La Fiscalía Provincial de Puno ha ordenado que el obispo de Puno, Jorge Carrión Pavlich, sea conducido por la fuerza pública para prestar declaración en una investigación que involucra al canciller y portavoz de la diócesis, Alex Aníbal Cano Arce, acusado de presunta venta ilícita de patrimonio religioso y malversación de fondos.
Según la disposición fiscal, Cano Arce, junto con cómplices aún no identificados, habría vendido clandestinamente objetos religiosos de la Iglesia católica, incluyendo cuadros de pintura cusqueña, cálices, copones y adornos de oro y plata, considerados bienes culturales. Estos objetos habrían sido trasladados desde diversas parroquias al Obispado de Puno para su venta, generando ganancias significativas.
Además, Cano Arce es señalado por disponer ilegalmente de terrenos pertenecientes a la Iglesia, como uno ubicado en el Barrio Chancharani de Puno, obteniendo ingresos económicos sin legitimidad. El obispo Carrión, aunque no está siendo investigado directamente, ha sido citado en múltiples ocasiones para brindar su testimonio, considerado clave para esclarecer los hechos. Sin embargo, su negativa a comparecer ha llevado a la Fiscalía a ordenar su traslado forzoso con apoyo de la Policía Nacional del Perú.
Este caso se agrava al conocerse que Alex Aníbal Cano Arce, además de sus funciones en la diócesis, es oficial de policía en activo y fue presentado por el Obispado de Puno como canónigo de la Catedral, lo que le habría permitido recibir dos sueldos distintos del Estado peruano, una práctica prohibida por la ley. Por ello, también enfrenta una investigación por presunto delito de peculado doloso.
En noviembre de 2024, InfoVaticana informó sobre estas denuncias, destacando la venta clandestina de objetos religiosos y la disposición indebida de terrenos eclesiásticos. Hasta la fecha, el Arzobispado de Puno no ha emitido declaraciones oficiales ni ha tomado medidas contra el investigado.
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Esto es alucinante.
Estamos sujetos a las leyes civiles justas. El Sr. Obispo se niega a colaborar con la misma, ya que se le llama no como imputado, sino para que aclare, dada su posición, lo que sabe o deja de saber.Si estuviese imputado, pues abogado, y dar la cara.
Yo he ido dos veces como testigo a dos juicios, y ni he dudado que era mi deber hacerlo.Apetecerme:nada.
Como desconozco la labor pastoral de este obispo, he ido a Internet, y durante la pandemia del Covid hacia hincapié en seguir las indicaciones de las autoridades políticas y sanitarias. Parece que para esto tiene otro baremo,dejando la imagen de la iglesia por los suelos, arrastrando la vilmente. Mi padre, hombre de uniforme, tenía claro que su conducta mancillaba al resto.
Entre la «entrepierna» y la «bolsa» Esto es realmente inaguantable.
Ven Señor Jesús!.
Canciller, canónigo y policía…
Los obispos se creen por encima de toda ley tanto civil como eclesiásitca. Son inmunes a todo
Pues deberían aprender de la Sagrada Familia. Empadronarse supuso un viaje muy duro, sobretodo para la Stsima Virgen. Y las leyes religiosas tampoco se las saltaban, el domingo pasado, fue la
Presentación del Niño, a ello se ciñaron, con la ofrenda correspondiente.
La noticia, no va en la línea que «hay que obedecer a Dios antes que a los hombres», incluso con el martirio. La noticia es que todos estamos sujetos a las leyes civiles.
Además el debe contribuir a que la verdad aflore, no a taponar, u obstaculizar la ley.
La imagen es deplorable. Debería recapacitar.