Rafael Ortín
Aunque Papa, cardenales y obispos usan el lenguaje «clericalmente correcto» , muchas veces, para todos, fieles y no fieles, sería conveniente ser más claros y concretos.
Hago referencia a la homilía del día 16 en Santa Marta.
¿Quiénes se están comportando así actualmente?
Pues todos aquellos que han recibido órdenes sagradas y violan flagrantemente sus votos, todos esos cardenales, obispos, monseñores y curas que llevan una doble vida, aparentan dignidad y por dentro están llenos de ambición, avaricia y lujuria (y ésta, muchas veces homosexual). ¡Fariseos e hipócritas!
¿Y qué queda para sus encubridores, tanto en sus respectivas Diócesis como en el Vaticano? Complicidad farisaica e hipocresía.
¿Y qué podemos decir de esa «rigidez» que perjudica a la Iglesia? Que aferrados a sus sillones, prebendas y salutaciones no son capaces de ser coherentes y «salir del armario» dimitiendo voluntariamente y reparando todo el daño hecho.
Y si hablamos del corazón…¿no pensamos en todos esos corazones muy heridos por los abusos sexuales y/o económicos que han sufrido siendo niños o adolescentes, que los ha marcado para toda la vida?
Porque esto va más allá de «cuestiones privadas» como quiere excusar el Cardenal Maradiaga.
Jóvenes con quienes hablo no quieren saber nada de la Iglesia, porque «los curas son unos pederastas». Por más que se les explique que hay muchísimos sacerdotes buenos, siempre conocen casos escandalosos de abusos, sin contar homosexuales y amancebados.
El mal ejemplo y conducta de estos fariseos e hipócritas aleja a los jóvenes y a los fieles de la Iglesia, edificio místico dañado gravemente por todas esas «piedras» podridas, por los que los encubren y por los que callan , consienten, miran hacia otro lado o creen que otros son el «enemigo»
Que la Virgen, como buena Madre, proteja a la Iglesia. Y que San Miguel vuelva a usar su celestial espada para expulsar a los indignos.
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Cuando llegue el momento, pactarán para echar a este Papa del solio pontificio. Pactaron en Catalunya, pactaron tras el 11M y lo harán tantas veces como sea necesario. El Prepósito no debe asustarse ni confiar en sus propias fuerzas, más bien escasas, pero sí mantener los ojos bien abiertos para impedir que ocurra lo mismo que pasó con Benedicto XVI. Para agotar a una persona sólo hay que involucrarla en una estafa y después callar.
Evidentemente, las palabras del papa son más aplicables a ciertos sacerdotes que a los laicos. El que se declara católico en estos tiempos de persecución a la Iglesia, para nada creo que sea hipócrita. En la actualidad, un católico tiene más que perder que ganar en este mundo.
Ultimamente en la iglesia y en las homilías los sacerdotes abusan de este texto evangélico sobre los fariseos, para criticar acidamente a las personas que rezan mucho o van mucho a la iglesia. Primero aquellos doctores de la Ley no quisieron reconocer a Jesucristo como el Mesías a pesar de tener suficientes conocimientos para haberlo detectado, segundo sólo Jesucristo que es Dios conocía el interior de los corazones y sabía las dobles intenciones de aquellos doctores. Pero los sacerdotes de hoy en día y el Papa, no pueden criticar tanta acritud a la gente que reza mucho o que se esfuerza en agradar a Dios como ellos saben que es rezando, porque el corazón de esas personas sólo las conoce Dios, y estos nuevos inquisidores sabelotodos no tienen la mrada tan penetrante para saber nada. Referente al artículo de acuerdo y ellos lo primero que dejen de ser hipócritas abandonar sus malos modos o salir de los armarios y hacer una vida civil.
Muy bien María