El creciente mimetismo con el mundo que vive la Iglesia en estos días se está expresando con viva elocuencia en la aplicación de las categorías de derecha e izquierda a los “papables”.
Como si estuviéramos ante unas elecciones autonómicas en La Rioja, pongamos por caso.
El espectador, sobre todo el español, conjetura sobre los cardenales adscritos a cada bando – porque sí, aquí hay bandos -. Y comienza a echar cuentas.
Pero la cosa no es tan sencilla.
Para empezar, porque la mayoría de los cardenales no milita en ningún bando, lo que – dada la situación y siendo prácticos – no es necesariamente una mala noticia. Están en el “centro-reformismo”.
O sea, en ninguna parte y en todas. Y claro, entonces la cosa se complica.
Para empezar, porque también en esto es difícil discernir la derecha y la izquierda. ¿Un cardenal que desdeña las lisonjas del poder de este mundo, es conservador?¿Y un cardenal inmovilista, que se apega a la reciente herencia sinodal para mantener sus posiciones y sinecuras, es revolucionario?
La referencia al eje de derecha e izquierda no es real por muchas razones, pero sobre todo por una: porque la derecha y la izquierda son posicionamientos que parten de la aceptación de un tablero de juego previo, que no se cuestiona, y aquí lo que está en disputa no es el posicionamiento, sino precisamente el tablero.
Porque estamos hablando de una misma institución, sí, pero las palabras no pueden esconder que designan realidades diferentes. Volteando a Lampedusa, vivimos tiempos en los que todo ha de mantenerse igual para que todo cambie. Ese es el malabarismo.
Y sin que se altere nuestra digestión, a ser posible. Que también forma parte del encantamiento, para qué nos vamos a engañar.
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El tablero que nos ocupa aquí es Cristo Jesús -que es Dios y no un revolucionario de la época, eso va para los despistados.
Desde hace tiempo, lo habrán notado, hay un ocultamiento de Jesucristo en los discursos, también en muchos de los textos publicados, de sacerdotes, obispos, cardenales y aún del Papá. Claro, la convergència havia una religió planetària así lo exige. Y ya no hablemos de las referencias a la Santísima Virgen María. Es como si molestara.
Y ese es el tablero que debe ocuparnos. O es un tablero cristocéntrico o es un mirar hacia Cuenca con el mundo detrás.
De la última entrevista a Viganò:
4. El excardenal McCarrick, contra quien usted luchó con tanta intensidad, ya falleció. Sin embargo, hay otros cardenales pertenecientes a «corrientes» a los que usted ha atacado. ¿Considera perdida su batalla dentro de la Iglesia?
Mi lucha contra la corrupción rampante en el Vaticano comenzó mucho antes de 2018. Desde mi nombramiento en 1998 como Delegado para las Representaciones Pontificias en la Secretaría de Estado, luché con ahínco para evitar los nombramientos y ascensos al episcopado de candidatos corruptos e indignos. Esto me valió un traslado a la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, donde abordé graves disfunciones financieras: una vez más, fui destituido y trasladado a Washington como Nuncio Apostólico.
Mis denuncias, incluida la de los crímenes y los horribles vicios del cardenal McCarrick —que ya había presentado a los Superiores de la Secretaría de Estado en 2006 y luego, en junio de 2013, al propio Bergoglio, en persona—
nunca han sido desmentidas. Todo lo que denuncié resultó ser cierto. Pero ¿qué desató su furia? Fue el hecho de haber sacado a la luz el vínculo entre la corrupción moral y la desviación doctrinal; de haber demostrado cómo la propaganda de Bergoglio a favor del fraude de la psicopandemia y el Pacto Verde respondía a un mismo guion bajo una misma dirección. Fui de los primeros en denunciar el Gran Reinicio y en desenmascarar la complicidad entre el Estado profundo y la Iglesia profunda en el golpe globalista que hemos presenciado en los últimos años, y en el que la responsabilidad de Bergoglio es inmensa.
Además de los escándalos que denuncié, expuse la red de chantaje y complicidad de esta «iglesia paralela» a la que llamo la Iglesia profunda, basada en los mismos vicios viles que permiten al Estado profundo chantajear a políticos, funcionarios gubernamentales, figuras institucionales, figuras públicas, periodistas, médicos, actores…
Bergoglio,grandísimo culpable de inducir el genocidio de las vacunaciones,no habiendo la menor base científica ni de que sirvieran para nada bueno,ni de que estuvieran desprovistas de terribles riesgos.Terrible responsabilidad de ese mercachifle,que muy seguramente él no se vacuno.
Son conceptos artificiales que no tienen ni cien años de existencia. Con la revolución liberal en España del XIX nacieron los dos bandos enfrentados, los liberales y los Tradicionalistas. Después llegaron las guerras carlistas hasta nuestra cruzada de liberación. Antes del XIX en el antiguo régimen no existían las ideologías, empezaron a formarse con la llegada de los ecos de la revolución francesa y su llamado siglo de las luces y de la ilustración, e infectados tantos petimetres en España, los traidores de siempre se hicieron afrancesados y masones, y dieron lugar a que Napoleón pensara que seria fácil quedarse con nuestra patria. Craso, error todavía el pueblo español permanecía sano, y no había sido infectado por los filosofastros. La iglesia resistió ante el embate del modernismo hasta el concilio, mezcla de toda clase de herejías, eso es lo que hay que extirpar ahora o nunca.
Hablando de las categorías de derecha e izquierdas en la política, que iban desde el liberalismo, fruto de la revolucion anti cristiana y el marxismo la tercera gran revolución contra Cristo, el padre.Menvielle decía que nos ocupamos mucho en, saber de que lado estamos y que ambos son lugares a la derecha o a la izquierda del Demonio. Que nosotros deberiamos pensar en ser de Cristo nada más. El problema no es si los Cardenales son de derecha o de izquierda, sino si son de Cristo, si desean la hermenéutica de la continuidad o la de la ruptura, con los matices de cada uno.
«El creciente mimetismo con el mundo que vive la Iglesia en estos días»
Esa es una percepción muy sesgada, pues la Iglesia Romana siempre estuvo muy mimetizada con el mundo en toda su historia; y se puede decir que en el pasado lo estubo mucho más que en la actualidad, partiendo de su herencia imperial y del derecho romano, del poder político y de la riqueza, llevando a tantos desvíos y abusos sobre todo desde el siglo VI en adelante hasta su auge en la alta edad media.
¡Qué pedazo de plasta! Empeñado en demostrar a todas horas su desconocimiento de la historia y su aburrimiento crónico. ¿Ha probado usred a hacer sudokus?
Dorado trigo feraz
de amapolas tachonado.
Que cubrís como un brocado
nuestra besana de paz.
Meditando en la promesa
de tu alimento horneado,
percibo el olor tostado
del pan que estará en la mesa.
De esas tus rubias espigas
que hay entre amapolas rojas
con verdes ,de vides, hojas,
habrá en los manteles migas…
Migas que nutren;de hogaza
que da fruición y alimento;
Y que será Sacramento
de Dios,para nuestra raza…
Cuenta Vittorio Mesori una deliciosa crónica, acontecida en verano de 1978, en la que se produjo una doble sorpresa para la Cristiandad. Por un lado, la primera vez que un Pontífice adoptaba un nombre compuesto. Por otra parte, 33 días después, la adopción por su sucesor del mismo nombre pero como segundo ordinal.
¿Se imagina alguien la cara de horror de más de cuatro fol lapavas, si en la Logia de San Pedro apareciese el Cardenal Protodiácono anunciando el Habemus Papam del nuevo Papa Francisco II? JAJAJAJAJA
Soñar es gratis… pero por si acaso yo voy capturando esta pantalla JAJAJAJAJAJAJA
A riesgo de que vuelvan a regañarme, vuelvo repetir que hay dos razones por las que el nuevo Papa debería llamarse, como usted sueña, Francisco II.
Primero porque, como el difunto Bergoglio aborrecía las tradiciones eclesiásticas en general, aborrecía entre ellas la de numerar con números romanos a los papas igual que a los reyes. Por eso eligió un nombre sin predecesores, se negó a que se le llamase Francisco I y dispuso que en su tumba, de humildad impostada y discordante con la basílica de Santa María la Mayor, únicamente se escribiera «Franciscus».
Se merece un Francisco II. Y un «Franciscus PP. I» sobre su tumba de impostada humildad.
Además, si el nuevo Papa fuera un buen pastor que restaurase a la Iglesia, un Francisco II serviría para liberar el dulce nombre del glorioso San Francisco de Asís de su triste asociación con Bergoglio y en general con la falsa Iglesia ecumaniaca e interreligiosa.
Un Francisco II para desagraviar al verdadero San Francisco antimoderno.
Pero mire que es usted memo: aunque eligieran a Francisco LXVI, sus guarrerías sodomíticas van a seguir siendo pecado y le llevarán al infierno si muere sin arrepentirse, lo que cada día está más cerca, Gay FlipaoPF.
Mis «guarrerías sodomíticas» a mucha honra son meras tonterías al lado de cada una de tus condenas gratuitas y sin fundamento alguno, que a su vez son cada una de ellas paladas de tierra hacia tu propia condenación. Y lo sabes pero, ante todo, tu fanatismo y hooliganismo.
Cristo no dice una palabra de mi condición NATURAL, en cambio a ti te dice muy clarito lo que te pasará con tu vara de medir.
Vete mentalizando: pagarás muy caro tu odio, probablemente antes de lo que piensas.
«Cristo no dice una palabra de mi condición»
El pecado no es la «condición natural» de nadie, Gay MostrencoPF. Y menos un pecado antinatural, tanto desde el punto de vista de la Religión, como desde la propia Biología y Fisiología.
¿Y cómo que Cristo, que es el Verbo o Palabra de Dios, no ha condenado el repugnante pecado del que usted presume, como buen necio? En la Palabra de Dios (que va desde el Génesis al Apocalipsis) hay numerosas condenas a su abominable vicio. Y hasta el mismo Verbo encarnado amenazó a los incrédulos con un castigo AÚN PEOR que el de Sodoma y Gomorra, que todos los que le escuchaban sabían perfectamente cuál era sin necesidad de recordarles los detalles escabrosos, por más que cuatro «teólogos» de la cáscara amarga traten ahora de cuadrar el círculo diciendo que el pecado de Sodoma era «la falta de hospitalidad», cuando los ángeles a los que esos pervertidos quisieron violar ya estaban perfectamente alojados.
Aplícate el cuento,y no juegues con doble baraja.Lo que dices demuestra,no ya que no te consideras peor,sino que te consideras mejor.Si supieras un mínimo de los procedimientos del pensamiento,te darías cuenta de que ,como un niño ignorante, estás tratando de pisar tú propia sombra para así exculparte.Vano intento,como el del niño tonto.Por muy idiota que seas,en lo más recóndito de tu ser sabes que obras mal.Y ya no tanto por tus actos,cuanto por el trasposeo de tratar desesperadamente de pasarlos por buenos.A Dios no se le puede engañar,pero el colmo de la memez es tratar de engañarse uno mismo.No en vano uno de los pilares del socratismo es el famoso nosce te ipsum.El publicano,desde la última fila,suplicaba «apiádate de mí,que soy un pecador.Y sólo sobre tal reconocimiento Dios puede aplicar la Palanca de su Gracia.De lo contrario,fariseo y publicano serían intercambiables,con la única diferencia de su propio pecado,pero ambos regodeándose en el propio .
«En lo más recóndito de mi alma», supersticioso manipulador, tengo ya unas cuantas canas para haberme dado perfecta cuenta del ROLLAZO que os gastáis. De que por casi dos décadas me tuvisteis engañado (y engañando, que es peor). Y de que carecéis de la más mínima vergüenza fingiendo que os creéis que el Creador ha bendecido vuestros gustos íntimos mientras que ha condenado con fiereza los nuestros. Como si unos u otros fuesen elección propia del capricho de cada cual, y no VOLUNTAD SUYA CLARÍSIMA.
Pide perdón TÚ por tu soberbia y por tus juicios temerarios, que ya me ocuparé yo, y lo hago a diario, de pedir al Señor por mis errores. Que son muchos pero que desde luego nunca volverán a ser provocados por haceros caso. Farsantes.
El fariseo daba gracias «por no ser como ese publicano». Hoy da gracias «por gustarle las mujeres». Manda narices!
«tengo ya unas cuantas canas…»
El problema no son sus canas, sino su demencia senil y, sobre todo, su psicopatía, Jeffrey DahmerPF.
O se arrepiente de sus pecados, o se va al infierno. No le dé más vueltas, porque no existe plan B (del infierno no se sale).
Dios de Dios y Luz de Luz.
De la inefable Esperanza.
Dios que al mundo entero Alcanza
desde el Árbol de la Cruz.
Señor que todo lo Hiciste,
sin ser Tú Mismo creado.
Dios en la tierra Encarnado,
para no Verla tan triste…
Dios de Amor,Dios que, Sufriendo,
Mostraste ese Inmenso Amor.
Dios Muerto tras tanto horror;
Perdonando…, Rendimiendo.
Dios Puesto hoy entre Mortajas,
como Cadáver y Escoria.
Dios Resucitado en Gloria,
que ayer Naciste entre Pajas…
Marana tha,Dios Bendito,
Vencedor y Omnipotente.
Vuelve a nos, Dios Imponente,
para Reinar Infinito…
Aplícate el cuento,y no juegues con doble baraja.Lo que dices demuestra,no ya que no te consideras peor,sino que te consideras mejor.Si supieras un mínimo de los procedimientos del pensamiento,te darías cuenta de que ,como un niño ignorante, estás tratando de pisar tú propia sombra para así exculparte.Vano intento,como el del niño tonto.Por muy idiota que seas,en lo más recóndito de tu ser sabes que obras mal.Y ya no tanto por tus actos,cuanto por el trasmposeo de tratar desesperadamente de pasarlos por buenos.A Dios no se le puede engañar,pero el colmo de la memez es tratar de engañarse uno mismo.No en vano uno de los pilares del socratismo es el famoso nosce te ipsum.El publicano,desde la última fila,suplicaba «apiádate de mí,que soy un pecador.Y sólo sobre tal reconocimiento Dios puede aplicar la Palanca de su Gracia.De lo contrario,fariseo y publicano serían intercambiables,con la única diferencia de su propio pecado,pero ambos regodeándose en el suyo