Un grupo de familias, de las que conozco a dos y me parecen irreprochables católicamente decide organizar una misa a la que convocan a otras familias amigas. Misa que iba a celebrar un párroco barcelonés completamente al corriente de sus licencias ministeriales. Pues el obispado de Getafe, que no debe tener nada que hacer ni en que ocuparse, se descuelga desautorizando la misa con una nota absolutamente asombrosa.
Uno, que alguna experiencia ha tenido en la organización de actos, sabe que pequeños acontecimientos, de escasísima trascendencia y contado público, lo montan dos o tres personas con su esfuerzo personal y que tampoco consume muchas horas.
Iba a ser una misa familiar seguida de una comida campestre y punto. Lo demás son ganas de buscarle tres pies al gato.
Digo que conozco a dos de los organizadores, no debe haber muchos más, igual ninguno más, y son católicos excelentes. La conexión con Yunque, del que también algo sé, es en lo que alcanzo absolutamente nula y más bien una fijación psicológicamente estudiable del obispado getafense. Los actos que organiza Yunque, o entidades en las que hay personas con alguna vinculación a esa asociación que para el obispado de Getafe debe ser lo peor que hay en el mundo, de nuevo convendría a algunos que buscaran tratamiento profesional, suelen ser sonados, publicitados, de asistencia numerosa… Nada de ello en lo que se había intentado en el Cerro. Un acto humilde, religiosos, familiar y que no iba a tener eco mediático alguno.
Entendería que si la misa la fuera a celebrar un sacerdotes suspendido a divinis, secularizado y casado, pederasta, homosexual conviviente, una «presbítera»… el obispado lo desautorizara. Pero el celebrante iba a ser un sacerdote incardinado en la archidiócesis de Barcelona, párroco en la misma y que por tanto tiene licencias para celebrar en toda España. ¿Qué ha criticado una nota de los obispos catalanes que era ciertamente criticable? Pues vaya motivo cuando en todas las diócesis españolas están celebrando misas sacerdotes que critican la Resurrección de Cristo, la Virginidad de María, la Humanae Vitae de Pablo VI, el celibato sacerdotal, el sacramento de la Confesión, a sus obispos y etc., etc. En Getafe también. Sin la menor desautorización por ello. ¿O tenemos que hablar de Getafe donde no es oro todo lo que reluce? ¿O donde se tapa lo que no reluce? Incluso por mí. Que algunas cosas podría contar. Aunque más vale que sigan bajo tupido velo. Pero para ello bueno sería que no se empeñaran en tocar narices.
Lo de los medios de transporte, la seguridad, el no estorbar otros actos… me parece penoso. Por ridículo. No iban a acudir miles y miles de personas. Ni los más optimistas preverían quinientas. Unas familias, escasas, con sus niños, inofensivas, buena gente y católicas. Y eso el Obispado lo desautoriza. Por sus… cataplines.
Pues bueno. Tomamos nota. Dicen que Don Joaquín López de Andújar está pidiendo a voces que le acepten cuanto antes la renuncia que presentará el próximo 13 de septiembre. En mi opinión no ha sido un mal obispo. Tampoco espectacular. Igual le han colado este gol no por toda la escuadra aino entre las mismísima piernas, tal vez por no encontrase ya con ganas de parar goles. Siempre resulta grotesco matar moscas a cañonazos. Pues Getafe ha disparado el cañón contra unas pobres moscas inofensivas, familiares, católicas y que para nada comprometían ni al Obispado de Getafe ni al Cerro de los Ángeles. Pues vaya heroicidad. La de los cobardes. Que se quieren hacer héroes ante un pobre ratoncillo.