La Comunidad de Lanceros no da abasto con los temas de actualidad. En la última reunión telemática se abordó la claudicación de la Iglesia, bueno, de Parolin y de Cobo, ante el Gobierno por haber aceptado entregar la cabeza del P. Santiago Cantera.
Ni los obispos se creen que lo que han acordado con el Valle de los Caídos no les va a pasar factura. Veremos el año próximo la X de la Iglesia. Aunque ya se encargará Giménez Barriocanal de maquillar las cifras. No descarten que en estos próximos días se produzcan manifestaciones y escraches delante de la Conferencia Episcopal o de la casa del cardenal de Madrid, el fórmula 1 de las carreras eclesiásticas. Que ya saben ustedes dónde vive el de la acelerada carrera episcopal.
La cuestión que más preocupa a la Comunidad de Lanceros es la venganza que se están tomando el dúo sacapuntas, Cobo y Satué, con el Nuncio don Bernardito en el Dicasterio de los obispos. Una venganza que pagará toda la Iglesia española con el nombramiento de obispos que el Nuncio tenía en vía muerta y que el dúo sacapuntas está retomando. Por lo que se deduce de los últimos nombramientos, los obispos del futuro en España serán religiosos, curas con escasos estudios teológicos y dedicados principalmente a la cuestión social. Tendremos un episcopado de gestores y asistentes sociales para una Iglesia mudita y volcada en lo social. Si ya contamos con algún obispo de los escolapios, franciscanos, claretianos, mercedarios, dominicos, jesuitas y cistercienses, ahora nos faltan capuchinos, salesianos, sacramentinos, redentoristas y si nos apuran hasta premostratenses.
Nuestro corresponsal en Roma ha constatado que la designación del escolapio Pedro Aguado estaba en vía muerta entre otras razones por los magníficos informes que se habían recibido de él y de su impresionante currículum de servicio pastoral parroquial. Era, como ustedes pueden imaginarse, el candidato ideal para regir una diócesis por eso de que nunca había pisado una parroquia. Como le caía bien al Papa en estado de permanente patencia le pasaron su nombramiento firmado en los inicios de la enfermedad. De lo que se trata es de meter a religiosos en la Conferencia Episcopal. El dúo sacapuntas aprovechó la salida del Nuncio para volver con este candidato que es el modelo ideal de obispo en España. Los escolapios, una orden que como ustedes saben se ha caracterizado por el incremento en los últimos años del número de sus vocaciones y por la gestión de plena identidad católica de sus colegios. El P. Pedro Aguado va a cumplir 68 años y ha dicho que le tienen que enseñar a ser obispo. Como no se den mucha prisa cuando aprenda tiene que presentar la renuncia.
Venganza no sólo contra el Nuncio sino contra determinados obispos. Lo que se le ha hecho a don Demetrio, aceptando su renuncia un mes después de presentarla, no tiene nombre, parece una ejecución en la plaza pública.
Nuestro corresponsal en Roma confirma que seguiremos con las sorpresas de nombramientos del dúo sacapuntas en España con intención de cambiar el perfil de los obispos. En Madrid, según aporta un miembro de la Comunidad de Lanceros, ya están calentando para salir a jugar Santos Urías, Lorenzo de Santos y Lino Díez.
La Comunidad de Lanceros