¿Y no os hace pensar que algo fallaba lamentablemente en su personalidad y que sería importante saber qué era exactamente lo que fallaba y por qué fallaba? No es el único caso llamativo de eso que llamáis «ángel-demonio».
Es seguro que Dios ha sido justo con él. ¿Estamos siéndolo nosotros? Está muy bien condenar su pecado, pero está mejor averiguar por qué personalidades como esta caen precisamente en ese pecado. Francisco, muy jesuiticamente ha «sobrevolado» el meollo del asunto. Así sólo vamos de escándalo en escándalo.
Parecía un ángel y, en realidad, era un demonio… Dios se apiade de su alma. Qué escándalo y qué dolor…
¿Y no os hace pensar que algo fallaba lamentablemente en su personalidad y que sería importante saber qué era exactamente lo que fallaba y por qué fallaba? No es el único caso llamativo de eso que llamáis «ángel-demonio».
Es seguro que Dios ha sido justo con él. ¿Estamos siéndolo nosotros? Está muy bien condenar su pecado, pero está mejor averiguar por qué personalidades como esta caen precisamente en ese pecado. Francisco, muy jesuiticamente ha «sobrevolado» el meollo del asunto. Así sólo vamos de escándalo en escándalo.