Aquí vamos otra vez. Un sacerdote hace lo que debe hacer –aplicar la doctrina de la Iglesia– y los inquisidores del pensamiento arcoíris ya han sacado las antorchas.
Esta vez, la cacería de brujas se ha desatado en Arcos de la Frontera, donde un cura se ha negado a aceptar como padrino de confirmación a un hombre que, oh sorpresa, vive en pareja con otro hombre. Y claro, los sumos sacerdotes de la nueva moralidad no han tardado en dictar sentencia.
La noticia intenta validar la indignación citando una frase de Francisco: «Son hijos de Dios y pueden ser padrinos de confirmación». Pero resulta que ser hijo de Dios no equivale a tener derecho automático a ser padrino. El padrino debe ser un modelo de vida cristiana, y alguien que vive abiertamente en contradicción con la moral de la Iglesia no cumple con ese requisito. Tan simple como eso.
Si este hombre viviera en castidad, el problema ni siquiera existiría. Pero no, aquí no estamos hablando de un hombre con atracción hacia su mismo sexo que vive según la enseñanza de la Iglesia. Hablamos de alguien que vive en unión con otro hombre de manera pública, causando escándalo. Y Jesucristo es muy claro sobre el escándalo: más le valdría atarse una piedra de molino y tirarse al mar (Mt 18,6). No lo dijo Aurora Buendía ni el párroco de Arcos de la Frontera; lo dijo Cristo.
Nos venden la historia como si la Iglesia estuviera persiguiendo a los homosexuales. Falso. La Iglesia no excluye a nadie por su orientación sexual, pero sí exige vivir conforme a la moral cristiana. ¿O acaso aceptaríamos como padrinos a un adúltero público? ¿A alguien que viva en unión libre sin casarse? La lógica es la misma. Pero claro, como es un tema LGTBI, hay que hacer escándalo.
Ahora resulta que la doctrina católica debe redactarse en los despachos de asociaciones activistas, que creen que su ideología está por encima de dos mil años de enseñanza cristiana. Se exige que la Iglesia promueva la igualdad y el respeto, pero lo que realmente buscan es que la Iglesia traicione su misión y se convierta en una entidad complaciente con las modas del mundo. Pero, ¿desde cuándo la misión de la Iglesia es ajustarse a los dictados de la corrección política en vez de predicar la verdad revelada por Dios?
Aquí la única autorizada para repartir carnés de católico es la Iglesia Católica. Y no cualquier interpretación caprichosa del Magisterio, sino la que está en continuidad con la Tradición y con lo que han enseñado todos los Papas anteriores. Francisco no es una isla en la historia de la Iglesia. Y el día que intente contradecir la doctrina bimilenaria de la Iglesia, su palabra valdrá lo mismo que la de cualquier tertuliano de televisión.
La fe no es un menú a la carta
Lo que de verdad molesta a estos inquisidores progresistas no es que este hombre no pueda ser padrino; es que la Iglesia se resista a convertirse en un club social donde todo vale. Lo siento, pero no. La Iglesia es el cuerpo de Cristo, no una ONG con cruz.
Y por cierto, a mí personalmente me da igual que dos tipos hagan en su vida privada. Lo que me molesta es que pretendan erigirse en maestros de moral gay y nos digan a los católicos cómo debemos vivir nuestra fe. Porque resulta que el padrino de confirmación debe ser un referente para la vida cristiana del confirmado. Y en este caso, estamos hablando de un niño sin formación cristiana que necesita un modelo de vida católica, no una clase de adoctrinamiento progre.
Por supuesto, no podía faltar la etiqueta de ultraconservador. Porque hoy en día, si un sacerdote es coherente con la doctrina, automáticamente es un fanático peligroso.
Se le acusa sin pruebas, se asume que es culpable y se le exige rectificación pública. ¿Rectificar qué? ¿Por ser fiel a la enseñanza de la Iglesia? Entonces, que rectifique también Jesucristo, San Pablo, los Padres de la Iglesia y todos los Papas anteriores.
La Iglesia no es de izquierdas ni de derechas, no es conservadora ni progresista: es católica. Y la fe no es un menú donde cada uno elige lo que le conviene. Si alguien quiere vivir conforme a la doctrina católica, es bienvenido. Pero si lo que busca es que la Iglesia se adapte a sus deseos, está en el lugar equivocado. Aquí no estamos para seguir al mundo; estamos para seguir a Cristo. Y Cristo dejó claro que hay condiciones para ser su discípulo.
Por eso, el cura de Arcos de la Frontera no ha hecho más que cumplir su deber. Y por eso mismo, la única respuesta que debería dar a quienes le exigen rectificar es esta: Non serviam.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
El alcalde del PSOE de Torrecaballeros Rubén García de Andrés –que la lió en los medios exigiendo comulgar, a pesar de ser pareja de otro hombre– ha hecho el ridículo. El acto en solidaridad que se convocó en el pueblo de Basardilla el 2 de febrero y en el que él intervino, no congregó ni a cien personas. Es más, el vídeo de la ‘concentración’ en el canal de YouTube de «Religión Digital», apenas tiene tres ‘Me gusta’.
Son todo farsas mediáticas.
«Carmen, Carmen, voy a tener que emborracharme…»
(Los Chunguitos)
Pero si vuestro cura favorito, ahora juzgado, es homosexual confeso. Y no paráis de luchar por que no se le quiten ni uno solo de los honores y cargos que tiene.
Cómo se sentirá Manuel viendo los continuas ataques a los homosexuales en esta web, su casa.
«Carmen, Carmen, voy a tener que emborracharme…»
(Los Chunguitos)
Pobre JenPF: delirando todo el día porque perpetrar actos homosexuales es pecado y no quiere asumirlo.
La autora cae en el juego y trampa de usar el término “Inquisición” de manera peyorativa.
Gracias a esta providencial institución difamada por la leyenda negra, los enemigos de la Iglesia —-como la juedomasonería— no lograron sus propósitos nefastos en siglos pasados.
Una vez más Vds tergiversan la historia y promueven la leyenda negra anti católica y anti española.
Entérense: el Santo Oficio cometió errores, pero gracias a él Vds recibieron el depósito de la Fe. Entre los errores de la Inquisición no se encuentran ni el elegeteberismo ni la propaganda woke, estos vicios se los debemos al pepé de nuestro régimen del 78 como la realidad tozuda se empeña en demostrar cada día: ayer una concejal pepera de El Puerto de Santa María se despachaba con una soflama feminista, abortera y rebosante de misandria.
¿Que tendrá esta tipa que ver con la Inquisición? Absolutamente nada. En cambio si tiene que ver, y mucho, con el liberalismo impuesto en España desde las postrimerías del franquismo hasta hoy.
No quieran cambiar la historia.
Tiene Vd toda la razón, utilizar el término Inquisición como lo hace esta articulista es hacer el juego a los negrolegendarios. El problema es que las declaraciones de Francisco posiblemente dejen sin respaldo a párroco responsable porque entre las declaraciones aereas y los escritos bergoglianos se ha eliminado el recurso de apelar a «mi Religión me lo prohibe»
Vale, pues ya que volvéis otra vez a desviar la atención para dar bazas a los malos, sabed al menos que en español toda la vida se ha dicho «leyendanegrista»; y no ese ridículo neologismo de *negrolegendario, por favor…
Anoche en el programa de Radio Maria, Hoy no es una semana cualquiera, que lleva el historiador Luis Antequera y su esposa Mariate Aragonés, que recomiendo encarecidamente, afirmó que la inquisición se instaló en América y en la Nueva España, y en 300 años solo se aplicó la pena de muerte a unos piratas ingleses, a unos protestantes espías de la misma nacionalidad y algún caso de brujería y de delitos menores. Entre los encausados no hubo ni un indígena. Tampoco hubo casos de herejía por que todo el mueblo mexicano se hizo católico, gracias a la labor misionera y al Virgen de Guadalupe. Por desgracia hoy mandan los masones que inoculan el veneno de la leyenda negra.
Efectivamente, el veneno de la leyenda negra siempre está dispuesto para ser comprado por liberales moderados, esos niños buenos que van a misa de 12 con el ABC en el sobaco, lectores ávidos de terceras de Anson.
Así es Don Cruz.
Extraordinario aporte el suyo.
Te reclaman del panteón 127-B. Parece que llevas unos meses de retraso en el calendario: la representación del Tenorio no era hoy. Entiendo que en ese valle todos los días parecen iguales…
Gracias por la imprescindible aclaración del motivo por el que se dice «leyendanegrista». Quedó profundamente reconfortado.
Te encierro dentro del nicho en el momento que quieras, imagino que en lugar de la Virgen del Carmen querrás un bajorrelieve de Roussesu, Robespierre o tal vez Leonor disfrazada de cadete.
Esa derechuza liberal anglosionista se nos viene arriba.
Fantasma. Aquí el único que ha hecho algo efectivo contra la leyenda negra del Santo Oficio he sido yo, refutando encima a un judío: el padre de Netanyahu. «Las razones de la Inquisición española. Una respuesta a la Leyenda Negra», Almuzara, 2009; 348 páginas. Todavía lo veo en el escaparate de alguna librería céntrica.
¿Y tú: «dónde estabas entonces», como dice la canción…?
¿Donde estabas tú? No me vayas a decir ahora que eres Miguel Ángel Olmo. Y si lo eres ¿Por qué te picas cuando se corrige a quienes atacan al Santo Oficio? Si has venido a hablar de tu libro, descansa. Ya lo tengo.
Excelente comentario Don Vidal.
Complementa magníficamente el de otros comentadores.
CDC, canon 893.
«§ 1. Para que alguien pueda ser padrino, es necesario que cumpla las condiciones expresadas en el c. 874».
Canon 874:
…
«3 sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el santísimo sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir…».
Luego: «Si dicen que dizan, mientras que no hazan».
El cardenal Ratzinger, antes de ser papa, lo dijo bien claro: «antes los que caían en la herejía o negaban parte de la fe, se iban de la Iglesia; ahora, no sólo es que se quedan dentro, sino que pretender ser ellos los que tienen la verdadera fe».
Cansa este recurso repetido a la Inquisición para defenderse mal de la persecución anticatólica.
Las Inquisiciones, porque fueron varias, fueron beneméritas instituciones de defensa de la unidad católica. Muy cuidadosas en sus procedimientos, salvo errores humanos de los que nada ni nadie se libra en este mundo.
En concreto, la Inquisición española salvó a la monarquía hispánica de las guerras religiosas que asolaron otras tierras cristianas.
Y ahora usted con la «Monarquía hispánica»… Cíteme un solo documento o testimonio de la Historia donde aparezca esa expresión-trampa, inventada por separatistas y progres para evitar decir España cuando se refieren a nuestro pasado…
En parte lleva usted razón, Lector, la denominación exacta y muy usada fue la de Monarquía Católica, no Monarquía Hispánica (que es creación de historiadores).
Aunque ambas sirvan para referirse a aquella gloriosa realidad política, la Monarquía Católica o Hispánica, extendida no sólo por las Españas peninsulares, insulares y ultramarinas, sino también por tierras que hoy nadie tiene por españolas: los virreinatos italianos de Nápoles, Sicilia y Cerdeña, el ducado de Milán, Flandes, el Franco-condado (¡qué gran nombre!).
Estoy de acuerdo, Urbel, pero lo que ha molestado realmente no es su expresión de «Monarquía Hispánica», como tampoco molestó la de Gastón «negrolegendario». Lo que de verdad molesta al neocón es la defensa de la verdad en relación con el Santo Oficio.
Fantasma. Aquí el único que ha hecho algo efectivo contra la leyenda negra del Santo Oficio he sido yo, refutando encima a un judío: el padre de Netanyahu. «Las razones de la Inquisición española. Una respuesta a la Leyenda Negra», Almuzara, 2009; 348 páginas. Todavía lo veo en el escaparate de alguna librería céntrica.
¿Y tú: «dónde estabas entonces», como dice la canción…?
Que sí, que ya tengo su libro. Felicidades por su aportación.
Ave Maria, purissima!
Aurora, gracias por tu artículo.
Sólo reparo en una frase tuya, con respecto a la pareja homosexual: «A mí personalmente me da igual que dos tipos hagan en su vida privada».
Sin embargo, no podemos permanecer indiferentes a que mantengan relaciones pecaminosas. Al menos, hemos de suplicar por su conversión -es una obra de misericordia. Si peligrara su vida biológica, nos preocuparíamos; con mayor razón si se trata de su relación con el Señor, y su salvación eterna.
Así es, don Octavio Alberto.
No nos debe de dar igual que el prójimo se revuelque en el lodazal del pecado ni que se condene para la eternidad.
El progresismo es un fraude.
La izquierda, parte de la mentira de que «todo lo nuevo es bueno y lo antiguo malo», asi todo lo que ellos traen seria bueno, y lo que defienden sus oponentes seria malo.
A los progres no les importa ni la Verdad ni el Bien, solo el uso politico de la palabra «progreso», asi engañan a la gente, y toman el poder para imponer su ideologia.
Que los mismo Catolicos usen la palabra «Inquisicion», como sinonimo de intolerancia, cuando eran Tribunales mucho mas garantistas que los Civiles, es una claudicación a la ideologia progre.
«El Espíritu Santo abandonará quizá este cuerpo social histórico, llamado Cristiandad, arrebatando consigo a la soledad más total a los suyos, dándoles dos alas de águila para volar al desierto. Y entonces la estructura temporal de la Iglesia existente será presa del Anticristo, fornicará con los reyes de la tierra -al menos una parte ostensible de ella, como pasó ya en su historia-, y la abominación de la desolación entrará en el lugar santo. “Cuando veáis la desolación abominable entrar adonde no debe, entonces ya es.”» P. Leonardo Castellani SJ Argentina. 1899 – 1981 ( » Cristo vuelve o no vuelve?» ) El problema está dentro de la Iglesia, por su genuflexion ante la cultura woke ,zurdo pobrista y villera que reside en la colina vaticana