Ya sabemos que son una insignificante minoría en el clero español pero que en un día salgan tres noticias repugnantes protagonizadas por el clero es para que nos indignemos. Y para que reclamemos que se acabe de una vez con esa situación vergonzosa.
En el clero no caben maricones como el extremeño y el asturiano, llamarles homosexuales sería faltar al respeto a personas de esa tendencia que no se merecen que les confundan con seres así, ni ladrones como el levatino que roba una silla de ruedas a un discapacitado y la vende.
Es tan bajo su nivel, tan repugnante su conducta que elementos así no pueden figurar en el sacerdocio. Porque en él no caben todos, todos, todos.
Los buenos sacerdotes y los simplemente normales supongo que estarán indignados de que puedabn confundirlos con esos. O que haya debate que pueda pensar que todos son iguales.
Es increíble la falta de criterio y de sentido común que hay en estas noticias, y qué poca perspicacia en comentaristas que se dicen y creen católicos.
En estas noticias el escándalo mayúsculo consiste en que cuando se trata de sacerdotes, sin mayor comprobación, ni alegación de la defensa, ni contraste de la noticia, ni verificación alguna, se dejan correr rumores y privacidades que se ocultan celosamente cuando se trata de menores o mayores aborígenes de otros continentes, de clanes o partidos, o vulgares delincuentes, como los miles de delincuentes sexuales que padecemos cada año.
¿Qué le parecería a cualquiera de los comentaristas que a raíz de cualquier atestado policial, por tráfico, riña o lo que fuera, salieran a relucir todas sus intimidades, las veces que se masturba, los lugares que frecuenta, las webs que visita, aunque sean verdad, y también los rumores de sus vecinos, compañeros o enemigos, aunque sean mentira?
¿Les encanta a ustedes una policía de la moral, unos ayatolas que les investiguen hasta el fondo? ¿Y que luego les filtren los datos a la prensa porque es usted sacerdote, discrepante en ideas o competidor en lo que sea? ¿Y que la prensa airee, comente, haga trizas su honor, su fama, su vida privada, su vida laboral, su familia, su nombre y apellidos?
Bueno, pues eso es a lo que ustedes se dejan arrastrar, a hociquear en el fango y la letrina, conducidos por los flautistas de Hamelín, que los ahogarán a todos juntos.
Hay un derecho al honor, a la intimidad, a la privacidad. Y quienes lo pisotean cometen pecado y delito. Cuando la víctima se puede defender, quizá pueda reparar algo. Pero cuando la víctima está muerta, asesinada, como el canónigo de Valencia, que ya no se puede defender, la infamia clama al cielo.
Es otro cáncer que afecta a muchos sacerdotes y religiosos. ¿Es la punta del iceberg? ¿Es el único mal? ¿Eso es dar testimonio y evangelizar? La Iglesia se desangra, y está con la cabeza anestesiada.
Esto es un sinvivir. Ya no van a servir ni el amoníaco ni la lejía. Va a haber que pasar directamente al anhídrido arsenioso o al ácido sulfúrico.
Yo, con cierta edad, estoy confuso de estas tres noticias pues esto que sucede no es nada bueno para la Iglesia que la formamos todos y nunca hubiera imaginado que esto pudiera suceder. Lo único que nos queda es pedir a la Conferencia Episcopal que solicite explicaciones a los obispos de estas diócesis y que hagan algo para evitar sucesos como estos. Y mientras hay que pedir a la Virgen que aplaque la ira de Dios.
Estos jesuitas siempre tan ocurrentes, si llevan a cabo una huelga de hambre de verdad dejan la comunidad vacía en menos de un mes pues por la edad están para sopitas y buen vino. Buscan el titular, que la gente entienda que los jesuitas de tal sitio de Barcelona están en huelga de hambre pero vaya farsa, lo que han hecho es coger tres activistas para que se pongan en huelga de hambre. Todo un éxito y un gran compromiso vaya
No dejan de resultar sorprendentes las reacciones episcopales ante los desmanes varios de sus clérigos. Hay pecados que escandalizan al pueblo y los obispos callan o se limitan a levantar un dedo advirtiente sin mayores consecuencias; existen en cambio situaciones en las que las advertencias son severas con incomprensión del pueblo de Dios. Todo depende, efectivamente, del tipo de conducta que se juzgue, si es de tipo lgtbi+ comprensión absoluta, si te atreves a consagrar en latín caña al mono. Definitivamente estamos perdiendo el oremus.
Habría que oír a la otra parte. No me creo la noticia.
Un hombre sensato! Bendito sea Dios!
Realmente estos comportamientos dan a entender que hay trastornos psiquiátricos en todos los ámbitos. No encuentro otra explicación.
Después de esto, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa. Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”. (Lc 10, 1-9)
Fray Martín, OFM.
Tres Patines hacía esas cosas, pero eran de cuento.
Quizá que salgan a la luz este tipo de noticias ayude a que los obispos de turno tomen cartas en el asunto y a que el resto de obispos lleven a cabo las acciones preventivas que consideren oportunas para evitar que en sus diócesis se produzcan casos similares. Veremos, en el caso del que trata la noticia, qué dice y qué hace monseñor Munilla.
los bochornosos escándalos del clero católico, ya sean sexuales o de otra índole, van a hacer que el catolico promedio se indigne, coja asco y termine abandonando la iglesia.
Los arrupitas, con los terroristas palestinos:
«Huelga de hambre en la comunidad jesuita del Palau»
«Del 1 de marzo hasta el 16 de febrero [sic], la comunidad jesuita de la calle Palau de Barcelona, donde se ubica también la Fundación Migra Studium, ha acogido a tres activistas que han llevado a cabo una huelga de hambre por la paz en Palestina y para reclamar que el gobierno español ponga fin al comer [sic] de armas con Israel y apoye la denuncia de Sudáfrica contra Israel.»
https://infosj.es/vida-en-compania/20516-huelga-de-hambre-en-la-comunidad-jesuita-del-palau