La Iglesia Católica en Francia está experimentando un crecimiento sin precedentes en el número de catecúmenos, confirmando una tendencia al alza que se consolida con fuerza.
Según datos oficiales publicados por la Conferencia Episcopal Francesa el 10 de abril, más de 10.300 adultos y 7.400 adolescentes recibirán el bautismo durante las celebraciones de Pascua de este año. Esto representa un incremento del 45% y del 33%, respectivamente, en comparación con el año anterior. En total, se celebrarán más de 5.000 bautismos más respecto a 2024.
En apenas dos años, la cifra de catecúmenos se ha duplicado. Trece diócesis —tanto en zonas urbanas como rurales y en ciudades de tamaño medio— han registrado aumentos superiores al 100%. Solo once pequeñas diócesis han mostrado un leve descenso, sin afectar la tendencia general al alza. Los adultos jóvenes, especialmente entre los 18 y los 25 años, lideran este movimiento: actualmente, 4.000 personas de esta franja etaria solicitan el bautismo, el doble que hace unos años. Destaca la diócesis de Saint-Denis, con un crecimiento del 66% en este grupo.
También se observa un aumento notable entre los estudiantes, que ahora representan el 26% de los catecúmenos, frente al 17% hace cinco años. Un dato relevante es que el 36% de los adultos que se preparan para el bautismo provienen de entornos obreros, lo que evidencia una diversidad social cada vez mayor.
En cuanto a sus antecedentes religiosos, el 52% de los catecúmenos provienen de familias cristianas donde no fueron bautizados durante la infancia, mientras que el 18% no recibió ninguna educación religiosa. Aproximadamente 550 personas proceden de otras religiones: un 4% de tradición musulmana y un 1% de confesiones como las orientales, los testigos de Jehová o los mormones.
Ya en 2024 se había alcanzado un récord, con más de 12.000 bautismos celebrados en Pascua, incluidos 7.135 adultos y más de 5.000 adolescentes, lo que supuso un aumento de más del 30% respecto a 2023. Este impulso continúa creciendo, y una reciente encuesta realizada por Famille Chrétienne y Aleteia entre casi 900 catecúmenos ofrece un retrato detallado de este nuevo rostro del cristianismo en Francia.
Los resultados revelan una generación joven, conectada y muchas veces procedente de ambientes alejados de la fe. El 73% de los encuestados tiene entre 17 y 35 años, y el 44% es menor de 25. Un 65% afirma no haber crecido en una familia religiosa y el 50% asegura haber descubierto la fe por sí mismo. La Misa juega un papel central en su proceso: el 83% ya asistía antes de entrar al catecumenado, muchas veces en solitario (42%), aunque el 76% reconoce no comprender aún todos los ritos litúrgicos.
Las redes sociales también tienen un rol clave: el 78% declara haber sido influenciado por ellas y el 84% sigue a creadores de contenido o figuras cristianas en línea. Tras el bautismo, la mayoría desea mantenerse firmemente comprometida con la fe: el 95% planea seguir practicando, el 57% quiere compartir su fe con otros cristianos, el 38% busca acompañamiento espiritual y el 27% desea profundizar su comprensión de la Misa y los fundamentos del cristianismo.
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No puedo menos que alegrarme.
Ojalá las comunidades parroquiales los arropen y acompañen debidamente, pues las estadísticas dicen que el 40 por ciento de los neofitos apostatan en Francia
Adonde podemos leer esa información ???
Alabado sea Dios.
Pasado un tiempo se irán al protestantismo. La buena noticia no se refleja en las estadísticas globales, las cuales son muy preocupantes. De cada 100 nevos católicos, 800 abandonan la iglesia, y un gran numero se van a otras iglesias de la reforma. En mi entorno, conozco a varios que se hicieron evangélicos. Y yo probablemente haré lo mismo.
No. Católico ignorante futuro protestante. Pero los que se convierten ahora son por convicción y formación, también por sentimentalismo, pero no se irán al protestantismo como ocurre con la salida de «católicos» que lo eran por cuestión social.
Entonces conoce tu fe.
Más te vale.
Espero sea conversión a la sana doctrina y no a la doctrina herética sinodal bergogliana (eso no sería «conversión» obviamente, sino «defenestración»).
Aunque yo veo claro que la gente «de antes» católica prontamente se han pasado a gustarle todo lo de Bergoglio, y que los más jóvenes (excepto esos que caen en terribles cosas como la JMJ o la Hakuna progre) prefieren misa tradicional… pero claro, Bergoglio y demás caterva van a extirpar la tradición como sea…
Ojalá muchas conversiones a la fe verdadera en todo el orbe otrora cristiano, de los jóvenes y de los mayores que regresan como el hijo pródigo o que abren los ojos a la Verdad…
DIOS llama a los suyos al combate. Bendito sea DIOS bendito sea su santo nombre. VIVA CRISTO REY.