La fe no se mide en decibelios: lo que piden los jóvenes es Tradición

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Los macroeventos católicos que congregan multitudes de jóvenes tienen algo de espejismo. La activación puntual de masas, como modelo que comenzó con Juan Pablo II, se ha demostrado una solución incompleta. Estas iniciativas no son negativas en sí mismas. De hecho, muchas veces son el primer contacto de un adolescente con una experiencia viva de fe. Pero sería un error grave confundir esa primera chispa, normalmente inducida en el ámbito del ocio, con una llama firme y sostenida.

La Iglesia no puede vivir anclada en el entusiasmo de una moda o en el vértigo emocional de un festival. Porque las modas pasan. Y si no ponemos el foco en lo esencial, lo que queda tras las luces es arena. Por eso, conviene que nos preguntemos: ¿dónde está creciendo realmente la Iglesia? ¿Dónde nacen las vocaciones que sostendrán el cuerpo eclesial dentro de veinte o treinta años?

La respuesta, aunque incómoda para algunos, es clara: en los entornos donde se vive la fe con profundidad, con reverencia, con arraigo en la tradición. Hoy, los seminarios que mantienen una formación exigente, centrada en la liturgia tradicional, la teología clásica y la vida interior, no solo sobreviven, sino que crecen. Mientras en muchos seminarios diocesanos europeos las cifras de nuevos ingresos son dramáticamente bajas —con diócesis enteras sin ordenaciones en años—, comunidades como la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro (FSSP), o el seminario de la diócesis de Lincoln (EE.UU.), que ofrece una liturgia reverente y un modelo clásico de formación, están repletos de vocaciones. En Francia, casi la mitad de las nuevas ordenaciones sacerdotales provienen de institutos ligados a la misa tradicional, pese a representar un porcentaje ínfimo del total de parroquias.

No es un fenómeno marginal, es una tendencia sólida: donde se celebra la liturgia con solemnidad, donde se enseña la fe sin diluirla, donde se educa a los jóvenes en el sacrificio y no en el espectáculo, florece la vida consagrada. Es más: muchas familias jóvenes que abrazan la fe católica con plenitud —abiertas a la vida, centradas en la liturgia, comprometidas con la parroquia— están surgiendo precisamente en estos entornos. Son semillas silenciosas, pero fértiles. No hacen ruido, pero cambian el mundo.

Por eso, es necesario que recuperemos el sentido de lo esencial. No miremos solo a las masas. Miremos a los seminarios. Miremos la asistencia real a la Misa. Miremos a las familias que transmiten la fe con coherencia. No permitamos que la fascinación por lo efímero nuble nuestra mirada espiritual. La Iglesia no es una maquinaria de eventos; es un misterio de comunión y verdad. Y su renovación vendrá, como siempre ha venido, desde dentro: desde el silencio del sagrario, desde la fidelidad de quienes oran, desde el coraje de quienes anuncian sin miedo la Verdad entera.

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Comentarios
42 comentarios en “La fe no se mide en decibelios: lo que piden los jóvenes es Tradición
    1. Hay un error muy profundo que hasta los turistas masificados de Toledo o Granada captamos al visitar alguna joya del arte y la fe del pasado, léanse jerónimos, cartujas de quinientos años, etc. Mientras se admira embobado la maravilla exuberante del altar mayor y el misticismo abigarrado de los «sancta sanctorum» de antaño, los ojos descienden luego hasta el contraste de la cutrez a ras de suelo de la «mesa» de hoy… Y si encima piensas que los que procuraban aquella magnificencia para el culto a Dios, luego se volvían a celdas desnudas o a silencios ermitaños en huertos exiguos…

  1. Las Sagradas Escrituras enseñan que al final «los santos serán vencidos».
    A la Iglesia le quedan dos caminos de anonadamiento hacia el Apocalipsis y la Segunda Venida de Cristo pronto.
    El primer camino de anonadamiento es la imitación de la pasión de Cristo, es decir, una Iglesia que lucha contra los ricos y poderosos del Mundo hasta que es vencida y reducida a un pequeño grupo de elegidos.
    Es lo que enseña la novela de Robert Hugh Benson «El Señor del Mundo».
    El segundo camino de anonadamiento es el de la adulteración de la religión, una jerarquía que busca tener una Iglesia poderosa y rica y la transforma en la Iglesia de Laodicea y en la Mala Mujer del Apocalipsis sin perjuicio de que quede un resto fiel como sucedió en la Primera Venida de Cristo y en la Primera Israel.
    Habría, entonces, una Iglesia de la Publicidad y una del Silencio que se separarán tres años y medio antes de la Segunda Venida de Cristo.
    Por supuesto, la Iglesia desprecia el Apocalipsis y le teme

  2. ¿Esto es un debate de la celebración de la Resurrección de la ACdP en Cibeles?
    Muchos propagandistas no están de acuerdo con esos montajes.

  3. La jerarquía tiene la misma convicción que los católicos que no creen en la Segunda Venida de Cristo pronto y ven el Apocalipsis como un suceso que hay que evitar de cualquier manera.
    El Apocalipsis no se puede evitar y la única forma de impedir que no sea enseguida es no intentando evitarlo porque si luchan contra los ricos y poderosos del Mundo puede que Dios los ayude como puede que no pero si buscan evitar el Apocalipsis por medio de la adulteración de la religión y el acuerdo con los ricos y poderosos del Mundo cumplen las profecías de la peor manera posible: se transforman en la Iglesia de Laodicea y en la Mala Mujer.
    Pero la Iglesia no quiere escuchar hablar del Apocalipsis y de esa manera colabora en que sucede de la manera más humillante para Ella y para el Mundo.

  4. 《Estas iniciativas no son negativas en sí mismas》. Lo son desde lo más profundo de su médula.

    La fe, travestida, de vulgar y grotesco espectáculo de masas integralmente aborregadas.

    1. ¿Lefe… qué? ¿Y eso qué es? Igual es algo que le regaló AliExpress con su último pedido: el fabuloso e insuperable «Medidor de mayorías en la iglesia sin moverse de casa», de la Señorita Pepis.

  5. «lo que piden los jóvenes es Tradición»

    Sí, tenemos el ejemplo del joven Jaime Gurpegui que desea la Tradición con unas ansias locas propias de la juventud. Y la Tradición en la cabecita del jovencito Jaime, por supuesto que significa volver a un ritualismo clerical anticuado y al latín, un idioma que nadie habla y solo unos pocos «dinosaurios» entienden (y malamente).

    Jaimito, ¡oh Jaimito!,
    Jaimito ¡oh soñador!,
    La «Tradición» te pierde
    Y lo nuevo es para ti un terror.

    1. Vade retro Satanis, Vanitas vanitatis omnia vanitas, sic transit gloria mundi. Christus vincit, Christus Regnat, Christus imperat.
      La tradición nunca muere.

    2. «latín, un idioma que nadie habla y solo unos pocos ‘dinosaurios’ entienden (y malamente)»

      De la familia de los saurios sólo se conocen los progresaurios, en vías de extinción, dicho sea de paso. Y esos no han entendido latín jamás, pese a ser el idioma oficial de la Iglesia y en el que está escrito tanto el Misal Romano, como el novus ordo de Pablo VI (en todas sus ediciones).

      Por otra parte, salvo por posesión diabólica, no se entiende bien su alergia a la lengua de la Iglesia, salvo por el hecho de serlo, pues a usted no le afecta: ni va a misa, no tiene intención de ir, y ni siquiera es católico. Así que a usted le daría igual que todas las misas fueran en latín o en suahili. Pero el caso es meterse en camisas de once varas y soltar su idiotez diaria (y hoy ya lleva docenas).

      1. «el idioma oficial de la Iglesia»

        De la latina sí, no de la maronita (también papista) y mucho menos de la ortodoxa griega, rusa, etc.

        Y lo más importante, el latín no es el idioma oficial del Cielo. Tampoco es dogma de fe, no es un sacramento instituido por Cristo, es solamente el idioma preservado y mantenido como «oficial» por la Iglesia de occidente, hoy conocida como Iglesia Católica Romana (heredera de muchas cuestiones del Imperio Romano). Nada de transcendente tiene ese idioma, nada de nada. No sé por qué andan tan loquitos por el latín al punto de desear con desenfreno el retorno de las Misas en latín y todo lo que huela a tridentino. Seguro que se aferran a ello con la ilusión de que les sirva de tabla de salvación. Pero la tabla está más resquebrajada que un madero seco y viejo.

        1. «De la latina sí»

          Y de la no latina: el latín es el idioma oficial de la Iglesia universal, y en la que se escriben todos los documentos oficiales, que se publican en las Acta Apostolicae Sedis (no se escriben en maronita).

          En cuanto al latín en la liturgia, los decretos dogmáticos del Concilio de Trento (inderogables) no dejan lugar a dudas:

          «CAN. IX. Si alguno dijere, que […] la Misa debe celebrarse sólo en lengua vulgar […] sea excomulgado»

          Claro, que a usted no le afecta: no se puede re-excomulgar a quien ya está fuera de la Iglesia (es decir, excomulgado).

          «retorno de las Misas en latín»

          ¿Retorno? Las ultimas misas de Francisco han sido en latín. Las de BXVI y JPII en San Pedro han sido todas en latín. Las celebradas en el Rito Romano en todo el mundo actualmente son todas en latín… ¿Cómo puede «retornar» lo que jamás se ha ido? Ojalá le retorne a usted la cordura, entre tanto disparate (si la ha tenido alguna vez).

          1. «Concilio de Trento»

            Claro, el Santo Grial de los dinosaurios tridentinos.

            Respecto al cánon IX que citas, tengo uno mucho mejor:

            «Si alguno dijere que la Misa debe celebrarse sólo en latín, sea declarado excristiano»

            Dejen que la Misa SE CELEBRE EN CUALQUIER idioma (incluyendo el latín cuando la autoridad eclesiástica romana lo considere).

            LIBERTAD para las Misas en:

            hebreo,
            griego,
            latín,
            español,
            galllego,
            lengua de signos (de cualquier sistema),
            etc, etc, etc.

            Se llama ACCESIBILIDAD UNIVERSAL respetando la diversidad idiomática, contexto y necesidades particulares, humanas, culturales, y especiales.

          2. «el Santo Grial de los dinosaurios tridentinos»

            ¿Pero usted que creía, que el insuperable «El Concilio» (que encima manda conservar el latín en la liturgia, por cierto) había derogado los 20 primeros concilios ecuménicos de la Iglesia, todos dogmáticos y todos vigentes, así como las Sagradas Escrituras? Pues si algún progresaurio sesentero le había dicho esa mentira, ya sabe que le ha engañado.

            «cuando la autoridad eclesiástica romana lo considere»

            No sea ignorante: la «autoridad romana» no tiene, jamás ha tenido, y nunca tendrá, potestad alguna para derogar un canon dogmático de un concilio ecuménico. Y de hecho, no lo ha hecho. Los misales de la Iglesia latina están escritos en latín, como ya le he dicho. Lo que actualmente los pocos feligreses que van a misa oyen, es una traducción, autorizada como dispensa por las conferencias episcopales, del misal oficial, que está en latín.

  6. Lo dice unos dias después de juzgar el pontificado de Francisco por la asistencia a la plaza o los números del funeral. Hoy dice lo contrario. Y se queda tan tranquilo. Ante todo, desorientacion argumental. Y los comentaristas aplaudiendo con las orejas. El comite de aplausos

    1. Es muy fácil: francisquismo = muchos fans de boquilla (mayormente inmorales y enemigos de la Iglesia) y pocos fieles católicos. Cualquier otro papa = muchos fieles por adherir a la fe católica conservada y difundida por ellos, y los enemigos de la Iglesia rabiando y poniéndolos a escurrir.

      El bando zurdo que odia la fe católica y su moral siempre va a ser el perdedor (Dios hizo spoiler hace siglos: nos contó el final), sean muchos o pocos. Y viceversa: da igual si hay muchos o pocos católicos coyunturalmente (en el cielo, muchos): siempre ganan, con Cristo a la cabeza. La verdad no depende de números, pero es maravilloso cuando la aceptan (muchos o pocos; mejor si son muchos) y lamentable cuando la rechazan (muchos o pocos; mejor si son pocos).

  7. CÓMPUTO DE INTERVENCIONES DEL USUARIO «Catholicus» solamente el día 30 de abril y en las noticias del mismo día:

    -Cardenal Muller: 12
    -Cardenales apuestan continuidad: 5
    -Vaticano confirma 2 cardenales enfermos: 3
    -La mala gestión de Prevost: 5
    -Preparativos en la Sixtina: 5
    -Infovaticana despliega: 17
    -Derecha e izquierda: 5
    -Arzobispo Chaput: 6
    -Tres italianos: 3
    -A una semana del Cónclave: 2
    -Abismo paracetamol: 2
    -La fe en decibelios: 5

    TOTAL 70 (SETENTA), entre aproximadamente las 12 del mediodía hasta pasada la medianoche. (Día laborable, ojo).

    La frecuencia de respuesta es, lógicamente, mayor en las primeras entradas del día y disminuye conforme se van publicando noticias a lo largo del mismo. En los próximos días aumentará en todas ellas.

    No se han contabilizado los blogs ni las noticias de días anteriores a las que también habrá seguido contestando el mismo 30 y continuará.

    1. DATO SUPERFLUO POR CONOCIDO: Ni que decir tiene que ABSOLUTAMENTE NINGUNO de los comentarios es constructivo, agradable, de buen humor incluso, alusivo mínimamente al contenido informativo de la noticia como opinión o postura… NADA DE TODO ELLO. Constantes embestidas, acusaciones, denuestos, agresiones, amenazas, insultos, insinuaciones, falsos testimonios, condenas, complejos de superioridad, arrebatos de soberbia, advertencias desde el trono celestial con Dios Padre sentado a su derecha, etc.

      Anda que… menuda joyita. Suerte que por aquí entramos los 4 frikis «de la casa», porque menudo ejemplo de credibilidad espiritual para cualquiera que se tropezase con esto. Ganas locas de querer entrar en la Iglesia a ser como esta tipificación humana de psicosociopatía inabordable clínica ni quirúrgicamente. Lástima de padres, traer familia para esto! El cielo ganao, como se suele decir.

      1. Sus neuras no le interesan a nadie, Gay MostrencoPF. Si escribo dos comentarios o dos millones, sólo a un tarao como usted (rabioso porque le canto la gallina cada vez que abre la mui para decir una parida o promocionar la sodomía) se le ocurre sacar el ábaco para ponerse a contar (con los dedos se pierde). ¿Cree que los demás, que no tienen ningún trastorno mental (como usted), no saben contar? ¡Es que no les interesa! El único que sólo escribe sobre sí mismo, en bucle, es usted, NarcisoPF. Los demás comentamos los temas de las noticias (por más que trolls como usted traten de impedirlo). Las vidas y batallitas de quienes escriben no le interesan a nadie. La de usted, tampoco (aunque su invertida egolatría no le permita entender por qué).

          1. Nadie le ha preguntado su edad, MatusalenPF. Ya le he dicho que su vida no le interesa a nadie. Mejor cuente usted los días que le faltan para arrepentirse de sus pecados; si no, ya sabe: a achicharrarse.

  8. ¿Y a quién, pugnetas, le impirtan las vocaciones?
    Cuantos menos curas mejor.
    La Iglesia será más cercana a Cr5, cuanto menos clerical.
    Y a los cuervos carcholicos… que les vayan misericordiando

    1. «¡Se acaba, la Iglesia se acaba!», han predicho y bramado siempre todos los enemigos de Cristo y de su Iglesia desde que fue fundada. Y no falla: ¡se acaban ellos antes! Pobre Peligrosísssima Bruja LolaPF: acierta aún menos que Tezanos. 😂😂😂

      1. Que te vayan misericordiando.
        Ya fracasaste estrepitosamente con tu blog «Caghónlicvs» y seguiréis fracasando.
        Como salga el Tucho o Tagle je voy a despepitar

        1. ¿Fracasar un blog? ¿Acaso es usted retrasado mental y confunde un blog con una empresa? ¿Cómo puede «fracasar» un blog, memo? Jajajajajaja 😂😂😂

          ¡Si es que no se puede ser más mostrenco que usted, Peligrosisssssimo Mostrenco!

          Y no se despepite tanto, que le va a ocurrir igual que con «¡La Iglesia se acaba, se acaba!»: si la Iglesia ha sobrevivido a «Atila I», también sobrevivirá a «Trucho I» o a «Peligrosíssssimo Resentido sin numeral», y usted se seguirá quedando sin ver que «se acaba, se acaba», so ridículo.

  9. Recuerdo un titular de infovaticana resaltando la poca gente que había en la plaza de San Pedro rezando por Francisco. ¿En qué quedamos, el número es importante o no? ah vale, es importante si me favorece y no tiene importancia si va contra mis ideas, ok.

    1. «¿En qué quedamos, el número es importante o no?»

      No: lo es la fe. Por eso era significativo que hubiera poca gente en la plaza: demuestra que sus fans, en su mayoría no creyentes, no iban allí, y menos a rezar.

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