Monseñor Lefebvre, 34 años después: el profeta incomprendido de nuestro tiempo

Marcel Lefebvre Marcel Lefebvre
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Ayer, 25 de marzo, la Iglesia recordó —aunque en muchos ámbitos aún en voz baja— el 34º aniversario del fallecimiento de Monseñor Marcel Lefebvre, arzobispo católico, misionero, fundador de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y, sin duda, una de las voces más proféticas del siglo XX.

Cuando en plena tormenta posconciliar todo parecía derrumbarse —la liturgia, la fe, la formación sacerdotal, la moral—, Monseñor Lefebvre se mantuvo firme en la Tradición de la Iglesia, no por nostalgia, sino por convicción. Fue testigo de primera línea del Concilio Vaticano II, y no tardó en advertir los peligros de ambigüedades doctrinales que abrían las puertas al modernismo. No calló, y por ello fue señalado.

Muchos lo acusaron de desobediencia cuando, en 1988, consagró cuatro obispos sin mandato pontificio. Pero quienes lo conocieron de cerca saben que fue un acto doloroso, no de rebeldía, sino de supervivencia: la Tradición no podía morir. Lo hizo “para preservar el sacerdocio católico y el sacrificio de la Misa”, como él mismo declaró. Le costó una excomunión declarada por Roma… pero el tiempo le fue dando la razón.

En 2009, Benedicto XVI —con gran sabiduría y caridad pastoral— levantó la excomunión a los obispos consagrados por Lefebvre, reconociendo implícitamente que la situación era más compleja de lo que algunos querían admitir. El propio Papa alemán reconoció que lo que movía a la FSSPX no era la herejía, sino un apego firme y legítimo a la Tradición. Años antes, ya había liberalizado la Misa tradicional con Summorum Pontificum, rehabilitando la liturgia que Lefebvre jamás quiso abandonar.

Hoy, su legado está más vivo que nunca: miles de fieles, familias, vocaciones, seminarios florecientes… ¿No será este el fruto de un árbol bueno? Quienes en su tiempo lo tildaron de cismático callan hoy ante el derrumbe doctrinal y litúrgico que él denunció con claridad profética hace más de cinco décadas.

Monseñor Lefebvre murió el 25 de marzo de 1991, en la fiesta de la Anunciación. Tal vez no sea casual: él también dijo “fiat” a una misión que no pidió, pero que aceptó por amor a Cristo y a su Iglesia.

A 34 años de su partida, muchos ya no dudan en decirlo abiertamente: Monseñor Lefebvre fue un visionario, un obispo fiel que prefirió ser malinterpretado antes que traicionar lo recibido. La historia aún le debe justicia.

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Comentarios
66 comentarios en “Monseñor Lefebvre, 34 años después: el profeta incomprendido de nuestro tiempo
    1. Marcel Lefebvre algún día será -por sus evidentes virtudes heroicas- declarado SANTO!!!

      No hay árbol bueno que no de frutos buenos, y así ha sido la Fraternidad San Pio X, cuyo celo apostólico es ejemplar!

      1. Ejemplar? Salirse de la Iglesia? Montar un Cisma en toda regla? Ordenar Obispos y Sacerdotes para perpetuar «su» Obra?
        NO tienes ni idea de lo que hablas.

  1. Nadie que niegue un Concilio Ecuménico puede ser modelo ni guía para los católicos. El Concilio no va a ser denunciado por la Iglesia, y los que lo rechacen y rechacen la Misa que se celebra hoy día en la Iglesia van irremediablemente al cisma. De esa manera no se defiende la causa de la ortodoxia, sino que se la perjudica.

    1. Yo lo rechazo todo sin la más pequeña sombra en mi conciencia; aunque no tenga más remedio que ir a lo que poco que han dejado los profanadores y demás sembradores eclesiásticos de cizaña y minas ideológicas.

      1. «Nadie que niegue un Concilio Ecuménico…»

        ¿Negar? ¿Negar qué cosa? ¿Su existencia? No conozco absolutamente a nadie que niegue la existencia de ningún concilio si se ha celebrado, sea ecuménico o mediopensionista (el pasado no se puede cambiar).

        «El Concilio […] y los que lo rechacen y rechacen la Misa que se celebra hoy día…»

        De nuevo: ¿rechazar qué cosa? ¿Que existió? ¿Y qué tiene que ver el «novus ordo» (que es a lo que usted se refiere), creado ex nihilo en 1969 en una «trattoria» romana (según confesión de sus propios autores) con ningún «El Concilio»?

    2. YO LO NIEGO, Y ASUMO LAS CONSECUENCIAS, fue un golpe de estado modernista en la iglesia trufado de herejías de toda clase, patrocinado por los poderes del mundo, en especial la masonería, detrás de la cual está el maligno. Como dice Oscar hasta que no se tiren a la papelera los documentos de los falsos cronicones liberales, y se reponga la misa tradicional con toda la liturgia mutilada por Pablo VI y posteriores, la iglesia seguirá su proceso de auto destrucción hasta que llegue el tiempo, que ya veo próximo, en que se produzca el cisma.

    3. O sea, la ortodoxia se defiende defendiendo la misa modernista y el CV2.
      Pues menuda solución que das al debacle De la Iglesia conciliar. Pero si el domingo va a misa el 5% de los españoles, ni en sus mejores sueños el Enemigo se podía imaginar esta debacle. O eres tú el enemigo?

  2. Si Lefevre no ordenaba los 4 obispos sin el permiso del Papa acaso se acababa la Tradición de la Iglesia?? Se dejaba de “salvar” el sacerdocio católico como señala el artículo?? Pues no. No es correcto satanizar y juzgar a Lefevre, pero tampoco le adjudiquemos cualidades mesiánicas. El Salvador de la Tradición, de la Liturgia, del sacerdocio católico es el de siempre, Cristo nuestro Señor. Y eso lo entendieron claramente los santos. Por eso ningún santo en la historia actuó en desobediencia al Papa sino siempre con docilidad y valentía, sabiendo que toda obra es de Dios, y que si es de Dios, Él se encargará de sacar adelante. Ninguna desobediencia es necesaria para ello.

    1. Que ridiculez, se es dócil y obediente al papá porque toda obra es dr Dios.

      El CV2 tb lleva a perder la razón, aquí un ejemplo claro

      1. La cuestión es que tenemos la Santa Misa tradicional gracias a Monseñor Lefevre, esto hay que tenerlo muy claro. Desobediencia aparente que en realidad es obediencia a la Iglesia, pues estaba en juego la salvación de las almas.

    2. Tarea pendiente: leer la vida de San Atanasio en el siglo IV. Y eso que él solo luchaba contra una herejía, aunque gorda. Lefebre luchó contra la madre de todas las herejías, la que aún sigue vigente en la Iglesia, el modernismo que engloba a todas las anteriores de veinte siglos. No se ha dejado a ninguna fuera. Es la última prueba de la Iglesia descrita en el actual Catecismo. También se relaciona con la gran apos tasía que estamos viviendo, y con el verdadero tercer secreto de Fátima. Gente que vive como pagana alegremente en peca do mortal mientras se cree muy católica. A montones.

    3. @Simple satanico: entonces obedece y dobla la rodilla ante el demonio Pachamama en el templo mientras la sacerdotiza lesbianahace el sacrificio de niños a Baal…

    4. La cuestión es que tenemos la Santa Misa tradicional gracias a Monseñor Lefevre, esto hay que tenerlo muy claro. Desobediencia aparente que en realidad es obediencia a la Iglesia, pues estaba en juego la salvación de las almas.

  3. Gracias por este excelente artículo…un profeta en verdad Mons. Lefebvre…aunque no lo veamos en esta tierra en los altares lo veremos en la Gloria en un lugar muy especial por la valiente obra que hizo…

    1. Tuvo que haber un justo que abriera los ojos al pueblo cristiano acostumbrado durante siglos a obedecer ciegamente al Papa de turno, al cual nadie se le pasaba por la cabeza criticarlo. Cristo no va intervenir directamente, somos nosotros los responsables de defender la Santa Tradición y la iglesia. Y aún así algunos hemos tardado 40 años en darnos cuenta de la estafa que se nos dio en el concilio, estafa y golpe ya anunciado por personajes del siglo XIX como Don Marcelino Menéndez Pelayo; por ese camino vamos apresuradamente, y ciego es quien no lo vea, dos siglos de incesante labor revolucionaria, allí donde nunca pudo ser orgánica, ha conseguido no renovar el ser español, sino viciarle y pervertirle, todo lo anárquico de nuestro carácter se conserva ileso. El español que ha dejado de ser católico es incapaz de creer en cosa alguna, como no sea en lo estrafalario y lo grotesco, la hez.

      1. En horabuena Sr. Gurpegui por su artículo, que Dios se lo pague por reconocer al único justo, que se atrevió a denunciar la estafa conciliar por la cual entró en ella el humo de Satanás. Tantos años después, mas que humo estamos inmersos en un volcán donde el fuego del infierno está apunto de devorar en su erupción y tomar posesión definitiva de la esposa de Cristo. LA TRADICIÓN NUNCA MUERE

    2. «aunque no lo veamos en esta tierra en los altares lo veremos en la Gloria en un lugar muy especial por la valiente obra que hizo…».

      ¡Lo que es la vida!
      Los que han sido elevados a los altares, por el hereje vaticano, han sido el que lo suspendió a divinis y el que no contento con excomulgarle le cargó el sambenito de cismático sabiendo que no lo era. Cinco meses antes, por carta del 20/02/1988, le pedía por favor que autorizará el punto 2 del borrador de acuerdo con la comisión vaticana presidida por Ratzinger (ordenar obispos), ya que porque por su edad, cansancio y salud llevaba 2 años sin poder viajar a EEUU a ordenar a los sacerdotes de la FSSPX, y dejaba claro QUE LOS OBISPOS DE LA FSSPX NO TENDRÍAN JURISDICCIÓN TERRITORIAL, condición sine qua non para que exista delito de cisma.
      🤔
      ¡Hay algo que no me cuadra!
      Santo Lefebvre (yo así lo creo), santos quienes persiguieron al justo (¿?).

        1. «le pedía por favor que autorizará…»

          Y quien tenía autoridad para hacerlo, reconocida por el propio Mons. Lefebvre, no se lo autorizó. Y como consagrar obispos sin mandato pontificio (es más, con prohibición expresa) no era obligatorio, ni incurría en pecado mortal por no hacerlo, el único responsable de lo que ocurrió fue él (nadie le obligó a consagrar obispos: lo decidió voluntariamente). Si se ha salvado (cosa que usted no puede saber) no será por faltar a la obediencia debida, sino, en todo caso, a pesar de la misma (de la cual tampoco sabemos si se arrepintió, si fue perdonado por el Sumo Pontífice, etc.).

          1. Es mejor la frase original de Tirso de Molina (segundas partes nunca fueron buenas, y menos las readaptaciones).

  4. Gurpegi se te ve el plumero.
    Los lefebvrianos estáis fuera de la Iglesia.
    Nunca volveréis.
    Ni falta que hace

    1. Pues parece que sí. Y es verdad que son «lefebvrianos» más que otra cosa. Solo les queda gruñir y quejarse de la «falsa iglesia conciliar» y la «falsa Misa» y al mismo tiempo abanderar los «buenos frutos» de Lefebvre en un intento de justificar su postura recalcitrante.

        1. Si ser catolico significa creer lo que tú crees, Carcholicvs, nunxa jamas.
          Tu diosecillo es mezquino, malvado, estupidamente caprichoso e indigno de ser adorado por seres hunanos.
          Lo que pasa es que como no existe, os lo habéis inventado tú y todos los cretinos ensotanados a los que sigues, no hsy problema.
          Los católicos a lo nuestro y los frikis ultras carcólicos como tú al Palmar de Troya que es donde vas a acabar.
          Eso sí, ve entrebando tus orificiod.

    2. PELIGROSO BUJARRILLA
      Y tu palmero UT TONTUNUM.

      Sois como DOS TONTOS MUY TONTOS en versión religiosa. Dos neuronas y un destino. Dios los cria y los chorras se juntan. De bobada en bobada y comento porque me toca.

      Peligroso Bujarrilla, Tu sabras lo que le vas a pegar a tus amigues, pero por aquí tu chorrada no es peligrosa, no se contagia por el teclado. El UT TONTUNUM ya viene contagiado de casa ese pobre era tonto antes de que le sacaran del tubo de ensayo.
      Bujarrilla, si ademas a ti la religión te da igual, si tu no crees ni en Dios ni en nada. Si tu solo crees en morder almohadas.

      Sois tan pateticos que ni provocais.
      Si tuvieseis un poco de gracia al menos daríais risa.

      1. la Iglesia es un Cuerpo con muchas Ramas…lo dejo claro Benedicto XVI…. hermenéutica de la Continuidad…la Misa de San Pio V está dentro de la Iglesia por haber sido durante quinientos años la única expresión de la Misa…pero ya no lo es …ni nunca lo será…y seguimos siendo Católicos …y los sacramentos son válidos…y la Liturgia surgida en 1969 es Valida…..por ser la que Roma decidió.

  5. «Monseñor Lefebvre fue un visionario, un obispo fiel que prefirió ser malinterpretado antes que traicionar lo recibido. La historia aún le debe justicia.»

    Ni profeta ni visionario. Fue un obispo que violó la ley canónica romana con verdadera rebeldía por aferrarse ciegamente a un rito litúrgico concreto. Se ve que no confiaba mucho en el Señor de que la Misa Tridentina sobreviviría en los siglos adelante, por eso en un acto de absoluta desobediencia y protesta quiso, el solo y de manera independiente, tomar el asunto en sus propias manos rompiendo la comunión con su Papa y demás obispos. ¡Vaya ejemplo de «obispo fiel»!

    1. ¿Pero qué dice? ¿Ni siquiera es usted capaz de buscar en internet para saber algo de lo que habla, en vez de inventase una historieta que sólo le suena de oídas? Qué troll más vago.

  6. Un Obispo que advirtió las consecuencias de un lenguaje ambiguo en los textos pastorales del Concilio y las desastrozas consecuencias que provocaría a la Iglesia. Bien dice la palabra de Dios «Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaran, las piedras clamarían» (Lc. 19, 40). ¿Como un obispo llamado a defender la Fe tiene que oponerse a la autoridad que fue constituida precisamente para defender lo que ellos mismos ordenan destruir? Y no me refiero a las formas «esteticas» sino al sentido claro y preciso de la doctrina católica. Eso es precisamente lo que debemos reflexionar. No es normal un Fiducia Suplicans, Amoris Laetitia o Fratelli tutti. como un «desarrollo pastoral o teologico» cuando le preceden documentos del Magisterio como Pascendi, Casti Conubi, o la Humani Generis. Debemos ser claros, existe un punto de ruptura que se hace mas grande con el paso del tiempo. Oremos por la Iglesia y sobre todo por el Papa.

  7. Algún día Monseñor Lefevre estará en los altares, su santidad está fuera de duda. Un verdadero Apóstol.
    La apóstata «iglesia conciliar, inclusiva, globalista, ecológica y sinodal», construida sobre arena, caerá y desaparecerá con sus frutos podridos, y la única santa Iglesia Católica Apostólica Romana con la fe de 20 siglos permanecerá, porque el Señor pondrá a sus enemigos como «escabel de sus pies».
    Hebreos 10,13

    1. Buen ejemplo de lo que piensan los lefebristas: la Iglesia verdadera son ellos, porque la «otra» apostató…
      No hace mucho un sacerdote de la fraternidad declaró que desde entonces hay sede vacante. Entendió perfectamente lo que piensan entre líneas: la Iglesia verdadera son ellos… Triste y lamentable daño al Cuerpo Místico de Cristo….

  8. Lo único que puedo decir sobre el ilustre Mons. Marcel Lefebvre, son las palabras sabias del gran Padre Malachi Martin en una entrevista cuando habló sobre Su Excelencia:

    «Bien, debo decirle: todos los días bendigo al Señor por habernos dado al arzobispo Lefebvre; porque, no importa qué debates o excesos pueda haber en alguna manera en la sociedad de San Pío X, la sociedad que fundó, el instituto que fundó, hay una cosa que han asegurado, que la Iglesia tiene una pequeña, pero definitiva reserva de sacerdotes ordenados válidamente, que dicen Misas válidas, y escuchan confesiones válidas.
    Y para mí eso es un boom de la mano de Dios; esto no puede ser trabajo de Satán. Satán no hace eso. Es bastante obvio que es tirarse piedras contra su propio tejado. Así que doy gracias a Dios por Marcel Lefebvre…Y no creo que nadie hubiera podido sacudir la presencia satánica en la Iglesia tanto como Marcel Lefebvre; nadie podría haberlo hecho; por oposición directa, y perseverando.» Ora pro nobis

  9. Lo que la Iglesia Católica dice es que Lefebvre cometió un acto cismático el cual a tenor del Código de Derecho Canónico lo llevó a la excomunión latae sententiae.

    Por lo demás se puede opinar lo que se quiera.

    Solamente recordar que el Prefecto de la CDF Cardenal Ratzinger a iniciativa de San Juan Pablo Magno Papa instó a Lefebvre -al revés de lo que hace el Anti-Papa Bergoglio- a presentar sus dubia en cuanto al Sacrosanto Concilio Vaticano II, las que presentó en formato no habitual y pese a ello, fueron contestadas por el Prefecto en francés, con la caballerosidad que le caracteriza.

    1. «Lo que la Iglesia Católica dice es que Lefebvre cometió un acto cismático el cual a tenor del Código de Derecho Canónico lo llevó a la excomunión latae sententiae».

      ¡Error!
      Eso jamás lo ha dicho la Iglesia.
      Lefebvre no fue condenado por el delito de cisma (canon 1364 CDC), sino por el 1382 («El Obispo que confiere a alguien la consagración episcopal sin mandato pontificio, así como el que recibe de él la consagración, incurre en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica), como puede comprobar leyendo el motu proprio ‘Ecclesia Dei», e incluso la carta de Benedicto XVI a los obispos sobre la remisión de la excomunión a los obispos consagrados por Lefebvre, donde queriendo justificar la excomunión dice:
      Continúa…

      1. «Una ordenación episcopal sin el mandato pontificio significa el PELIGRO de un cisma, porque cuestiona la unidad del colegio episcopal con el Papa. Por esto, la Iglesia debe reaccionar con la sanción más dura, la excomunión».
        Como he comentado más arriba, fue JPII quien le cargó el sambenito de cismático, sin serlo, en «Ecclesia Dei» (A eso debe referirse usted al decir que la Iglesia ha dicho); el mismo JPII que ordenó en Polonia sacerdotes desobedeciendo a Pablo VI , y que inició el proceso de canonización de su admirado Jósyf Slipyj que había hecho lo que Lefebvre (ordenar obispos desobedeciendo a Pablo VI).

        1. «el mismo JPII que ordenó en Polonia sacerdotes desobedeciendo a Pablo VI…»

          Incurriendo en la misma pena que Lefebvre (por ser automática), pero con dos pequeñas diferencias: lo hizo porque tras el Telón de Acero faltaban, materialmente, sacerdotes (cosa que no faltaban en Occidente en 1988, habiendo sido la mayoría de ellos ordenados antes de 1969), y lo hizo sin publicidad, como también le remitió la pena Pablo VI. En cambio, en el caso de Lefebvre, lo hizo a bombo y platillo, lo cual requirió que la excomunión se decretara por escrito (aunque ya existía sin él) y que se levantara también públicamente (a Mons. Lefebvre ya no le afectaba, pues llevaba muerto casi dos décadas).

          Y en cuanto a Jósyf Slipyj, tras su liberación en 1963, el Papa Pablo VI no sólo le levantó la excomunión en la que incurrió, sino que lo reconoció como Arzobispo Mayor de Lviv y lo creó cardenal en 1965.

          1. JP II, el besacoranes, lo hizo por la salvación de las almas por estar detrás del telón de acero.
            Lo mismo exactamente que ocurría con Lefebvre a este lado del telón modernista.

            Malachi martin en una de sus entrevistas dice que JPII quería él mismo ir a Econe a consagrar a los Obispos. Pero la corte modernista de Roma se lo impidió y le obligó a prohibirle ordenar (cuando ya se le habia concedido el permiso, pero no la fecha)

  10. Recuerdo cuando un obispo del Opus Night decía que Lefebvre era un cretino, con un odio irracional de tipo diabólico.
    Ahora todos andan con el rabo entre las piernas, haciendo agua por todos lados, despreciados, con razón, por moros y cristianos.
    Creo que el primer ajuste de la verdadera con la falsa iglesia va a pasar por este sector, el más nefasto y rastrero.

    1. «Recuerdo cuando…»

      Ande, déjese de trolas, que no se las cree nadie (y más con el vicio que tiene usted con mentir). En cualquier caso, se ha vuelto a equivocar usted de noticia (en realidad, de página web). Espero que se mejore pronto de su TOC (si se lo trata, seguramente se produzca antes).

    1. ¿Y qué tiene que ver ahora Francisco con este artículo? En vez de hacer y decir payasadas, haría bien en estudiar un poco, que es usted muy ignorante y sectario (valga la redundancia), troll «ingenioso».

  11. La realidad es que la principal función del Papa es preservar la Fe y la Tradición. Pablo VI falló estrepitosamente en este cometido, dejando que el Modernismo inundara la Iglesia, y sustituyendo la Tradición Litúrgica por otra inventada. Fue un abuso de poder, y los obispos tenían del derecho y deber de resistirle en las 2 cosas, pero también fallaron. De los pocos que se mantuvo firme fue Mons. Lefebre.
    Durante siglos el Papa juraba en la toma de su posesión «preservar y transmitir los ritos, tal como los había recibido». Pablo VI hizo lo contrario de su obligación. Por tanto, las suspensiones a divinis y excomuniones a Lefebre fueron invalidas.
    Para darse cuenta de la malicia de tales ilegítimas suspensiones a divinis y excomuniones a Lefebre, solo hay que ver que los Papas no decretaron ni suspensiones a divinis ni excomuniones a la gran cantidad de clérigos que en los últimos 60 años han incurrido en herejía manifiesta.

    1. Durante siglos la Iglesia enseñó que hay que resistir y no obedecer las ordenes ilegítimas que vengan de un superior. Lo que pasa que hoy en día hay un concepto totalitario de la autoridad, pensando que el jefe tiene siempre razón y hay que obedecerle, pero la Iglesia siempre ha defendido que la Verdad, y la Fe, están por encima de la autoridad.

      1. «Durante siglos la Iglesia enseñó que hay que resistir y no obedecer las ordenes ilegítimas que vengan de un superior»

        Fred: por ahí, no. Que es usted muy razonable siempre. Mons. Lefebvre no consideraba ilegítimo a JPII y sabía perfectamente que uno sólo puede desobedecer a un superior cuando éste manda algo contrario a la Ley de Dios, que no fue el caso. La excomunión (automática, sin necesidad de ser decretada) la conocía perfectamente de antemano porque así lo estipulaba el Código de Derecho Canónico. No nos corresponde juzgarle por lo que hizo. Su fuero interno sólo lo conocía Dios (que ya le ha juzgado), pero el externo lo vio todo el mundo y no tiene vuelta de hoja.

        1. No he dicho que JP II fuera ilegitimo, sino que la excomuniones fueron ilegitimas, y la confirmación es que B XVI las levantó, porque no tenían razón de ser. Durante la guerra fría un obispo del Este (no recuerdo el nombre) ordenó obispos en secreto, sin consentimiento de Roma y en contra de lo que había establecido Pablo VI. Roma nunca le dijo ni hizo nada en contra. Se entiende que en caso de necesidad la primera ley es la salvación de las almas. El tiempo ha dado la razón a Mons. Lefebre.

          1. Acabar con la Misa instaurada por Pedro en Roma, que es de origen apostolico y por tanto es parte de la revelación y sustituirlo por un rito filoprotestante creado por protestantes y masones SI VA señor catolicvs, contra la ley de Dios. Hablamos de suprimir una parte de la revelación que es la Santa Tradición en su manifestación más importante y central.

          2. Yo tampoco juzgo el fuero interno de JPII, criado entre fariseos, de madre judía, cuya familia cedía su casa a los judios en sus fiestas talmudicas. Una de cuyas creencias, de esos amigos de la familia de Wotjila es que Jesucristo hierve en sus propios excrementos en el Infierno. Toda su vida hasta entrar en el seminario desarrolló entre esa gente. Estaba bien visto por el partido comunista.

            Que casualidad, lo mismo que Pablo VI, que Bergoglio y, se dice, Benedicto. Juan XXIII era mas del lado masón, discipulo de Rampolla. pero eso no lo tengo claro

            Por otro lado, el código de derecho canónico es subordinado a la ley suprema de la Iglesia, que es la salvación de las almas

        2. Acabar con la Misa instaurada por Pedro en Roma, que es de origen apostolico y por tanto es parte de la revelación y sustituirlo por un rito filoprotestante creado por protestantes y masones SI VA señor catolicvs, contra la ley de Dios. Hablamos de suprimir una parte de la revelación que es la Santa Tradición en su manifestación más importante y central.

          Yo tampoco juzgo el fuero interno de JPII, criado entre fariseos, de madre judía, cuya familia cedía su casa a los judios en sus fiestas talmudicas. Una de cuyas creencias, de esos amigos de la familia de Wotjila es que Jesucristo hierve en sus propios excrementos en el Infierno. Toda su vida hasta entrar en el seminario desarrolló entre esa gente.

          Que casualidad, lo mismo que Pablo VI, que Bergoglio y, se dice, Benedicto. Juan XXIII era mas del lado masón, discipulo de Rampolla. pero eso no lo tengo claro

          Por otro lado, el código de derecho canónico es subordinado a la ley suprema de la Iglesia, que es la salvación de las almas.

  12. Monseñor Lefebvre fue mucho menos radical que San Atanasio. Lefebvre tras ser «excomulgado» se retiró de su actividad episcopal mientras que San Atanasio, tras serle notificada su «excomunión» la ignoró completamente y siguió con su labor episcopal celebrando Misa, administrando sacramentos, etc. Es posible que Monseñor Lefebvre sea canonizado cuando la Iglesia recupere su misión de forma eficaz, como le ocurrió a San Atanasio.

    1. …y ni Monseñor Lefebvre ni San Atanasio se lanzaron a soltar críticas y descalificaciones contra los correspondientes Papas que está claro que se equivocaron con decisiones injustas e inválidas. Eran mucho más inteligentes y sabios que la banda de sedevacantistas y odiadores del Papa que tenemos hoy.

  13. Es la evolución de la Iglesia conciliar la que va, poco a poco, aunque a veces de forma muy acelerada, dando la razón a monseñor Lefebvre. Al final, son las propias palabras de Cristo las que lo dejan todo meridianamente claro: Los frutos son buenos, el árbol es bueno, los frutos son malos, el árbol es malo. Aceptar la Misa Novus Ordo es, de paso, aceptar que dos mil años de liturgia han sido un error disparatado, porque no se trata de hacer un «retoque», es una ruptura, en toda regla, con la liturgia de siempre. Aceptar el principio de «libertad religiosa» del Concilio significa poner «La dignidad de la persona» por encima del mandato de Cristo de «Id y haced discípulos», esto es, del obligado proselitismo. Aceptar poner a la religión católica en igualdad no sólo con otras confesiones cristianas heréticas, sino incluso con religiones anticristianas, significa cambiar : «Yo soy El Camino» , por «Yo soy Un camino» (hay otros, elige el que quieras). Y así hasta la Iglesia Fiduciaria.

  14. Jaime Gurpegui, me parece, que usted está contando de modo incompleto, los intercambios entre, Ratzinger, como prefecto, y Moseñor Lefebvre,. el que no está al tanto del tema, no descubre en éste texto, la verdad completa de la cuestión.

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