Y no sólo ignorantes, que lo son en grado sumo, sino también dinamitadores de la Iglesia.
Lutero fue lo que dice el cardenal. Un hereje como la copa de un pino y como persona un impresentable. Que haya eclesiásticos que hasta parece que lo canonizan sólo manifiestan que no tienen ni idea de quien fue Lutero y además la catadura, y cara dura, de esos individuos. Porque en ellos se une el no saber con la maldad.