Si algo ha caracterizado el pontificado de Francisco es su insistencia en mezclarlo todo en un mismo discurso.
En su última biografía, no decepciona: la pandemia, la crisis climática, la pobreza, la explotación, la dignidad de los excluidos… todo se presenta como una única “crisis socioambiental”, un problema global que exige una respuesta integral. Porque, al parecer, la propagación del COVID y la destrucción de ecosistemas forman parte de un mismo fenómeno.
Según Francisco, la comunidad científica ya ha demostrado que en los hábitats degradados hay más virus que pueden infectar al hombre. No hay una crisis ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis que desemboca en tragedias sanitarias. Así, la pandemia del COVID no fue solo una crisis sanitaria, sino una consecuencia más de la explotación de la naturaleza, de la antropización salvaje, de la falta de respeto por la biodiversidad.
En este relato, la pandemia no es responsabilidad de un régimen comunista que ocultó información, ni de la manipulación de laboratorios de bioseguridad, ni de la incompetencia de los gobiernos que aplicaron medidas erráticas y totalitarias. No, la culpa es de la degradación ambiental y del modelo de desarrollo que no respeta el planeta. El COVID no fue un problema epidemiológico, sino otro síntoma de la crisis climática.
Una Iglesia al servicio de la nueva religión verde
Este discurso no es nuevo. Francisco lleva años impulsando la idea de que la ecología es una cuestión teológica, de que cuidar el medioambiente es parte de la misión de la Iglesia. En Laudato Si’ ya estableció las bases de esta teología climática, donde el pecado no es solo moral, sino también ecológico. Ahora, en su biografía, redobla la apuesta: la pandemia fue un aviso de que debemos actuar urgentemente para salvar el planeta.
No es casualidad que la Iglesia de Francisco hable más del cambio climático que del pecado, más de la ecología que de la conversión, más de las emisiones de CO₂ que de la salvación. La crisis climática ha sido integrada en el mensaje católico como si fuera parte esencial de la fe, al punto de que la ecología se ha convertido en una nueva moral.
Pero el problema de fondo es aún más grave: cuando la Iglesia adopta la narrativa globalista de las “crisis interconectadas”, deja de ser un faro moral y se convierte en una ONG al servicio de la agenda del momento. Cuando se coloca al cambio climático en el centro del discurso eclesial, la fe queda subordinada a la política.
De la pandemia al control global
Francisco concluye que la pandemia “nos enseñó” que tenemos los medios para enfrentar los desafíos globales y que seremos más resilientes si lo hacemos juntos. ¿Y qué significa esto en la práctica? Significa aceptar el modelo de gobernanza global que se impuso con el COVID: restricciones masivas, controles sociales, limitación de libertades individuales en nombre del bien común.
La pandemia demostró que, con el pretexto de una crisis, se pueden cerrar iglesias, suspender sacramentos, aislar a los fieles y hacer que la Iglesia se someta sin resistencia a las decisiones de los gobiernos. Ahora, con la crisis climática como nuevo pretexto, se busca aplicar la misma lógica: restricciones, sacrificios, controles, todo en nombre de la “responsabilidad común”.
Lo más preocupante es que Francisco ha asumido este discurso sin reparos. En lugar de ser una voz crítica ante los excesos del poder global, ha hecho de la Iglesia un altavoz más de la narrativa oficial. En vez de denunciar las mentiras y manipulaciones que rodearon la pandemia, insiste en que debemos aprender la lección y actuar “todos juntos” para enfrentar la crisis climática.
Pero la Iglesia no está llamada a ser el departamento de asuntos religiosos de la ONU ni a repetir las consignas del Foro Económico Mundial. Su misión es anunciar la verdad de Cristo, no promover la agenda climática.
Un futuro preocupante
El problema no es que la Iglesia hable del cuidado del medioambiente, sino que lo convierta en su principal mensaje. No es que Francisco se preocupe por la ecología, sino que subordine la fe a la ideología verde. No es que la Iglesia quiera un mundo mejor, sino que asuma sin cuestionar los dogmas del progresismo global.
El COVID pasó, pero la lección que aprendieron quienes manejan el poder es clara: si la gente aceptó restricciones extremas en nombre de la salud, las aceptará también en nombre del clima. Y la pregunta es: ¿seguirá la Iglesia justificando todo en nombre de la “crisis socioambiental”? Todo indica que sí.
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Cuando la ideologia sustituye a la Fe, cuando el oportunismo, el populismo y las ansias de poder sustituyen a la Verdad y Bien comun, entonces surgen personajes siniestros, como los que actualmente gobiernan al mundo, tanto en los Estados y como en la Iglesia.
Es una pena que haya caído en el timo climático. Que no es más que una estafa de multinacionales para hacer negocio. Un timo de billonarios.
Para hacer negocio y para arruinar naciones que la mejor forma de dominar es quebrar las piernas para que luego te supliquen las muletas.
No caigamos en el timo cambiático.
La «Iglesia de Francisco» no puede hacer otra cosa que lo que disponga cada día la izquierda internacional, que es el bloque geopolítico al que pertenece como una organización de segundo o tercer nivel.
¿Hasta cuándo seguirá este papanatas con sus imbecilidades? Nadie puede respetar a semejante sujeto.
Como es un ignorante soberbio es una víctima más de la demagogia propaganda falsa e interesada bazofia climática.
Nuestra mala suerte es que nunca debió ser ni cura, y ahora es el Papa de la Iglesia Católica. Es Papa, pero nunca se ha comportado como tal.
Su odio a los católicos que aman la tradicion y el catecismo, la liturgia y el orden y su odio contra los que no se someten a su tiranía junto con su heretica doctrina es lo único que quedará de este Papa F.
Gracias Infovaticana por permitir la libertad de expresión y no ser como Infocatolica censores al peor estilo stalinista.
Rigidus Contentus: ¿papa? ¿Carece de sentido la renuncia en diferido?: “renuntiare ita ut a die 28 februarii MMXIII, hora 20”, CONTRADICE frontalmente el canon189,3, por ser la renuncia papal un acto jurídico puro,“produce su efecto mediante la notificación del renunciante” y elPapa B.XVI “renunció” el 11-02-2013,efectiva al28-02-2013 , esa “renuncia” en DIFERIDO es INVÁLIDA, según los canon 124y126 por “error sustancial”(sea por ignorancia o equivocación). Jamás encontrarán la forma de cambiar esta REALIDAD, por el principio jurídico de la irretroactividad. ¿Papa? Ahí está nuestro gran obscuridad: pues los de Roma creen su nivel igual que todo lo anterior, incluyendo la Palabra de Dios. La ignorancia de las masas católicas es enorme sobre todo de la Biblia (y lo saben muy bien los de Roma), y conocen a fondo la cobardía de los mitrados y la FALSEDAD de sus vocaciones, infieles al Maestro y comiendo siempre algarrobas (Lc.15,16) del confort. ¿Se puede senvir a dos señores? Mc.4,24.
Este era el discurso de la Onu durante la plan demia.
La cuestión es que es todo mentira, y en vez de pedir perdón y hacer penitencia, se mantiene en la mentira, como hijo de la mentira.
Hace unas semanas salió el informe del gobierno yanqui después de varios años de investigación, más de 500 páginas:.
-la imposición de vozales no tenía ninguna base científica, fue arbitrario. pa jo der y esclavizar al pueblo
– las inoc ulaciones implicaban muchos riesgos sanitarios y su eficacia era muy dudosa. Bergoglio obligó a la inoculación o perdida del trabajo, terrible
– Fue el gobierno yanqui quien financio este virus en Wuhan, no China, admitido por el propio gobierno yanqui, los yanquis fueron los culpables, como siempre
El discurso de Francisco tiene tintes de sat anico
Ya no alcanzan los dedos de las manos para contar los sacerdotes que murieron en mi país después de inocularse. No fue solamente un asunto de incompetencia ni de mal manejo, fue genocidio. Ver el libro que publicaron Naomi Wolf y Steve Bannon sobre los documentos que Pfizer tuvo que hacer públicos por orden de un juez, cuando pensaban mantenerlos en secreto nada más que 75 años. Ya sabían cuando comenzaron a inocular que las «vacunas» no servían para nada y que tenían unos 1.200 efectos secundarios adversos diferentes. El tercero en importancia era C…vid.
El timo climático, como toda mentira, es obra del Enemigo. Este ser siniestro encarna todos los objetivos de los anticristianos. Perseguidor y odiador de la Misa de siempre, blasfemador contra la Tradición, defensor de herejías abiertas… Más que nunca no reconocer.
Son una secta pagana que adora a la naturaleza como nuevo dios, a la hermana luna y a la madre tierra. Son animistas la religión mas primitiva de la tierra. Ojalá cayera un meteorito bien gordo que los arrasara se lo están ganado a pulso. El mundo y la tierra pasarán, mis palabras NO PASARÁN.
Si Bergoglio se cree todo el pupurri que suelta por su boca… es un retrasado mental. Pero lo más seguro es que no se lo crea, sino que siga consignas… es un malvado.
Nunca pensé que un Papa pudiera suscitar tanto odio.
Decir la verdad no es odiar, y ver la realidad tampoco. Si eso te lleva a odiar, tienes un problema, que está dentro de ti.No lo digo por Vd., sino por la afirmación que hace.
Yo no le odio, le rechazo en lo que dice, hace y desde luego no le reconozco como pastor. Dios se encargue de él, porque el daño que hace a las almas y a la Sta Iglesia es enorme. No lo voy a disculpar, ni blanquear, ni siquiera a estas alturas tratar de entenderlo, esa fase ya la pase. Dios, conocedor del corazón, sea quien lo juzgue, y se haga su Voluntad, pues esta permitiendo que este hombre flagele a su Sta. Iglesia,y la purifique.
Yo tampoco le odio, pero no cabe duda que si analizamos la reacción que produce en los católicos en Internet este Papa, se puede hablar de un sentimiento muy negativo hacia Él.
Comunista de libro, esta visto que tiene en ninguna estima la opinión de su pueblo, al que quiere someter y subyugar con su polit buró, su jerarquia completamente amaestrado y sometida y acongojada. Su pueblo lo rechaza tajante y continuamente y a él le da exactamente igual. No puede decir que no lo sepa, pues todas estas opiniones y reacciones adversas hacia él y su forma y fondo de dirigir la Iglesia, son bien visibles.
Últimamente parece que ha mejorado un poco, debe encontrarse mal, tiene muy mal aspecto, quizás vea la muerte más de cerca, y es verdad que últimamente está diciendo menos barbaridades, pero aún así ¡ha dejado tantas por escrito!
Se morirá sin responder a unas importantes dubia que dejaron su pontificado herido de muerte, tras una enciclica heretica.
Un Papa que nunca se comportó como tal
Lleva actuando como un politicastro progre desde que la mafia de san Galo lo sacó de su patria, que no ha visitado desde entonces, para sentirlo en Roma. Sus encíclicas «climáticas» y seudo científicas, sus parrafadas medioambientales completamente ignaras, su promoción de las llamadas vacunas haciendo de correveidile de la OMS y de la abortista ONU, su falsario indigenismo alimentado por tópicos absurdos, su complacencia con los gerifaltes del capitalismo mundial y sionista, sus wokismos buenistas de corte y tufo masón, su seguidismo de la religión climática teñida de pachamamismo…etc, etc ¿No nos tiene hartos ya? ¿No está acabado físicamente ya, como lleva acabado pastoral, teológica, eclesialmente ya muchos años atrás?: ¿Puede decirse que ha aportado algo importante, angular, estructural, trascendental a la Iglesia? Entiendo que no, solo confusión, sofismo, relativismo…a ver si esto no dura mucho más, debería abdicar si tuviera un mínimo de la responsabilidad que mostró BXVI
A Bergoglio se la bufa la Iglesia de Cristo, si no contestaría los Dubia. Y se la bufa todavía mas el cambio climatico y la ecología, si no se haría vegetariano y adelgazaría, pero cada día esta mas y mas cebon y orondo de los asados que se aprieta. Tiene una huella de carbono mas grande que la de varios bueyes juntos.
Cuando veais a Bergoglio delgado, entonces sera que empieza a creerse lo del calentamiento. Y cuando conteste los Dubia entonces será que empieza a creer en Dios.
Rigidus Contentus
No es tanto el odio .Es solamente de una infime cantidad de comentaristas de INFOVATICANA
Hay mil cien millones de Católicos en la tierra .
«Hay mil cien millones de Católicos en la tierra»
Menudo lío se hace usted con las mayúsculas y las minúsculas. Se escribe justo al revés: «católicos en la Tierra». Y en cuanto a esa cifra, se le olvida a usted que, de los mismos, pocos se acercan a la plaza de San Pedro a que los insulte Francisco, como es habitual en él (si no odia a los católicos, lo disimula muy bien). Esas ausencias hacen cierto el dicho: no hay mayor desprecio que no hacer aprecio.
Si a la Iglesia se le saca lo sobrenatural solo queda una manada mas papista que el que hace de jefe que quiere hacer un paraizo en la tierra cosa que no es posible porque nuestro destino es el cielo junto a Dios
….pero claro si aca estamos del lado de la verdad
Maranatha !