Que Cobo goza del favor de Francisco es pura evidencia. Que se traduce hasta en el nombre que le han puesto: Meteorito.
Pero esa certeza, que no es poco, tampoco hay que extrapolarla. Y lo de que Cobo sea el candidato del Papa para presidir la Conferencia Episcopal Española no pasa de ser una ilusión más de quienes son grandes especialistas en vendernos sus sueños como si fueran realidades.
Francisco, si hubiera querido, le hubiera dado a Cobo veinte votos cobistas. Por Cobo y por la coba. Que con el suyo más el de lo peor de la Conferencia Episcopal le asegurarían la presidencia. Dos sedes vacantes, ocho obispos pasados de fecha, tres auxiliares madrileños, otra media docena de auxiliares y algún coadjutor y Cobo de sucesor de Omella. Pues, nanay del Paraguay. Ni uno. Ya me dirán el interés del Papa en un candidato sin votos.
recordar, el progre cobito le quedan 16 años, por lo mínimo, como arzobispo de madrid, tiempo mas que suficiente para sepultar la arquidiocesis de madrid.
Habrá que esperar al 10 de Marzo.
No hagamos Radio Macuto.
A Cobo puede acabar pasándole lo que a su predecesor: quiso arrasar la obra de Rouco y se encontró con el más absoluto desprecio y ninguneo de sus curas (excepciones hubo algunas: Royón, los jesuitas, father Ángel, Josito, Brabrebribrobrú, D’Ors…). Que tenga cuidado: una diócesis no la destruye un prelado si sus sacerdotes se niegan a ello (no tienen por qué rebelarse: basta con que «pasen» de él, que fue lo que hicieron con el santanderino).
No olvidemos que el obispo es el que decide como debe ser la formación de sus seminaristas… dos obispos malos pueden crear varias generaciones de sacerdotes mediocres.