CRISTO REY
Como estoy en el campo, en un lugar de ensueño donde el alma puede respirar, a 45 km. de Azul (90 ida y vuelta) lugar más próximo con Misa, y con mi hijo Santiago, via internet escuchamos la misa celebrada el sacerdote Javier Martín de los Franciscanos de María.
En primer lugar, me extrañó que en la homilía no hubo ninguna referencia al papa Pío XI, quien estableció la festividad, con clara referencia al Reinado social de Cristo.
En segundo lugar, el sacerdote insistió en el carácter de Cristo como Creador y Señor, negando que Cristo fuera amigo de sus hermanos, hijos adoptivos de Dios padre, todo poderoso.
A esto le opongo los versos de Lope de Vega que cito de memoria, porque muchos libros de mi biblioteca están a 280 km. de distancia.
“¿Qué tengo yo que mi amistad procuras,
qué interés se te sigue Jesús mío,
que a mi puerta cubierta de rocío
pasas las noches del invierno a oscuras.
Mi ángel me decía: alma asómate ahora a la ventana
verás con que ardor llamar porfía.
Mañana le abriremos respondía
para lo mismo responder mañana”.
Como cristiano viejo o viejo cristiano prefiero a Lope.
En tercero lugar, la homilía, fue confusa, repetidora, desordenada; no estaría mal que en sus seminarios frecuentaran a Fray Luis de Granada (Retórica para predicadores).
En cuarto lugar, es erróneo calificar a la libertad positivamente por sus vínculos. Así en la Argentina asistimos a una libertad vinculada criminal: la de presos que ordenan a sus sicarios matar a otro. En Rosario, la muerte de un enemigo sólo cuesta treinta mil pesos. Acerca del tema no vendría mal que en esos seminarios estudiaran la encíclica “Libertas” de León XIII.
Para rematar el sacerdote entonó “Pescador de hombres” pegadiza y herética canción que limita el llamado de Cristo, pues excluye a sabios y a ricos y exhibe que en su barca no lleva ni oro ni espadas y señala que Dios “necesita mis manos” con lo cual deja de ser todopoderoso.
Todo terminó con unos avisos acerca de la venta de billetes de lotería, de algunas artesanías y de otros objetos, todo fuera de lugar.
Estimo la obra del Padre Santiago Martín y sus difíciles equilibrios en estos tiempos crepusculares, pero creo que, por el bien de los Franciscanos de María, todo esto no lo puedo dejar pasar. Es mi modesta opinión.
En la fiesta de Cristo Rey del Universo, pero también Rey en el orden social, político y económico, Rey de la Cristiandad y también de la Pequeña Cristiandad hispánica.
Bernardino Montejano
Pues porque les da la gana, como han hecho con casi todo el catolicismo, y así nos va…
¿Por qué cambiaron de lugar la fiesta de Cristo Rey?