La Unción de los Enfermos: el gran olvidado de los sacramentos

Unción de enfermos
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En la vida sacramental de la Iglesia, hay ritos que reciben una atención constante, como la Eucaristía o la Confesión, y otros que parecen haber caído en el olvido.

La Unción de los Enfermos es, sin duda, el más marginado de todos. Para muchos, sigue siendo “la extremaunción”, ese último gesto antes de la muerte, un sacramento reservado para cuando el enfermo ya está agonizando. Pero esta visión es errónea y refleja una deficiencia catequética grave.

El Catecismo de la Iglesia Católica es claro: este sacramento no es solo para los moribundos. Es un don de Dios para aquellos que enfrentan una enfermedad grave o el peso de la vejez. La Unción tiene un doble efecto: la sanación espiritual y, si Dios lo quiere, la curación física. No es magia ni un último recurso desesperado, sino un auxilio sobrenatural para afrontar el sufrimiento con gracia.

La epístola de Santiago lo expresa con contundencia: «¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor lo aliviará, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados» (St 5, 14-15).

Sin embargo, esta enseñanza parece haber desaparecido del imaginario colectivo. Hoy en día, se tiene más confianza en la morfina que en la gracia.

Una sociedad envejecida y un sacramento ignorado

Europa envejece y España no es una excepción. El número de personas mayores se dispara, las residencias están llenas, y cada vez más ancianos afrontan solos la enfermedad. Y, sin embargo, ¿cuántos de ellos reciben la Unción de los Enfermos? ¿Cuántos saben siquiera que pueden recibirla?

El problema es doble: falta de formación y falta de sacerdotes que promuevan activamente el sacramento. Se siguen celebrando misas multitudinarias para jóvenes, peregrinaciones, congresos de pastoral juvenil… pero, ¿quién piensa en los ancianos? La Unción de los Enfermos no aparece en las catequesis parroquiales ni en las homilías. Es como si la Iglesia solo pensara en los vivos y se olvidara de los que se acercan al final de sus vidas.

Una catequesis urgente

Si la Iglesia quiere ser verdaderamente madre y maestra, necesita recuperar la enseñanza y administración de la Unción de los Enfermos. Algunas propuestas concretas:

1. Catequesis parroquial: Enseñar en las parroquias que el sacramento no es solo para moribundos y que cualquier persona con una enfermedad grave o en edad avanzada puede recibirlo.

2. Domingos dedicados a la Unción: Igual que hay celebraciones masivas de la Confirmación o la Primera Comunión, debería haber domingos en los que los ancianos y enfermos de la comunidad puedan recibir la Unción en una misa solemne.

3. Sacerdotes disponibles: Los párrocos deberían ser proactivos en ofrecer la Unción en hospitales y residencias. No basta con esperar a que las familias lo pidan cuando el enfermo está ya en coma.

4. Familias formadas: Muchos hijos y nietos no piden la Unción para sus mayores porque creen que significa “rendirse” ante la muerte. Hay que enseñarles que es un sacramento de fortaleza, no de derrota.

5. Una pastoral del sufrimiento: La Iglesia debe recuperar la enseñanza sobre el sentido cristiano del sufrimiento. Hoy vivimos en una cultura que huye de la enfermedad y de la muerte. La Unción de los Enfermos es una respuesta católica al miedo existencial del hombre moderno.

En tiempos en los que la eutanasia se presenta como la “solución” a la vejez y al dolor, la Iglesia tiene el deber de recordar que hay otra opción: la gracia de Dios. Pero para que esta gracia llegue a los fieles, es necesario predicarla, enseñarla y administrarla. La Unción de los Enfermos es un sacramento olvidado, pero en una sociedad envejecida, se convierte en más necesario que nunca

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Comentarios
9 comentarios en “La Unción de los Enfermos: el gran olvidado de los sacramentos
  1. ¡Oh!

    ¿Aún existe la Extrema Unción o Unción de los Enfermos?

    La última vez que la hicieron de una manera pública en una parroquia del Opus fue, si recuerdo bien, hace como unos quince años…

    ¡Yo pensaba que la habían abolido!

    😉

  2. El problema no está en la causa de la vejez, sino en definir enfermedad grave.

    Hay enfermedades que no son graves pero son crónicas.

    También hay que definir bien que es enfermedad, si también pueden haber trastornos, afecciones y lesiones:

    – Enfermedad: condición patológica que afecta al cuerpo, con síntomas y signos específicos, generalmente tratada por médicos

    – Trastorno: alteración en el funcionamiento normal del cuerpo o la mente, a menudo usado en la salud mental, pero también puede ser físico

    – Afección: término general para cualquier condición que afecte la salud, incluyendo enfermedades, trastornos e incluso lesiones

    – Lesión: daño o trauma en el cuerpo causado por un evento externo, como un golpe, caída o accidente

  3. ayer en la misa el párroco dijo que el domingo se administrará la unción a todo el que desee, porque todos tenemos algo sin sanar . Es correcto que se administre el sacramento a cualquiera que no tenga enfermedad grave?

    1. Correcto no sé si lo es, pero se hace en mi parroquia todos los años. La cola para recibirla es igual a la de comulgar: misma rapidez y mismo público, de todas las edades (bueno niños no vi pero tampoco los suele haber). Yo no fui, me pareció demasiado banal

      1. Así es, tan banal como como comulgar parado y en la mano.
        ¿Habrá Presencia Real, de Cuerpo, Sangre y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, en esas misas protestantes, con ofertorio y canon, no Católicos y sacerdotes y obispos ordenados con los nuevos ritos?
        Yo creo que no.
        Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero.

        1. «Es correcto que se administre el sacramento a cualquiera que no tenga enfermedad grave?»

          No, no lo es. Para recibirlo se requiere, además de estar en gracia de Dios, estar en peligro de muerte, aunque ésta no sea inminente. El catecismo lo deja bien claro: «cuando el fiel empieza a estar EN PELIGRO DE MUERTE por enfermedad o vejez» (SC 73; cf CIC, can. 1004, §1; 1005; 1007; CCEO, can. 738).

  4. La unción de los enfermos, podría ser un sacramental, no un Sacramento.
    El Sacramento, es la Extrema Unción.
    Así lo dijo siempre la Una Santa Católica y Apostólica Iglesia, hasta el nefasto Concilio.

  5. En Argentina hace así de 59 años existe el Servicio Sacerdotal Nocturno los 365 días del año que da ese servicio gratis durante la noche. Informense.

    1. «da ese servicio gratis»

      ¿Qué servicio? Estamos hablando de un sacramento. Sólo faltaba que cobrasen los sacramentos (como decidió hacer la simoníaca Conferencia Episcopal Alemana: o pagas, o no te administran ninguno).

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