Las repetidas obsesiones de Francisco

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El Papa Francisco canceló un viaje por recomendación médica - RedBoing

Apertura y diálogo frente a chismorreos y caras avinagradas: Los consejos del Papa a las religiosas

La vida religiosa está desapareciendo. Y su problema es el chismorreo y las caras avinagradas.

Pues tiene dos problemas. El primero creer esa tontería. El segundo no mirarse al espejo

https://www.religiondigital.org/vaticano/Papa-religiosas-Dialogar-reconociendo-singularidad-chismorreo_0_2740225956.html

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Comentarios
12 comentarios en “Las repetidas obsesiones de Francisco
  1. el porteño bergoglio es un disco rayado que se repite una y otra vez hasta el aburrimiento. que patético! por cierto, bergoglio debería mirarse en el espejo esa cara tan torva antes de hablar de caras avinagradas.

  2. Si se mirara al espejo, quizá sentiría miedo de sí mismo. ¿Han tomado nota los cardenales de todo lo que se ha hecho y está haciendo en la Iglesia desde 2013? ¿Piensan repetir la jugada? ¿Tal vez una coalición de purpurados jesuitas, franciscanos y dominicos está ya pensando en alguien para el relevo? Me temo lo peor.

  3. Por pura casualidad ha caído en mis manos este escrito del Obispo de Sigüenza- Guadalajara, Don Julián Ruiz….. que se parece bastante a lo que dice el Papa. Me parece que el mensaje de ambos es muy similar.

    Hace años leí un libro de un sacerdote del Opus, Jesús Urteaga, que se titulaba «SIEMPRE ALEGRES PARA HACER FELICES A LOS DEMÁS » y que decía exactamente lo mismo que el Obispo que he citado

    Queridos hermanos en el Señor: Os deseo gracia y paz.
    Nos preguntamos si es posible estar alegres en medio de un mundo tan marcado por
    la tristeza, el odio, la violencia, las injusticias, las discriminaciones, las mentiras,
    la manipulación, el hambre, la hipocresía, las apariencias, las heridas afectivas y
    efectivas, la soledad, las enfermedades y la muerte.
    Descubrimos la densidad de lo que nos rodea, el espesor y la profundidad del
    sufrimiento propio y ajeno. No vivimos en un mundo feliz, a menos que estemos
    anestesiados ante la realidad o narcotizados por propuestas ficticias y evasivas.
    La alegría del tercer domingo de Adviento es real y fecunda. Jesucristo viene a
    nuestro encuentro y nos orienta, fortalece y acompaña. Y en Él descubrimos no
    “una” respuesta, sino “la” respuesta que nos permite vivir con alegría. Porque Él es
    el punto de convergencia de muchas trayectorias, el centro de la historia y el punto
    de partida hacia la plenitud.
    Jesús nos ofrece su presencia, su vida, su palabra, su amor. Con Él estamos
    siempre en camino, con ritmo, con horizonte, con esperanza, con fuerza, con
    alegría. Siempre hacia adelante, hacia lo conocido y lo inédito, lo previsto y lo
    insospechado, lo próximo y lo lejano.
    La llamada a la alegría es insistente en la Sagrada Escritura. La encontramos
    en los salmos: “Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre” (Sal
    97[96],12); “Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo”
    (Sal 118 [117],24).
    También los profetas nos comunican alegría: “Desbordo de gozo en el Señor y me
    alegro con mi Dios” (Is 61,10). Habacuc nos presenta un fuerte contraste: “Aunque
    la higuera no echa yemas y las viñas no tienen fruto, aunque el olivo olvida su
    aceituna y los campos no dan cosechas, aunque se acaban las ovejas del redil y
    no quedan vacas en el establo, yo exultaré con el Señor, me gloriaré en Dios, mi
    salvador” (Hab 3,17-18).
    Jesús “se llenó de alegría en el Espíritu Santo” (Lc 10,21). Y nos dice: “Os he
    hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a
    plenitud” (Jn 15,11); “pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa”
    (Jn 16,24).
    San Pablo nos exhorta: “Estad siempre alegres” (1 Tes 5,16); “Que la esperanza os
    tenga alegres” (Rom 12,12); “Alegraos con los que están alegres” (Rom 12,15);
    “Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, los insultos, las privaciones,
    las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil,
    entonces soy fuerte” (2 Cor 12,10); “Alegraos siempre en el Señor; os lo repito,
    alegraos” (Flp 4,4); “El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz…” (Gal 5,22).
    Recibid mi cordial saludo y mi bendición.

    CARTA DEL OBISPO
    + Julián Ruiz Martorell
    Obispo de Sigüenza-Guadalajara

    1. y que tendrá que ver esta carta del obispo julián ruiz martorell con las ocurrencias cansinas del porteño bergoglio? vaya uno a saber!

      1. Yo sí veo que hay concordancia entre lo que dice Su Santidad el PAPA Francisco, el Obispo Don Julián Ruiz y el sacerdote del Opus Jesús Urteaga: que seamos alegres , que no vayamos por la vida con pesimismo total , que alegremos a los que nos rodean, que a pesar de los problemas de la vida no caigamos en la desesperanza , que sabiendo las desgracias de guerras y enfermedades SEAMOS CONSCIENTES DE QUE DIOS NOS AMA y que eso nos debe dar optimismo y alegría. Los tres nos invitan a que no tengamos caras de mal genio o de desagrado o de enfado constante o de falta de ternura . Sino que a pesar de que la edad hace tener gestos en la cara de gran fealdad en todo el mundo (no solamente en el PAPA ) procuremos que nuestro rostro sea el espejo de nuestra alma. Y esa alma debemos intentar que tenga alegría y optimismo , ternura ( a pesar de las tribulaciones cotidianas que nadie niega ) ya que a quien tiene a Dios nada le falta y Dios nos protege . En definitiva el mensaje de los tres citados (Papa, Obispo y sacerdote ) es el de animarnos a borrar las tinieblas interiores con la Luz de saber que Dios está a nuesto lado y que hay vida tras la muerte terrenal.

        1. cada quien ve lo que quiere ver. por cierto, y hablando caras de mal genio o de desagrado o de enfado constante, solo hay que ver la cara que tiene el porteño bergoglio, que cara!

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