La Conferencia Episcopal Ecuatoriana ha manifestado su firme y absoluto rechazo a la reciente decisión de la Corte Constitucional en el denominado “Caso Salinas”.
Esta sentencia, que permite la promoción de la transición de género en niños desde los cinco años dentro del sistema educativo, es calificada como un “grave atropello” contra la integridad y derechos de los menores.
En su comunicado, los Obispos ecuatorianos señalan que la decisión judicial desconoce la realidad biológica, social y psicológica de los niños, mientras impone lo que consideran una “ideología de género”. A su juicio, la sentencia representa un nuevo paso en la imposición de una agenda “deshumanizadora”, en abierta contradicción con los valores constitucionales y el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus principios éticos y científicos.
El comunicado denuncia la falta de consideración por parte de la Corte hacia aspectos fundamentales como la inmadurez de los niños para tomar decisiones irreversibles, el riesgo de diagnósticos erróneos, y el alto porcentaje de desistimiento entre menores con disforia de género al llegar a la pubertad. Además, alerta sobre los efectos sociales de permitir cambios de género legales en menores, con posibles repercusiones en áreas como el deporte y la convivencia social.
La Conferencia Episcopal de Ecuador también destaca los votos salvados de los jueces Teresa Nuques, Carmen Corral y Enrique Herrería, quienes han cuestionado los fundamentos de la sentencia y señalado que esta adopta posturas ideológicas sin sopesar las consecuencias para los menores.
De cara a futuros casos como el Nro. 1313-19-JP, que podría permitir tratamientos médicos irreversibles en niños y adolescentes, la Iglesia reitera su llamado a la sociedad ecuatoriana y al Gobierno Nacional a proteger a la niñez. Pide medidas urgentes para garantizar que los padres conserven su derecho a formar a sus hijos según sus valores, y llama a las familias a resistir lo que describen como una “imposición ideológica contraria a la dignidad humana”.
Finalmente, el episcopado ecuatoriano asegura que las instituciones educativas católicas continuarán promoviendo una educación humanista e inclusiva, respetando los derechos de los padres y defendiendo los principios consagrados en la Constitución.
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Gracias obispos ecuatorianos por no callar y por haber argumentado muy bien su defensa de estos niños, con mucho sentido común y espíritu cristiano.
Desde luego es de agradecer.