Decían que estábamos llamados a una nueva etapa eclesial marcada por la «escucha», por el «caminar juntos», por esa figura retórica de sabor conciliar que es el Sínodo de la Sinodalidad. Pero con el paso del tiempo, esa sinodalidad, tan pomposamente promocionada, ha demostrado no ser más que una etiqueta bonita para justificar decisiones ya tomadas. Y, cuando uno escucha lo que no quiere oír, parece que la sinodalidad se convierte en algo parecido a una consulta con acúfenos ideológicos.
El caso más burdo nos lo ofrece el periodista Rich Raho, habitual defensor en redes sociales de todo lo que huela a “progresismo sinodal”. En un tuit publicado ayer —que ya ha sido ampliamente difundido—, Raho afirma lo siguiente:
El Papa puede consultar, pero en el final, él es el que decide. […] Pope Francis was absolutely correct in issuing Traditionis Custodes.”
Es decir: consultar sí, pero solo para cumplir con el trámite. La decisión, naturalmente, ya está tomada. Escuchar al Pueblo de Dios, por supuesto. Pero si el Pueblo dice algo que no encaja con la narrativa, se archiva en el fondo del cajón y a otra cosa. ¿Y para esto tanto sínodo, tanto cuestionario, tanto “proceso de escucha”?
La contradicción no puede ser más sangrante. Mientras algunos voceros sinodalitas siguen haciendo malabares para defender lo indefendible, ya se ha documentado que decenas de diócesis en todo el mundo respondieron positivamente sobre la aplicación de Summorum Pontificum. No eran grupos marginales ni nostálgicos rebeldes: eran los obispos reflejando el sentir de los fieles, sacerdotes y comunidades enteras que encontraban en la liturgia tradicional una fuente de fecundidad espiritual. ¿Qué hizo entonces Roma? ¿Escuchó? No. Dijo justo lo contrario. Y así nació Traditionis Custodes, un documento de amputación litúrgica que ahora sabemos que se impuso mintiendo.
Un informe oficial del Vaticano, hasta ahora inédito, desmonta los cimientos de Traditionis Custodes. Este documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe revela que la mayoría de los obispos estaba satisfecha con Summorum Pontificum y que su supresión fue impuesta a pesar de advertencias claras sobre sus consecuencias. Entre sus hallazgos destaca que la liturgia tradicional no generaba división, que atraía especialmente a los jóvenes y que su eliminación podría causar “más daño que bien”. La evaluación interna deja en evidencia que la supuesta necesidad de restringir la Misa tradicional no se sustentaba en los datos reales, sino en prejuicios ideológicos y desconocimiento.
Y ahora, como reacción defensiva, se nos pide que admiremos la firmeza de Francisco en tomar decisiones “aunque consultara”, presentándolo como un acto de liderazgo autoritario. Lo que nos faltaba. La realidad es que los documentos publicados (y no desmentidos) acreditan que Traditionis Custodes no es más que una forma clerical de absolutismo disfrazado de sinodalidad. La misma actitud que durante décadas criticaron con saña quienes ahora aplauden.
Porque, no nos engañemos: el francisquismo era un proyecto en contradicción permanente. Proclamaba apertura, pero prohibía. Hablaba de inclusión, pero segregaba. Decía escuchar, pero se tapaba los oídos cuando el mensaje no convenía. Clamaba por misericordia, pero despachaba con frialdad a quienes aman la tradición. Predicaba unidad, pero ejecutaba división. Y todo ello envuelto en los dogmas de la progresía eclesial setentera, fosilizada en sus eslóganes, que confunde actualidad con relevancia y renovación con ruptura.
Mientras tanto, algunos periodistas vinculados a este ecosistema ideológico insisten en blindar el legado de Francisco con comentarios que más que periodismo parecen neocatecismos de obediencia automática. Lo curioso es que, en nombre de la sinodalidad, se estaba dejando sin voz precisamente a los que deberían ser escuchados: los fieles.
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Hay que mirar hacia adelante; el Papa Francisco tuvo muchos errores y aciertos; pero ahora es el tiempo del Papa León XIV que también tendrá errores y aciertos, pero que en definitiva ahora es el tiempo de su pontificado, deseándo lo realice según la voluntad de Dios.
Aciertos dice…
El Señor PERMITE la maldad porque nos da la libertad para escogerla, no somos robots…
Ya les gustaría a los tiranos sinodalistas de pacotilla que lo fuésemos robots guiados por ellos, para así seguir ahondando en la decadencia perversa que tanto les agrada…
En Buenos Aires, en la década del ´80, nos cambiaron la fórmula del Padrenuestro, varias veces centenaria, sin consulta alguna, sin sentido, sin necesidad. Sólo como una muestra de autoritarismo. Decíamos siempre «perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores». Se cambió por «perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden». Son términos equivalentes, no había ninguna necesidad del cambio. Pero lo hicieron. Y en países angloparlantes hubo fuerte oposición y no se efectuó el cambio. Un ejemplo más de autoritarismo tiránico.
La cambiaron para acercarse más a las palabras de JC del Padrenuestro que enseñó en la Biblia.
Eso me contaron.
Tanto en la versión griega como en la latina, que la de arameo no disponemos de ella, se habla de deuda y deudores. Y parece sutil la diferencia, pero entraña algo profundo y esencial. Y si no analicelo usted mismo para que se dé cuenta.
Gárgola, tu defensa del modernismo no cuela aquí, yo creo que a estas alturas ya te habrías dado cuenta, salvo que seas muy torpe. Perdona nuestra deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores…….Desde el concilio siempre llevé la contraria a los cambios caprichosos o temerarios de los herejes modernistas. Anda que no. Ahora solo los necios siguen al Don Gato Hamelín rumbo al averno.
Yo soy defensor del único Papa que tenemos que es de todos los católicos del mundo.
Aún no ha escrito nada, estamos de vacaciones, ninguna exhortación, nada de motu propio, etc…; solo hablan sus gestos, sus actos, sus palabras, y por supuesto se equivocará y acertará. Por supuesto cada uno de nosotros lo verá distinto en sus acciones y lo verá según sus dones. Desde luego no quiero imponer nada, solo dar mi opinión que no tiene que coincidir con las diversas opiniones que se formen los demás.
Siendo totalmente equivalentes, era lógico cambiar la manera en que se había rezado el Padrenuestro por cientos de generaciones? Tan innecesario era, que a los angloparlantes se les autorizó a continuar con el modo antiguo! La tradición es importante!!!
Es la explicación que me dió un sacerdote. No sé más lo siento. La Iglesia decidió cambiarlo; siglos antes se rezaba en latín.
«Hay deudas materiales y deudas espirituales; las hay también morales. Deuda material es la moneda o la mercancía que deben restituirse por haber sido prestadas. Deuda moral es la estima arrebatada y no correspondida, el amor querido y no dado. Deuda espiritual es la obediencia a Dios, de quien se exige mucho dándole bien poco, y el amor a Él. Dios nos ama y se le debe amor, como se debe amor a una madre, a la esposa, al hijo, de quienes se exigen muchas cosas. El egoísta quiere tener, pero no da. Pero el egoísta está en las antípodas del Cielo. Tenemos deudas con todos: desde con Dios hasta con el esclavo, pasando por los familiares, los amigos, el prójimo en general, y los que están a nuestro servicio (pues todos éstos son en el fondo iguales que nosotros). ¡Ay de quien no perdone, porque no será perdonado! Dios no puede, por justicia, condonar la deuda que el hombre tiene para con Él, santísimo, si el hombre no perdona a su semejante».
Lo que «me contaron» no es argumento. Hay que LEER los Santos Evangelios y no repetir falacias. En el Padrenuestro según San Mateo se habla de deudas: «perdónanos nuestras deudas como nosotros perdonamos a los que nos deben». En el Padrenuestro según San Lucas se equiparan nuestros pecados con deudas: «perdónanos nuestros pecados como nosotros perdonamos a lo que nos deben». En TRES (3) parábolas Jesús habla de nuestros pecados como deudas: Él nos ha perdonado una deuda gigantesca, por lo que si no perdonamos a los que nos deben a nosotros, nos encerrarán hasta pagar hasta el último peso. Por eso nos aconseja arreglarnos con nuestro adversario antes de presentar nuestra ofrenda y mientras vamos de camino. Y por eso mismo, aquél a quien le perdonó una deuda mayor, más amor tiene al Divino Maestro. San Pablo, además, habla claramente de que Jesús canceló con su Sangre la deuda que teníamos con la Divina Justicia, y nos dice «no tengáis más deudas que las del amor». Saludos.
ÁNGELES WERNICKE
Si usted piensa, y con toda razón, que son términos equivalentes deudas y ofensas, no entiendo por qué le molesta tanto el que se diga ahora «perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden» Jesucristo nos mandó amar a los que nos odian. Esto, que nos manda Jesús, es lo que se dice en el PADRENUESTRO ahora . ¿Dónde está el problema? No le llame usted «autoritarismo tiránico» a ese minçúsculo cambio , porque quizá se trate de que ciertas personas tienen un problema consistente en una especie de enorme aversión a cualquier cambio por pequeño que sea.
¿Ahora vamos a hacer un problema de si se dice deuda u ofensa? No creo que sea sensato perder en esas pequeñeces el tiempo.¿No tiene la sociedad y la Iglesia problemas de más peso? ¿Ahora que la gente de menos de 50 años no cree?
Deuda, según el Dicccionario de la Real Academia, es » OBLIGACIÓN MORAL CONTRAÍDA CON ALGUIEN » ahí encaja perfectamente el concepto de ofensa
«Se cambió por «perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden». Son términos equivalentes…».
Sí, como atún es equivalente a betún.
¿Estáis ciegos?
El pecado que cometemos es la ofensa, y la deuda que contraemos es la “pena” que nos queda, aun perdonado el pecado.
¡Estos hijos de mala madre no han dado puntada sin hilo!
Sin deuda remanente, ¡NO HAY PURGATORIO!
Antes que comenzara el sínodo de la sinodalidad, el jesuita Antonio Spadaro dijo que había que estar preparados para las «sorpresas del Espíritu» Me pregunto: ¿Y cómo sabía que el Espíritu Santo iba a provocar o revelar sorpresas? Las sorpresas ya estaban previstas de antemano (diaconisas, etc. etc. etc.). Además, llama la atención que los máximos dirigientes de dicho sínodo hablaban siempre del «Espíritu», a secas, no decían «Espíritu Santo». Da la impresión que estaban más atentos al espíritu del mundo.
Y es que era el papa! La que nos faltaba, que critiquen al papa por tomar una decisión, sí, el papa decide y punto. Tanto que criticáis la democratización de la Iglesia, ahora exigís que se escuche a “todos”
Es una falta de respeto que digáis que Traditiones custodes está fundamentada en mentiras, la división fomentada por ciertos obispos tridentinos era más que evidente. Nunca se vio que ataquen tanto a un papa como lo hicieron con Francisco, en base a eso la restricción era necesaria en ese momento. León XIV alguna corrección le hará pero exigir que vuelva Summorum Pontificum como si la Iglesia fuera una republiqueta bananera, es ridículo.
Ay pajarraco siniestro poseído por el maligno el tal POE, tú como discípulo odias la santa misa, pero mucho mas la no profanada, la tridentina. Pues jódete, que esta misa nunca desaparecerá. Ya lo verás desde el infierno, desgraciado.
A ver si te enteras, nadie quiere que desaparezca esa misa, entiendo la restricción que en su momento Francisco tuvo que implementar porque cismáticos como tú usaban algo tan sagrado para dividir al pueblo de Dios. Creo que León XIV encontrará la manera de contentar a unos y otros, pero con gente como tú la tiene difícil.
E.A.POE, para críticas a un papa, con malignidad y alevosía, recuerde los ataques a Benedicto XVI, con insultos como negarle el saludo dejándolo con la mano extendida… Y el muy santo no respondía con represalias, sino con mansedumbre y humildad…!
Negarle el saludo a Benedicto?, insultos?
Deje usted de difamar a alguien que ya no se puede defender. Francisco siempre habló del profundo respeto que le tenía a Benedicto y eso lo vimos todos en sus tantos encuentros. No entiendo como usted puede calumniar tan libremente y al mismo tiempo considerarse cristiana
Sí, mucho respeto. Por eso anuló Summorum Pontificum, aun estando vivo BXVI, por el gran respeto que le tenía. Y ahora sabemos, además, que Francisco motivó el cambio con argumentos infundados (por no decir falsos). Ni respetó a BXVI ni respetó la verdad.
Sr. Poe, dije que los opositores a Benedicto le habían negado el saludo, no que lo hiciera el papa Francisco. Lo que hizo el papa Francisco fue anular una disposición importante de Benedicto como era Summorum Pontificum, sin siquiera esperar a la muerte de su autor, por consideración a él, uno de los teólogos más importantes en la Iglesia Católica.
En la Iglesia regenerada, los misales viejos (1962) volverán. Tome nota.
La foto es del innombrable Bergoglio
😉
es una foto buenísima, le han pillado haciendo una pausa para tirarse un cuesco vegano de esos asados argentinos vegetales y ecológicos q a pesar de ser de plantas engordan
Buenisimo artículo del señor Escrivá. Muy bien dicho.
Hemos tenido un papa que junto a Tucho y Roche no han sido TRANSPARENTES , ocultaron informacion y con manipulacion hicieron un decreto que afecta a toda la iglesia sin importar los daños y todo por quedar siempre bien con unos pocos que no me extrañaria Alemanes entre ellos .
Ese SINODO es una farsa , un capricho y una perdida de tiempo . Por mi que se derrumbe ese Sinodo o Sinodalidad nos trae un mal recuerdo de Bergolio y compañia.
Ese sinodo es solo una maquinaria para satisfacer a los liberales Alemanes y sus caprichosas propuestas . Es que es obvio , tan evidente y todos todos toditos lo sabemos .
Asi como Lutero le tenìa odio a la eucaristia , a la misa. Asi le tienen odio a la misa de siempre . Eso no puede ser , muy cierto lo que dice el Señor Miguel Escrivá , por una parte manipulan diciendo y hablando del eucumenismo , del maravilloso dialogo interreligioso y por otra restringen sin compasión la misa tridentin.
No tengo nada en contra del misal de 1962 ni de ninguno anterior. Pero, por favor, respeten el misal de 1970 como yo respeto los otros.
Leí una vez un comentario de un sujeto que decía hacer ¡imagínenselo! en el misal de san Pablo VI. Eso es una blasfemia.
Se unificó el rezo del Padre nuestro en castellano porque en cada país de habla hispana se rezaba con variantes, lo que hizo que san Juan Pablo II preguntara en sus viajes a esos países: «¿Qué Padre nuestro se reza aquí?»
Es ésa clásica película de terror que aunque pasen los años, sigue dando miedo. No saldrá de la cartelera de algún cine, por tiempo indefinido.
Así la «»»Si no da li dad»»». Vuelve ,
Así le hace la publicidad.
Te convencen que es por tú bien.
Bueno, hasta que Dios disponga otro escenario, Él Es el Mejor de los Tramoyeros
Ni entiendo ni entenderé nunca por qué en los últimos sesenta años se persigue y se le prohíbe a un católico que quiere ser católico como fueron todos sus antepasados, y rezar como rezaron ellos, con las mismas palabras, en la lengua universal de la Iglesia, y seguir los pasos de los grandes santos y mártires. Y eso dentro de su propia Iglesia de dos mil años. Ateniéndonos a la comunión de los santos, el 90% de los católicos de todas las épocas fueron tradicionales, los modernistas son sólo un grupo minoritario que además está en declive constante. Pero ellos imponen su dictadura dentro de la Iglesia a los católicos de siempre. Es aberrante.
Ya el mismo título que le puso el MEN TI RO SO de Bergoglio es sintomático: traditiones (????) tuvo un lapsus linguae de libro Freudiano. Quiso decir TRAICIONES. Amén de la mala leche que tuvo al sacarlo cuando, ¡¡ le quedaban unos meses de vida a Benedicto!!. Siempre lo dije: Bergoglio era intrínseca-axiológica y ontológicamente PERVERSO. Cada vez está más claro. Y lo que no sabemos…
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