
Las dos condiciones para la beatificación de un mártir están siendo muy cuestionadas en el caso del obispo Angelelli. La primera es que lo hayan matado y no hubiera sido un accidente de circulación. Porque si hubiera ocurrido esto último como se sostiene con fundamento no existiría mártir y no cabría la beatificación por ese atajo.
La segunda es que la muerte venga causada por odio a la fe. Cosa que tampoco está clara pues pudo haber sido por las posiciones políticas del fallecido en el caso de que hubiera sido asesinado.
Ante esta división de opiniones me parece un enorme error proceder a la beatificación:
http://www.laprensa.com.ar/469484-Crecen-las-objeciones-ante-la-beatificacion-de-Angelelli.note.aspx
En primer lugar porque se devalúa ese importantísimo acto de la Iglesia cuando muchos fieles lo rechazan en este caso concreto, a la inmensa mayoría de los católicos del mundo les trae sin cuidado y sólo agrada a sectores abiertamente contrarios a la Iglesia o que pretenden valerse de ella para sus postulados políticos de extrema izquierda.
Y también porque el prestigio del Papa Francisco, ya bastante en entredicho, va a quedar más deteriorado ante lo que no pocos juzgan que es un capricho personal suyo derivado de sus actuales simpatías izquierdistas.
Que un obispo, aunque emérito, se atreva a cuestionar públicamente esta decisión pontificia añade morbo al tema y es una muestra más del caos en el que se encuentra la Iglesia y que el Papa actual no quiere o no sabe remediar. Que es para lo que fue elegido y no para un lucimiento personal que además se le desmorona.