políticas de género, instauradas por el kirchnerismo y continuadas por el macrismo, en consonancia con las directivas del Nuevo Orden Mundial.

Las protestas abarcan a representantes de la Coalición Cívica, del Encuentro Federal, del zurdo FIT y de la UCR.

Una diputada del PRO exhibió su crudo positivismo, al manifestar que en “la función pública se aplican las leyes vigentes, le gusten o no a quien las aplica”.

Otra diputada, esta de Unión por la Patria, denunció: “Dicen ser lo nuevo, pero gobiernan con la cabeza de la Edad Media”. El modernísimo diputado del Caño se quejó: “atrasan siglos… quieren imponer su visión retrógrada a todas las personas sin respetar las identidades de género”.

Presente en las protestas aparece “Anmistía Internacional” que sostiene: “los derechos de las personas LGBTI+ se reconocen en nuestra Constitución y en los tratados internacionales. Las expresiones del ministro de Justicia son de suma gravedad”.

El ex ministro de cultura macrista Pablo Avelluto, dijo: “No se acabó el género. Lo que se está acabando es la diversidad” y Rodríguez Larrata ironizó: “¿dónde está la libertad si no hay derecho a la diversidad?”

Aparece el escritor Marcelo Gioffre para decir que quienes gobiernan “rechazan la libertad de los seres humanos de elegir qué hacer con su propio cuerpo y su sexualidad”, y el constitucionalista Andrés Gil Domínguez, embistió contra “la medieval diatriba”.

Después de señalar una opinión favorable al ministro, los plumíferos de la “Tribuna de doctrina”, señalan la contradicción del ministro, con afirmaciones efectuadas hace poco en una entrevista en Clarín.

Todo esto lo transcribo para probar donde ese diario caificado hace años, por el cauto camarista laboral Guillermo César Valotta, como una “prostituta difrazada de señora”, tiene su corazón.

Por suerte la inmensa mayoría de los argentinos, más allá de los matices, tiene otro corazón, que late según las exigencias del orden natural y está harta de la prepotencia de la ideología de género y de las discriminaciones a favor de homosexuales, lesbianas, trans, etcétera 

El tema es muy simple. Excepto que el hombre se considere creador de sí mismo, es una criatura, que recibe del Creador el sustento y la Ley. La Creación es un orden y no un caos. Las criaturas irracionales obedecen en forma necesaria este orden, algunas en forma vegetativa, otras en forma instintiva, las que se rigen por el “fomes”, la ley de los miembros de la cual nos habla san Pablo.

Pero en los hombres, que son racionales, las únicas criaturas creadas a imagen de Dios, para quienes está dictada, dentro del orden de la Creación la ley natural moral. Sus dictados son conocidos por la sindéresis, que le permiten distinguir entre lo bueno y lo malo y aplicarlo según el dictamen de la conciencia a los casos concretos.

Entiendo que la opción es clara: una minoría ideológica cipaya y contraria a las exigencias del orden natural, con representantes en todos los partidos, en los cenáculos intelectualoides, en el periodismo, en los grupos económicos, por un lado y por el otro, la gran mayoría que trabaja y sufre todos los días el dolor de su patria.

En el medio, los neutros, aquellas minorías a quienes parece no interesarle la salud y el futuro de la Argentina y nuestro obispillos silenciosos y cobardes, tan distintos de san Juan Bautista.

Incluso hoy comprobamos, por los hechos denunciados, que tal vez una palabra moral correctiva de Francisco durante la visita de la pareja al Vaticano, le hubiera ahorrado algunos moretones a Fabiola y contenido las agresiones, las violencias y los amoríos de Alberto, el presidente turista.

Buenos Aires, agosto 29 de 2024.         Bernardino Montejano

https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=50290

 

  

Comentarios
3 comentarios en “El orden natural, sus enemigos y los neutros
  1. Mientras el señor Cúneo, alardea de defender el orden natural, en Argentina, , el gobierno de Javier Milei, sólo en el ámbito estatal, asesinó a 65.184 niños por nacer.
    Nos hacen creer, que pensamos igual, es un show, es un perfil que muestran para que los que lo votaron, sientan que hicieron lo correcto. También creyeron que Milei , se plantó contra el Foro de Davos¡¡ puro showw. Milei les ladró un ratito y mientras les guiñó el ojo.

  2. Los triángulos tienen tres lados, tres ángulos y tres vértices. El platino es un metal. El abeto es una conífera. Un tigre es un felino. La fórmula del agua es H2O. El butano es un gas licuado procedente del petróleo. Los planetas de nuestro sistema solar giran en torno al Sol. Los sexos son dos: varón y mujer y, si son animales, macho y hembra. Sólo niegan esto tres tipos de personas: los idiotas, los enfermos mentales y los siervos de Satanás (casi todos masones).

  3. ¡ Ay los obispos, los obispos!¡cuanto me acuerdo de esos tímpanos medievales en las iglesias de la época donde entran junto con ricos y reyes ( hoy políticos) en las bocas de infierno empujados por demonios infames.

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