El pasado cinco de noviembre, el Papa Francisco a Mons. Odelir José Magri, M.C.J como primer arzobispo metropolitano de Chapecó, en Brasil tras erigir la Provincia Eclesiástica de Chapecó (Brasil), elevando a Iglesia Metropolitana la Sede de Chapecó.
Fue el pasado 9 de febrero cuando se celebró la instalación del arzobispo en una Misa en la catedral de San Antonio en la que participó gran parte del clero diocesano y varios obispos brasileños.
Hasta aquí todo normal, pero hubo un detalle que para algunos no pasó desapercibido y ha generado gran escándalo y revuelo. Tal y como se puede ver en la grabación de la Misa subida al canal de YouTube de la diócesis, en la procesión de entrada, en la fila de sacerdotes que suben al altar para concelebrar en esta Misa, aparece una mujer vestida con el alba y con estola morada.
Al parecer, se trataba de una ‘sacerdotisa’ anglicana y participó como una más en la Misa en eso que ahora algunos llaman «diálogo interreligioso». Esta mujer anglicana que dice ser sacerdote participó activamente en la Misa como un sacerdote más, hasta el punto de que en el momento en el que los sacerdotes acuden al altar para comulgar ella también lo hace.
Excusa barata del arzobispo
Tras este sonado escándalo, el arzobispo de Chapecó, Odelir José Magri, se estrenó en el cargo con un comunicado para simplemente informar que se han puesto en contado con la Nunciatura Apostólica en Brasil «sobre las circunstancias de este incidente aislado de violación inadvertida de las normas litúrgicas». La excusa suena bien ridícula ya que ella participó junto a los sacerdotes y varios obispos en la Misa. Estuvo en la procesión de entrada como un sacerdote más y todo el mundo le vio comulgar delante de todos los sacerdotes que concelebraban y de los obispos.
En el comunicado, el arzobispo dice que renueva su «compromiso con la ortodoxia doctrinal y la ortopraxis litúrgica, y nos esforzaremos por evitar errores futuros».
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