El Papa lo ha nombrado con lo que regresa a la Conferencia episcopal con voz y voto. El obispo emérito de Albacete vive en Plasencia y esa debe ser la razón para que le hayan nombrado pese a sus 79 años. Allí colaboraba con el obispo Retana en lo que éste, que ya ha tomado posesión de Ciudad Rodrigo, le encomendaba. Creo que esta ha sido la razón, y no inexistentes problemas en la diócesis, para que se haya eludido un administrador diocesano.
Es una buena persona, querido de todos, y desempeñará sin problemas el no difícil y seguramente breve encargo. A la próxima plenaria del episcopado acudirá con voz y voto y no solo con voz, como hasta ahora ocurría si voluntariamente quería asistir como obispo emérito de Albacete.
Seguramente a la plenaria de noviembre volverá a acudir, si lo desea, como emérito de Albacete por haberse cubierto ya Plasencia y de nuevo solo con voz.