
Por mi parte, habiendo anunciado esa posibilidad hace bastantes meses, no voy a manifestar mi sorpresa. Y será difícil encontrar un sucesor de Pujol peor que Pujol. Por supuesto que en mi opinión. Hasta puede haber alguien que crea que Vidal y Barraquer era una cagarruta comparado con esta, también en mi opinión, diarrea episcopal. Repito que me parece de lo peor del actual episcopado. Cobarde, separatista, con un complejo de Estocolmo de libro, creyendo que tiene que hacerse perdonar ser del Opus Dei como si eso fuera una tacha… Lo regalo a quien lo quiera sabiendo que le hago un pésimo regalo. Hasta Pont y Gol, con conciencia de su tanta cortedad, un genio a su lado. Torrella, posiblemente más malo, pero desde su inteligencia, notable. Que en Pujol, nadie ha encontrado. Y Sistach, desde sus calculadísimas prudencias, siempre pro domo sua, llamándose Martínez, era más catalán que si fuera Raventós o Codorniú, mantuvo siempre dignidad y presencia.
Al que se va a ir, esperemos que cuanto antes, no le va a echar de menos nadie. Y si llegara otro pata negra del Opus, en lo que Francisco no parece muy partidario hasta el momento, creo que no sería malo para quien viniere que no suscitara tantos rechazos. Después del inmaduro Novell y del Traserra que le propuso creo que no hay obispo catalán más m., por supuesto de ,lo otro, que lo he pensado,mi mujer me lo reprocharía, que este Pujol, gracias a Dios a punto de pasar a ignorada vida. Porque de este no se puede acordar nadie. Para bien, imposible, porque no hizo ninguno. Y para mal tampoco, porque sus intentos malvados, varios, tenían tan poca entidad como la de su pobre persona. Nada. Y el Opus Dei debería considerar si lo que nos deja es tal m. No penséis mal. Digo m de mendrugo, de mediocre, de modorro… Vale, de lo que queráis. Pero eso es cosa vuestra y no mía. ¿Y si mía también, no la he escrito?
Si les llegara Pérez Pueyo creo que ganarían muchísimo. No es un m. Quiero decir un modorro o un metagilipollas. Ya luego dependerá de él pero como listo me lo parece creo que intentará hacerlo bien. Y si no fuere el caso, pues a lo que procediera. Si ese fuera el cambio, cuanto antes y aplaudiendo hasta con las orejas. Que si luego tuvieran que interrumpir el aplauso, pues sin el menor problema a su quietud natural. No se me vaya a perturbar el audífono.