La apertura de la primera escuela católica en Finlandia marcará un hito para la vida eclesial del país. El centro educativo está previsto para agosto de 2026 en el barrio de Lauttasaari, en Helsinki, y se inscribe en el contexto de una Iglesia católica numéricamente minoritaria pero en crecimiento, según informa Tribune Chrétienne.
Con unos 20.000 fieles católicos en una población de 5,5 millones de habitantes, la Iglesia católica finlandesa se organiza en un único diócesis —Helsinki— que cubre todo el país y cuenta con ocho parroquias repartidas en un territorio casi tan extenso como Alemania.
Un proyecto educativo integrado en el sistema nacional
La futura escuela acogerá inicialmente a un número reducido de alumnos, desde educación infantil hasta primaria, organizados en clases multinivel. El centro seguirá los programas oficiales de la enseñanza básica finlandesa y utilizará materiales pedagógicos aprobados por las autoridades educativas del país.
La escuela estará abierta a todos, sin distinción de religión o convicciones. La enseñanza religiosa se impartirá conforme a la legislación vigente: en la confesión del alumno o, alternativamente, como educación cívica. La identidad católica se expresará principalmente a través del clima educativo, la transmisión de valores cristianos, la vida comunitaria y la celebración de las principales festividades del calendario litúrgico.
Contexto histórico del catolicismo en Finlandia
Para comprender el alcance de esta iniciativa, es necesario situarla en la historia del catolicismo en Finlandia. Presente en la Edad Media, la Iglesia católica desapareció casi por completo en el siglo XVI tras la Reforma protestante, cuando el territorio, entonces bajo dominio sueco, adoptó el luteranismo.
No fue hasta el siglo XIX, durante el periodo de dominio ruso, cuando el catolicismo volvió a ser tolerado, inicialmente para extranjeros y posteriormente también para la población local. En las últimas décadas, la comunidad católica ha experimentado un crecimiento sostenido, vinculado principalmente a la inmigración, con tasas estimadas de entre el 2 y el 5 % anual.
Un desafío pastoral y educativo
Hasta ahora, las familias católicas en Finlandia carecían de cualquier estructura escolar confesional y dependían casi exclusivamente de la catequesis parroquial para la transmisión de la fe. La creación de una escuela, aunque de dimensiones modestas, representa un paso significativo, no como una opción de repliegue identitario, sino como una aportación al sistema educativo nacional.
El papel del obispo de Helsinki
La iniciativa se desarrolla bajo el episcopado de monseñor Raimo Goyarrola Belda, sacerdote español y miembro de la prelatura del Opus Dei y obispo católico de Helsinki desde septiembre de 2023. Al frente del único diócesis del país, asume la totalidad de las responsabilidades pastorales e institucionales de la Iglesia católica en Finlandia.
En ausencia de una conferencia episcopal nacional y de cardenales, el obispo de Helsinki actúa como interlocutor directo ante las autoridades civiles, las demás confesiones cristianas y la Santa Sede. Presente en el país desde 2006, monseñor Goyarrola ha desempeñado diversas tareas pastorales y educativas, lo que le ha permitido adquirir un conocimiento profundo del sistema escolar finlandés.
Una presencia discreta pero estable
En una sociedad mayoritariamente luterana y profundamente secularizada, la apertura de la primera escuela católica no altera el equilibrio religioso del país. Sin embargo, constituye un signo de la voluntad de la Iglesia católica de arraigarse de manera estable en Finlandia, transmitiendo sus valores y participando, dentro del marco legal, en la vida educativa y social del país.
