Mientras el Colegio de Cardenales se prepara para el cónclave del 7 de mayo que elegirá al sucesor del Papa Francisco, el cardenal sueco Anders Arborelius hizo un llamado a evitar las divisiones ideológicas dentro de la Iglesia.
En una entrevista con Catholic News Service el 28 de abril, el prelado advirtió sobre el riesgo de interpretar la vida eclesial a través del lente de la política.
“Una de las mayores dificultades hoy es que muchos ven la Iglesia como una institución dividida entre izquierda y derecha, una idea impuesta más por los medios que por la realidad interna”, explicó. “Los fieles deberían mirar a la Iglesia y al Papa con ojos de fe, no con juicios políticos”, insistió, subrayando el peligro de exigir un pontífice que se alinee con agendas externas.
Para Arborelius, la cualidad esencial del nuevo Papa debe ser la santidad. “El mundo nos puede ofrecer muchas cosas, pero no puede darnos la santidad de Dios. Y eso es lo que más necesitamos: alguien que nos libere del pecado, del odio y de la violencia”, afirmó.
El Papa Francisco falleció el pasado 21 de abril a los 88 años. Fue él quien, en 2017, convirtió a Arborelius en el primer cardenal sueco y escandinavo de la historia. Nacido en Suiza en 1949 y criado en Suecia en una familia luterana, Arborelius se convirtió al catolicismo a los 20 años, inspirado por la autobiografía de Santa Teresita de Lisieux. Luego se unió a los Carmelitas Descalzos y fue ordenado sacerdote en 1979.
El cardenal confesó haber quedado conmocionado por la muerte del Papa. “Pensaba que estaba mejorando. Había escuchado que él mismo dijo: ‘Sé que mi fin se acerca’. Lo presentía. Fue un verdadero shock”, comentó. También subrayó el legado de Francisco, destacando cómo cambió la percepción de la Iglesia en muchos países no católicos gracias a su cercanía con los más vulnerables.
Arborelius expresó incomodidad ante las especulaciones sobre su posible elección como Papa, alimentadas por medios como Le Figaro y The New York Times. “Es molesto, esas conjeturas comenzaron hace un tiempo”, admitió. En lugar de nombres, el cardenal prefirió centrarse en las cualidades necesarias: misericordia, amor y cercanía con las personas.
Mostró también preocupación por la manera en que algunos analizan las sesiones previas al cónclave: “Me irrita que se divida a los cardenales según categorías políticas. Es un enfoque muy propio del mundo occidental”.
El próximo cónclave presentará un reto adicional: muchos cardenales no se conocen entre sí. “Francisco trajo a muchos desde las periferias, así que para muchos de nosotros esta será una experiencia nueva”, reconoció. Aunque no ha investigado a fondo a sus colegas, cuenta con una lista de nombres y tratará de conocerlos mejor en los días previos a la votación.
“Es un desafío, pero también una experiencia emocionante. El Espíritu Santo puede sorprendernos”, dijo. Añadió que ha sentido el apoyo de muchas personas que están orando por los cardenales y por la elección del nuevo líder de la Iglesia.
Arborelius concluyó reflexionando sobre el momento actual: “En un mundo marcado por la polarización y los conflictos, incluso fuera del ámbito religioso, muchos miran al Papa como una figura de conciencia. Las expectativas son enormes, y con razón”.
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Totalmente de acuerdo. Después de un Papa Santo como Francisco, Dios quiera que el siguiente siga esa estela se santidad.
Ay Paco, Paco, tu necedad será lo primero que te eche en cara el Acusador en aquel día.
Paco, las víctimas de Zanchetta y de Rupnik no comparten tu opinión…
Es incompatible ser hereje y santo a la vez. ¿No te lo enseñaron en Primer curso de catecismo?
Un llamado sensato.