Hace unos días el cardenal José Cobo Cano, arzobispo de Madrid, recibió en audiencia privada a uno de los grupos encargados de organizar la próxima asamblea mundial de la Red Global de Católicos Arcoíris (GNRC), una organización que promueve abiertamente ideas contrarias a la doctrina católica sobre la sexualidad.
El encuentro se realizó como preparativo para el evento que se realizará en Madrid, del 21 al 25 de agosto, es el quinto encuentro anual de la GNRC, donde se debatirá sobre “el futuro de los católicos LGBTQ+”, en un espacio de diálogo e inclusión —así lo exponen en la invitación—.
La Red Global de Católicos Arcoíris: un frente organizado contra la doctrina católica
La llamada Red Global de Católicos Arcoíris (GNRC, por sus siglas en inglés) es una plataforma internacional que agrupa a organizaciones LGBT que se identifican como “católicas” pero rechazan abiertamente las enseñanzas de la Iglesia sobre sexualidad, matrimonio y orden natural.
Fundada en Roma en 2015, esta agrupación afirma haberse inspirado en el Sínodo sobre la Familia convocado por el Papa Francisco. Desde entonces, se ha consolidado como la estructura más visible del activismo homosexual dentro del ámbito eclesial. Bajo el pretexto de una supuesta inclusión, promueve el reconocimiento del “matrimonio” entre personas del mismo sexo, la normalización de la transexualidad y la revisión del magisterio en materia moral.
Sus líderes no ocultan su estilo de vida contrario a la doctrina católica: los dos copresidentes de la organización viven en uniones homosexuales. Además, la GNRC defiende abiertamente un cambio radical en la visión de la Iglesia sobre el pecado y la naturaleza humana. Por ejemplo, en su declaración de principios, manifiestan que buscan “apoyar y elevar las voces de las personas LGBTI y de todos los marginados en la Iglesia”, incluyendo la promoción de “la igualdad de la mujer en la Iglesia Católica”, en abierta oposición al orden sacerdotal exclusivamente masculino.
Una agenda ideológica con apoyo eclesiástico en Madrid
Del 21 al 25 de agosto, la GNRC celebrará en Madrid su quinta asamblea mundial. El lema es claro: debatir “el futuro de los católicos LGBTQ+”. No se trata de un evento menor. Participarán figuras conocidas del activismo LGBT eclesial, como el sacerdote británico James Alison, que tras haber sido laicizado por la Congregación para el Clero recibió el respaldo personal del Papa Francisco en 2017. Según Alison, el Pontífice le habría concedido “el poder de las llaves”.
Más allá de las palabras, los gestos cuentan. Esta misma semana, uno de los grupos encargados de organizar la asamblea fue recibido en audiencia por el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo Cano. Los organizadores no ocultaron su satisfacción: “Hemos compartido con él la alegría de coorganizar la próxima Asamblea Mundial de la GNRC… Seguimos construyendo puentes hacia una Iglesia más inclusiva”.
New Ways Ministry, DignityUSA y otros grupos heréticos
Entre las entidades miembros de la GNRC figuran algunas de las organizaciones más radicales del movimiento homosexual que se presenta como “católico”. Es el caso de New Ways Ministry y DignityUSA, ambas conocidas por sus campañas a favor del “matrimonio” homosexual, el sacerdocio femenino y la eliminación del lenguaje sobre el pecado en los documentos eclesiales.
Estas organizaciones no sólo contradicen abiertamente el Catecismo de la Iglesia Católica, sino que actúan de manera coordinada en foros, sínodos, medios y redes sociales para influir en la doctrina y disciplina de la Iglesia. Lejos de promover la conversión o la fidelidad al Evangelio, su mensaje es claro: adaptar la Iglesia a la ideología de género.
Una amenaza doctrinal con acceso a obispos y dicasterios
La acogida del cardenal Cobo a los organizadores de la GNRC no es un gesto aislado. En octubre de 2023, el propio Papa Francisco recibió al grupo en audiencia privada. Allí, según los líderes de la GNRC, el Pontífice les animó con un “¡Adelante!”, que interpretaron como un respaldo claro a su agenda.
Este tipo de encuentros y bendiciones implícitas generan una grave confusión entre los fieles. Mientras Roma guarda silencio ante los abusos litúrgicos o las herejías doctrinales, grupos como la GNRC avanzan sin resistencia en su propósito de reinterpretar la moral católica y socavar los fundamentos de la fe.
La fidelidad a la verdad, más urgente que nunca
Ante este panorama, los fieles católicos deben permanecer vigilantes. La verdadera caridad no consiste en convalidar el pecado ni en adaptar la doctrina al espíritu del mundo, sino en anunciar la verdad con claridad, con valentía y con misericordia. La GNRC representa una desviación peligrosa y organizada que no puede ser ignorada. Su poder de convocatoria, su apoyo eclesial y su influencia mediática la convierten en una amenaza real para la integridad de la fe.