Monseñor Mariano Crociata, presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), ha expresado su profunda preocupación por la crisis humanitaria en Siria y ha instado a la comunidad internacional a actuar con urgencia para proteger a las comunidades más vulnerables, en particular a los cristianos.
En respuesta a una carta de Monseñor Youlian Jacques Mourad, arzobispo católico sirio de Homs, Monseñor Crociata destacó que, tras más de una década de conflicto, la población siria sigue enfrentando desplazamientos, pobreza y la destrucción de sus hogares y medios de vida.
El prelado subrayó la difícil situación de las comunidades cristianas, cuya presencia en Siria es histórica pero se encuentra en riesgo. “La erosión de las comunidades cristianas sería una pérdida trágica no solo para Siria, sino también para la estabilidad de la región y del mundo”, afirmó.
Por ello, COMECE ha instado a la Unión Europea y a la comunidad internacional a tomar medidas concretas para garantizar la protección de estas comunidades y apoyar su permanencia en su tierra natal.
Petición de acción a la Unión Europea
La declaración de COMECE solicita a la UE y a sus Estados miembros que proporcionen financiamiento adecuado y sostenido a organizaciones de confianza para garantizar la provisión de necesidades básicas como alimentación, vivienda, atención médica y educación para todos los sirios.
Además, la Iglesia europea ha celebrado la decisión de la UE de aliviar gradualmente las sanciones contra Siria, medida que, según Monseñor Crociata, tendrá un impacto positivo en la vida del pueblo sirio.
En su mensaje, el prelado pidió evitar represalias contra quienes apoyaron el régimen anterior y abogó por la aplicación de una justicia transicional justa e inclusiva. También instó a los países europeos a fomentar iniciativas de diálogo y reconciliación entre las diversas comunidades sirias.
Compromiso con los refugiados y desplazados
COMECE reafirmó su compromiso de apoyar a los refugiados y desplazados sirios, especialmente a aquellos que huyen de la persecución, asegurando que sean tratados con dignidad y respeto. Asimismo, se hizo un llamado a la UE para facilitar el retorno seguro y voluntario de las familias sirias a sus hogares.
“Nos solidarizamos con nuestros hermanos y hermanas en Siria, especialmente con las comunidades cristianas que han mantenido su fe en medio de enormes dificultades”, concluyó Monseñor Crociata, invitando a todos los fieles a orar por la paz en Siria.
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