InfoVaticana ha tenido conocimiento de tres denuncias presentadas en el ámbito canónico por acoso sexual contra el Hermano Mayor de la Hermandad de Jesús el Pobre ante la archidiócesis de Madrid.
Este medio ha conversado con varias de las víctimas, cuyas identidades permanecen reservadas, que han narrado un extenso testimonio sobre los presuntos abusos sufridos por parte del Hermano Mayor, así como el trato recibido por diversos miembros de la Iglesia y la cofradía en su búsqueda de justicia.
Según el relato, los incidentes comenzaron en 2022, cuando se tuvo conocimiento de llamadas y conversaciones de índole sexual dirigidas a otros integrantes de la hermandad por parte del acusado, C. A. A lo largo de 2023, la situación escaló cuando una de las víctimas denunció haber sufrido acoso directamente, incluyendo tocamientos sin consentimiento.
A pesar de los intentos de la víctima por informar a diversas autoridades eclesiásticas, como el párroco de la hermandad y otros representantes de la Archidiócesis de Madrid, las respuestas fueron evasivas o inexistentes. Además, la víctima asegura haber sido objeto de amenazas y señalado públicamente en homilías.
Encubrimiento y falta de medidas cautelares
La falta de acción por parte de las autoridades diocesanas ha sido un tema recurrente en el testimonio. Según el relato, las víctimas han sido instadas a abandonar la hermandad o guardar silencio, mientras el acusado goza de respaldo por parte de algunos altos cargos eclesiásticos.
Una reunión con los comisarios responsables, Javier Lapastora y Eduardo Aranda, no logró avances significativos. Según la denuncia, se defendió al acusado y no se tomaron medidas cautelares para apartarlo de sus responsabilidades, a pesar de las pruebas presentadas.
Más víctimas y un clima de miedo
La denuncia también menciona a otras presuntas víctimas que han evitado declarar por temor a represalias, lo que refleja un clima de intimidación y complicidad. La influencia del acusado dentro del ámbito eclesiástico y su red de apoyo dentro de la hermandad han sido señaladas como factores que dificultan las investigaciones.
Las víctimas hacen un llamado a las autoridades eclesiásticas y a los fieles para que se esclarezcan los hechos y se garantice la justicia. “Nos mantenemos firmes en la verdad que hemos declarado y sufrido. Solicitamos que se investigue a fondo y que no se desampare a las víctimas”, expresó una de ellas.
Alguna de estas víctimas ha acabado acudiendo a Repara, el organismo de la archidiócesis de Madrid que atiende y acompaña a personas víctimas de abusos sexuales.
Respuesta de la archidiócesis de Madrid
Este medio se ha puesto en contacto con la archidiócesis de Madrid para recabar su versión de los hechos. Desde el arzobispado madrileño señalan a InfoVaticana que han hecho dos investigaciones canónicas contra el acusado pero que quedaron archivadas por falta de pruebas. Los denunciantes califican esas investigaciones de «chapuceras» ya que algunas de las denuncias presentadas se «perdieron» durante el proceso.
Un proceso que parece no haber contado con todas las garantías ya que el encargado de realizar la investigación ha asido el Canciller de la archidiócesis de Madrid, Eduardo Aranda. Él y Javier Lapastora fueron los responsables de la Hermandad cuando estuvo comisariada por el arzobispado por lo que hay sospechas de una relación muy próxima entre Aranda y el denunciado. Las víctimas también critican que el pasado mes de octubre el cardenal José Cobo confirmara a C. A como presidente de la Hermandad de Jesús el Pobre a pesar de las denuncias que existen contra él.
Desde la archidiócesis de Madrid remarcan a este medio que el arzobispo José Cobo paralizó su nombramiento hasta que finalizó la investigación. De todos modos, aunque la investigación canónica ha concluido y se ha archivado por falta de pruebas, InfoVaticana ha tenido acceso a algunos de los mensajes de índole sexual enviados por el Hermano Mayor de Jesús El Pobre a otros miembros de la Hermandad por lo que resulta también sorprendente que el cardenal Cobo avale a un candidato con una vida que dista mucho de lo que enseña y predica la Iglesia.