La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) ha aclarado que las normas sobre la no admisión de personas homosexuales al sacerdocio permanecen inalteradas.
Según el medio italiano Avvenire, las directrices publicadas recientemente, contenidas en el documento titulado Directrices y normas para los Seminarios, han suscitado confusión en algunos sectores debido a lecturas parciales y descontextualizadas del párrafo 44, el cual aborda la homosexualidad en la formación sacerdotal.
El documento del CEI, publicado el pasado jueves, confirma lo establecido en el número 199 de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis emitida en 2016 por la Congregación para el Clero. Este texto reafirma que no se puede admitir al seminario ni a las sagradas órdenes a personas que practiquen la homosexualidad, que presenten tendencias homosexuales profundamente arraigadas o que promuevan la llamada “cultura gay”. Según la CEI, estas situaciones dificultan gravemente una correcta relación con hombres y mujeres en el contexto del sacerdocio.
La aclaración se hizo necesaria debido a que algunos medios interpretaron de forma errónea una parte del párrafo 44, que se refiere al objetivo de la formación afectivo-sexual de los seminaristas. En este apartado, el documento subraya que la castidad en el celibato debe ser asumida como una elección libre y responsable, una virtud entendida como libertad de posesión. Esta interpretación llevó a algunos a pensar que podría haber una apertura hacia la ordenación de candidatos homosexuales siempre que se comprometieran a vivir en castidad, algo desmentido categóricamente por el obispo de Fiesole, Stefano Manetti, presidente de la Comisión Episcopal para el Clero y la Vida Consagrada.
Manetti destacó que las normas del Magisterio no han cambiado y que el documento subraya una atención renovada hacia el discernimiento, especialmente en los primeros años de formación. Este enfoque busca ayudar a los candidatos a profundizar en su autoconocimiento, integrando todos los aspectos de su personalidad, incluida su orientación afectivo-sexual. Sin embargo, subrayó que el acompañamiento individual no implica una modificación de las normas sobre la admisión al sacerdocio.
El documento del CEI también insta a los formadores a no reducir el discernimiento únicamente a las tendencias homosexuales, sino a considerar la globalidad de la personalidad de los candidatos. La atención al autoconocimiento y a la formación afectiva es una prioridad tanto para candidatos homosexuales como heterosexuales, subrayó Manetti.
De esta forma, la CEI enfatiza que las normas vigentes siguen siendo las mismas establecidas por la Iglesia en 2005 y reafirmadas en 2016, mientras que el nuevo documento pone el foco en un acompañamiento integral y personalizado de los seminaristas.
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Que bien y por cierto que hagan una buena seleccion de los candidatos y su perfil sicologico y prohiban tambien a los perversos narcisistas, sicopatas , manipuladores , todos ellos buscan altos puestos , liderar y desde alli manipular y pervertir. Son toxicos , vanidosos, sedientos de poder y llamar la atencion. Al final se comportan de manera sectaria y dictatorial.
Vaya que de cuantos de estos esta llena ahorita la iglesia desde la cupula para abajo.