Los Ordinarios Católicos de Tierra Santa han expresado su apoyo al reciente anuncio de alto el fuego en Gaza, destacando su esperanza de que esta medida marque un punto de inflexión hacia la paz y la reconciliación en la región.
En una declaración oficial, los líderes religiosos subrayaron la importancia de este cese de hostilidades para detener la violencia que ha causado «un sufrimiento incalculable» a miles de familias.
El comunicado saluda los objetivos principales del acuerdo: poner fin a la destrucción, facilitar el regreso de los rehenes israelíes y lograr la liberación de los prisioneros palestinos. Sin embargo, los Ordinarios advierten que el fin de la guerra no debe confundirse con el fin del conflicto. «Es necesario abordar las raíces profundas de este prolongado enfrentamiento de manera seria y creíble», señalaron.
Un llamado a soluciones justas y paz sostenible
En su mensaje, los líderes católicos instaron a las partes implicadas y a la comunidad internacional a buscar soluciones justas que aborden las causas fundamentales del conflicto. «La paz auténtica y duradera sólo puede lograrse mediante un proceso que fomente la confianza mutua, supere el miedo al otro y rechace la violencia como herramienta política», afirmaron.
A medida que la tregua abre un momento de calma, los Ordinarios expresaron su deseo de que las familias afectadas encuentren consuelo y puedan reconstruir sus vidas. También destacaron la importancia de aprovechar esta oportunidad para promover el diálogo, el entendimiento mutuo y una educación orientada hacia la reconciliación.
El comunicado también expresó una profunda esperanza de que el alto el fuego marque el inicio de un camino hacia la unidad y la curación. «Esperamos con impaciencia el regreso de los peregrinos a los Lugares Santos, que están destinados a ser espacios de oración y paz», indicaron, añadiendo que la seguridad y la alegría espiritual de los visitantes son fundamentales para restaurar la normalidad en la región.
Un llamado a los líderes políticos
Finalmente, los Ordinarios hicieron un llamado a los líderes políticos y a la comunidad internacional para que desarrollen una visión clara y justa para la posguerra. Subrayaron que la dignidad, la seguridad y la libertad de todas las personas son requisitos indispensables para una paz verdadera y duradera. «Instamos a todas las partes a implementar de buena fe las medidas acordadas y a negociar las fases futuras del acuerdo», concluyeron.
Con un espíritu de esperanza renovada y a las puertas del Año Jubilar dedicado a la esperanza, los Ordinarios Católicos de Tierra Santa pidieron la bendición del Señor para que guíe a la región hacia la paz, la reconciliación y la curación. «Que este alto el fuego sea un signo de la fidelidad de Dios y un primer paso hacia un futuro de justicia y paz para todos».
A pesar de este comunicado, las informaciones en las últimas horas apuntan a que el acuerdo está todavía en el aire mientras siguen los ataques de Israel en Gaza.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
«La paz auténtica y duradera sólo puede lograrse mediante un proceso que fomente la confianza mutua, supere el miedo al otro y rechace la violencia como herramienta política».
Los lideres católicos que han escrito esto no tienen NPI.
El problema tiene 4.000 años y no tiene solución, salvo que todos se hagan cristianos, en cuyo caso se pelearían por otros motivos, pero podrían hacer las paces de vez en cuando.
Cuando Abraham expulsa a la esclava respondona, Agar, y a su hijo Ismael [padre espiritual de los musulmanes, que mantienen que siempre fue el primogénito y que la Biblia miente; de hecho, la fiesta del cordero conmemora el pasaje del sacrificio de Abraham con Ismael, no con Isaac), el ángel le dice a Abraham sobre Ismael: “Será un onagro humano. Su mano contra todos, y la mano de todos contra él; y enfrente de todos sus hermanos plantará su tienda».
Por si éramos pocos, parió la abuela: Dios da en herencia perpetua esa tierra a Israel, y los musulmanes, tal y como dice la propia «Carta Fundacional de Hamas», dicen que cuando el Islam conquista una tierra pertenece ya para siempre y por todas las edades a los musulmanes.
¡Lo dicho, NPI!
Sobre la solución, que sería la conversión a Cristo de judíos y musulmanes, no van a decir ni «mu» los líderes católicos, obviamente.