El arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz, celebró en la capilla de la residencia del Seminario metropolitano la misa del Miércoles de Ceniza.
En la celebración estuvieron presentes los seminaristas y formadores y también la comunidad de Franciscanas del Buen Consejo, la comunidad de Focolarinas y el personal no docente.
El arzobispo franciscano alertó en su homilía del peligro de acostumbrarnos «un año tras otro a la Cuaresma» y que por tanto «no nos aporte nada». Citando a San Pablo, Sanz Montes animó a «estar abiertos a que Dios nos pueda sorprender» y así «dejarnos reconciliar por Dios».
Con suma claridad, el arzobispo de Oviedo pidió no confundir el ayuno cuaresmal «con el Ramadán, ni tampoco con una dieta». Monseñor Jesús Sanz recordó que «el ayuno cristiano es el que me invita a prescindir de todo aquello que no me alimenta, que no me permite crecer como hijo de Dios, como verdadero cristiano».
Sobre la oración, el prelado asturiano pidió no confundirla con la recitación de oraciones vocales y animó a frecuentar durante estos días la oración mental para «sabernos mirados, queridos y esperados por ese Dios que no se ausenta, que tiene algo que decirme amorosamente».
Respecto a la práctica de la limosna, el arzobispo de Oviedo hizo hincapié en que «no son sólo las monedas que podemos ofrecer a una persona que las necesita, que también si lo hacemos con la conciencia de por Quién lo estamos realizando, sino que es la entrega de mi vida a los demás, desde nuestra vocación. La limosna de nuestro tiempo, de nuestra inteligencia, de nuestro afecto a quienes tenemos delante y lo pueden necesitar».
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Cincuenta años desmontando el syuno, y todavía siguen
El ayuno es no comer. Punto.
Y el comer es una necesidad
Luego el ayuno es algo muy especial y curioso y religioso. Es (durante unos períodos- q hoy sólo son dd horas) el abstenerse de lo necesario.
De lo superfluo y pecaminoso el cristiano debe intentar huir siempre (eso no es ayuno, sino puro estilo de vida cristiano)
Se trata de someter el cuerpo al entendimiento, Monseñor, de no dejar que el cuerpo nos domine a través de la vida con sus apetencias. Porque mientras sigamos obedeciendo al cuerpo, nunca podremos ir ascendiendo hacia Dios. Y eso, no solo en Cuaresma, aunque Cuaresma sea una buena ocasión para empezar.
Ayunar es ayunar. No se come, y solo se bebe agua. Por otro lado, es bueno para la salud. Se pierde grasa visceral y baja la glucosa. ¿Tiene eso algo de malo?
Sí: para la salud espiritual. Si uno ayuna por ser Ramadán, creyendo que así se va a salvar pese a profesar una religión falsa, acabará en el infierno. Eso sí, dejando unos despojos muy bien parecidos, sin nada de grasa corporal.
«Para que ayunar si no haces caso, mortificarnos si no te enteras», son palabras de la primera lectura de hoy, del profeta Isaias 58 1-9.en ella se describe como debe ser el ayuno y la penitencia, para que sea agradable a Dios.
No se trata de perder grasa abdominal, de buscar la salud, de realizar acciones externas, carentes de la conversión hacia Dios.
Esto es como el amor al prójimo, se le ama, porque previamente amamos a Dios. Si el amor es horizontal, es filantropia o «fraternidad universal» (concepto masonico)
En otra noticia se entres acá una frase del Card. Cobo:»caminemos juntos», y siento decirlo,uff! la conversión es hacia Dios, y esto suena a lo de siempre, un amor horizontal, donde se mira al de enfrente y punto final. Es el vaciado del cristianismo, por otra cosa. Postura y conducta muy extendida.
Rapunzel, estoy de acuerdo con usted.
Escuché la homilía de Cobo del miércoles de ceniza y su discurso me pareció insustancial, sin profundidad alguna. » Caminar juntos » …Quienes ? Y hacia dónde?. La sinodalidad dichosa siempre de fondo.
El ayuno conlleva beneficios para la salud física, mental y espiritual todas juntas, ¿Es que tiene algo de malo que beneficie a la persona entera? Sí se ayunar como un sacrificio, no por eso deja de ser un beneficio para la salud.
¿Salud espiritual acabar en el infierno? Usted delira. Lo que tienen que hacer los sarracenos, al igual que otros paganos, que los judíos, los herejes, los cismáticos y los ateos, es convertirse a la fe católica, única verdadera, fuera de la cual no hay salvación. ¿De qué les va a servir tener tipín una vez en el infierno?
Monseñor Sanz Montes poniendo un poco de cordura después de las declaraciones de algunos jerarcas comparando el Ramadán con la Cuaresma.
Menos mal que aún quedan voces en la Iglesia con verdadero sentido cristiano.
MONSEÑOR JESÚS SANZ MONTES, USTED SI QUE ES UN BUEN SACERDOTE, DIOS LE GUARDE, SIEMPRE ESTÁ EN LA LÍNEA CORRECTA DEL SACERDOCIO. ¡OJALA, TUVIERMOS MUCHOS SACERDOTES COMO USTED, OTRA COSA SERÍA LA IGLESIA DE DIOS!. AMÉN