El obispo de Rottenburg-Stuttgart, Klaus Krämer, ha calificado de “paso histórico” la futura Conferencia Sinodal, el nuevo organismo nacional en el que los 27 obispos diocesanos de Alemania deliberarán junto con representantes laicos. En una entrevista publicada por Katholisch.de, el obispo reflexiona sobre este nuevo órgano, el posible diaconado femenino, la ordenación de hombres casados, la reforma pastoral en su diócesis y el proceso de investigación de abusos.
“Se ha producido una evolución notable y un consenso creciente”
Krämer explicó que la Conferencia Sinodal es fruto del trabajo del actual Comité Sinodal, que aprobó por unanimidad los estatutos del nuevo organismo durante la asamblea celebrada en Fulda. A su juicio, este consenso refleja una maduración significativa en la cooperación entre obispos y laicos. El obispo confía en que Roma otorgue la recognitio, un reconocimiento que no es una mera aprobación formal, sino un acto que refuerza la autoridad de la normativa en la Iglesia universal.
Según Krämer, el nuevo organismo permitirá a la Iglesia en Alemania pronunciarse con mayor peso en debates sociales relevantes, especialmente en cuestiones bioéticas, la protección de la vida en todas sus fases, la cultura democrática y diversos ámbitos pastorales.
Expectativas ante Roma y continuidad del proceso sinodal
Preguntado por las declaraciones recientes del Papa Leo XIV —quien señaló diferencias entre el desarrollo del Camino Sinodal alemán y los procesos sinodales de la Iglesia universal— Krämer afirmó que no se trata de un retroceso. A su juicio, el Papa desea una convergencia y espera que se alcance un consenso estable con Roma respecto a las estructuras eclesiales.
El obispo también se mostró favorable a abrir el camino hacia el diaconado femenino, aunque insistió en que se trata de una decisión que debe ser asumida por la Iglesia universal. Explicó que, pese a la cautela expresada en el documento romano más reciente, percibe una creciente apertura en la Iglesia mundial a esta posibilidad.
Reforma pastoral: las futuras “unidades territoriales” o “ámbitos pastorales”
Krämer informó que la diócesis avanza en la reestructuración de sus comunidades. Las más de mil parroquias autónomas existentes serán reorganizadas en entre 50 y 80 nuevas unidades pastorales llamadas provisionalmente “ámbitos” o “espacios pastorales”. Estos espacios integrarán las parroquias actuales, que seguirán funcionando como lugares de vida comunitaria.
El calendario previsto establece que en 2026 se determine su delimitación concreta, con vistas a iniciar la aplicación de la reforma en 2027 y completar la transición en 2030. El obispo subrayó que en estas nuevas estructuras se buscará combinar el servicio de sacerdotes y la participación de laicos cualificados en tareas de dirección pastoral, siempre dentro de los límites del derecho canónico.
Krämer pide estudiar la vía de los “viri probati”
En relación con la disminución del número de sacerdotes —la diócesis calcula que en diez años tendrá un tercio menos y en quince años la mitad del personal pastoral actual— Krämer considera que el modelo de viri probati (hombres casados de probada madurez y vida cristiana) podría ser una opción viable para el ministerio sacerdotal. En cambio, se mostró menos convencido sobre la idea de un “voto temporal de celibato”, sugerida recientemente por el obispo de Speyer.
Avances en la investigación de abusos en la diócesis
Respecto al proceso de investigación de abusos cometido entre 1946 y 2024, el obispo confirmó que el informe final se presentará en 2027. Aunque algunas líneas de investigación plantean la posibilidad de vínculos entre ciertos agresores, hasta ahora no se han encontrado indicios claros de redes organizadas.
