El Papa reitera desde Córcega que en 55 años de sacerdocio nunca ha negado una absolución en la confesión

El Papa Francisco en Córcega El Papa Francisco en Córcega
|

El Papa Francisco realizó este domingo un Viaje Apostólico a Ajaccio, Córcega, en el marco del Congreso “La religiosidad popular en el Mediterráneo”.

En la clausura del Congreso sobre la religiosidad popular, celebrado en el Palacio de Congresos de Ajaccio, el Papa destacó la riqueza espiritual y cultural de las prácticas religiosas tradicionales en el Mediterráneo. «La piedad popular no es una superstición; es una expresión viva de la fe que enriquece la cultura y la historia de los pueblos», afirmó.

Francisco recordó que estas formas de devoción han sido, a lo largo de los siglos, un puente entre la fe y la cultura, y subrayó su capacidad para involucrar incluso a quienes están alejados de la práctica religiosa. «En la piedad popular puede percibirse cómo la fe se encarna en la cultura y se transmite de generación en generación», explicó, citando la exhortación Evangelii gaudium.

«Debemos estar alertas para que la piedad popular no sea utilizada o instrumentalizada por grupos que pretenden fortalecer su propia identidad de manera polémica, alimentando particularismos, antagonismos y posturas o actitudes excluyentes», añadió.

El Papa advirtió, sin embargo, sobre los riesgos de manipular estas prácticas con fines políticos o excluyentes, y pidió a los pastores discernir con cuidado para que la piedad popular siga siendo un espacio de encuentro, unidad y evangelización. «Cuando la piedad popular une corazones y amalgama comunidades, se convierte en un verdadero motor de transformación social», concluyó.

El cuidado personal y comunitario en la vida consagrada

Posteriormente, en un encuentro celebrado en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, el Papa se dirigió a obispos, sacerdotes, religiosas y seminaristas, agradeciéndoles por su vocación y compromiso pastoral. «La vida consagrada no es un ‘sí’ pronunciado una vez y para siempre; requiere un cuidado diario de la relación con el Señor y con la comunidad», subrayó.

El Pontífice destacó la importancia de mantener una vida de oración constante y de cuidar tanto el bienestar espiritual como el físico. «El ministerio pastoral cansa, pero es vital reservar momentos para la oración, el descanso y la reflexión personal», afirmó. Además, llamó a evitar la «mundanidad espiritual» y a luchar contra la tentación de la vanidad, que describió como «un vicio feo, con mal olor».

Francisco también insistió en la importancia de la fraternidad entre los miembros de la Iglesia, recordando que el trabajo conjunto y el apoyo mutuo son esenciales para enfrentar los desafíos de la misión cristiana. En este sentido, animó a los sacerdotes a compartir no solo sus preocupaciones, sino también sus alegrías, evitando caer en actitudes pesimistas o envidiosas. «Pasemos del ‘Libro de las lamentaciones’ al ‘Cantar de los cantares’, compartiendo la alegría de ser discípulos de Cristo», exhortó.

El Papa hizo un llamado especial a practicar siempre la misericordia, especialmente en el sacramento de la Reconciliación. «Perdonen siempre, perdonen todo, como nos enseñó Jesús», dijo, recordando experiencias personales en las que la compasión pastoral ha tenido un impacto transformador en la vida de los fieles. Francisco volvió a repetir que en 55 años de sacerdocio que ha cumplido esta semana, nunca ha negado una absolución.

Adviento: tiempo de espera gozosa y preparación espiritual

Durante la misa celebrada en la Plaza de Austerlitz, el Santo Padre invitó a los fieles a reflexionar sobre la pregunta que las multitudes hicieron a Juan el Bautista: «¿Qué debemos hacer?». En el contexto del Adviento, animó a los presentes a preparar sus corazones para la llegada del Señor con humildad y confianza.

Francisco distinguió entre dos formas de espera: la desconfiada y la gozosa. La primera, explicó, está marcada por la ansiedad y el egocentrismo, y aleja a las personas de la verdadera esperanza. En cambio, la espera gozosa se basa en la confianza en Dios y en su salvación. «El Señor viene a habitar entre nosotros, y su presencia es motivo de alegría, porque Él puede redimir nuestras vidas y transformar nuestras tristezas en esperanza», afirmó.

El Papa señaló que el consumismo desenfrenado, especialmente visible durante estas fechas, distrae a las personas del verdadero significado de la Navidad. «Quien vive para sí mismo nunca será feliz; la verdadera alegría se encuentra en el dar, en el compartir y en el servicio a los demás», dijo.

Asimismo, Francisco destacó el papel de la piedad popular en la preparación espiritual. Mencionó prácticas como el rezo del Rosario y las actividades de las cofradías, que fortalecen la fe y promueven la solidaridad comunitaria. «La venida del Señor es una fiesta llena de futuro; en compañía de Jesús descubrimos la verdadera alegría de vivir», afirmó.

Un llamado a la paz y a la solidaridad

El Papa concluyó su visita con un sentido llamado a la paz en las regiones más afectadas por conflictos, como Tierra Santa, Ucrania y el Mediterráneo. «La guerra siempre es una derrota; recemos por la paz y trabajemos para construirla en nuestras comunidades», instó.

En este contexto, subrayó la importancia de cuidar de los más vulnerables, especialmente los ancianos y los niños. Francisco destacó que los mayores representan la sabiduría de los pueblos y lamentó que muchos sean abandonados por sus familias. «Cuiden de los ancianos, escúchenlos; ellos son la memoria viva de nuestras comunidades», pidió.

También tuvo palabras de aliento para las familias corsas, felicitándolas por su apertura a la vida. «Nunca he visto tantos niños como aquí; ellos son vuestra gloria y alegría», expresó, animando a los padres a seguir transmitiendo la fe y los valores cristianos a las nuevas generaciones.

El Papa Francisco cerró su visita apostólica con un mensaje de esperanza y reconciliación. «Cristo está presente en toda tribulación; Él es la fuente de nuestra alegría y camina con nosotros*, afirmó, recordando que la fe en el Señor transforma las vidas y une a las comunidades.

El Pontífice animó a los corsos a seguir cultivando su rica tradición de piedad popular y a trabajar juntos por el bien común, manteniendo un diálogo constante entre la Iglesia y las instituciones civiles. «Que María, Madre de la Iglesia, los acompañe en su camino de fe y compromiso social», concluyó, dejando un mensaje que resonará profundamente en los corazones de los fieles de esta histórica isla del Mediterráneo.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
32 comentarios en “El Papa reitera desde Córcega que en 55 años de sacerdocio nunca ha negado una absolución en la confesión
  1. A nadie le extraña nada de lo que blasone este mediocre porteño, al que encaramaron al Solio Pontificio por creer únicamente en su –éste sí– inconmensurable ego.

    1. Francisco se contradice, pues por un lado nos dice a los sacerdotes «Perdonen siempre, perdonen todo, como nos enseñó Jesús», lo cual está muy bien (suponiendo que se den las condiciones requeridas tales como arrepentimiento, propósito de enmienda, etc), pero por otro lado, mantiene diversas restricciones que nos impiden a los confesores absolver ciertos pecados que la normativa de la Iglesia mantiene como reservados.
      Lo que debería hacer Francisco, es liberar todos los pecados, eliminando las restricciones, para que entonces podamos absolverlo todo. Mientras no lo haga, su discurso está vacío y no sirve para nada.

      1. La Iglesia hace muy bien en reservar la absolución de ciertos pecados al Obispo,por ejemplo el aborto,por la gravedad que entraña.
        Igual que la mujer empleó su tiempo en buscar la clínica, pagar para pasar por el procedimiento ( asesinato),que haga el mismo trabajo para ir a buscar al Obispo,que no se va a morir.
        Así también queda manifiesto para todo el pueblo de Dios la absoluta gravedad de este gravísimo pecado.

        1. «La Iglesia hace muy bien en reservar la absolución de ciertos pecados al Obispo,por ejemplo el aborto»

          Eso ya lo eliminó Francisco hace 8 años, en «Misericordia et misera». Ahora puede absolverlo cualquier confesor. No importa si la penitente cada mes o dos meses confiesa un nuevo aborto. No sería de extrañar que cualquier día también conceda la impartición de la absolución de las abortistas a una seglar laica sinodal, aprovechando las rebajas.

          1. No, Probe Migue: simplemente que usted no entiende los comentarios (como siempre) por falta de estudios. Ni Sacerdote Católico ha mencionado el crimen del aborto, ni ese era el único pecado reservado. Siguen quedando varios.

    2. «¡Jajajajajá! ¡Soy la pesadilla de todos ustedes de la que no despertarán jamás! ¡Soy peor que Freddie Kruegger!
      Cuanto más me zambullo en las termas del Averno, peor soy.»

  2. En cuanto a las conclusiones de Francisco,Cristo no exime a este tipo de sacerdote que absuelve todo.
    Los llama guias ciegos y por otro lado agrega que ni entran ellos al Reino de los Cielos,ni dejan entrar a los demás.
    Conclusión, se condena el que «absuelve» y el » absuelto»,cuando la absolución no era lícita.

  3. Este buen hombre tiene un LÍO en la cabeza tremendo.
    Por eso le gusta que hagan lío.
    Cuánto daño está haciendo. No creo que lo haga con mala intención.

    1. «No creo que lo haga con mala intención»

      Cuando le corrigen y, tras hacer una pedorreta, sigue haciéndolo ¿También es «con buena intención»? Porque ahí ya no puede alegar ignorancia. Uno se equivoca una sola vez; a la segunda (y posteriores) ya no es un error, sino una decisión.

      1. ¿Quién puede corregir a un Papa? ¿En base a qué autoridad puede apelar?.

        La Iglesia católica es jerárquica y por encima del Papa no hay nadie.

        Siguen las dubias sin contestarse y no ha pasado nada, porque no se puede hacer nada, el Papa sigue siendo la máxima autoridad en la Iglesia.

        1. ¿Quién puede corregir a un Papa?

          Cualquiera, naturalmente. Usted debe de estar confundiéndose con que no se le puede juzgar, lo cual es lógico, pues él tiene la máxima potestad judicial, legislativa y ejecutiva. La del Vaticano es la única monarquía absoluta que queda en Europa.

          «¿En base a qué autoridad puede apelar?»

          Apelar ¿quién? ¿El que, ejerciendo una de las obras de misericordia, corrije sus yerros? A la verdad, a las Sagradas Escrituras y a la doctrina de la Iglesia, que Francisco puede aceptar o rechazar, persistiendo pertinazmente en el error. Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia, le da todos los detalles en la Suma Teológica, si quiere ampliar conocimientos.

          «Siguen las dubias sin contestarse y no ha pasado nada»

          Claro que ha pasado: millones de fieles engañados, comuniones sacrílegas a porrillo, el descrédito absoluto del pontificado, la más que probable perdida de almas… ¡Casi nada!

  4. Sin las condiciones requeridas (dolor de los pecados, propósito de enmienda, confesión de los pecados, cumplir la penitencia y reparación del daño) aunque el sacerdote otorgue la absolución, el Sacramento es inválido.

  5. Bergoglio habla como si fuera él mismo el que perdonara… el humano como «centro» y el ego desmedido, típico masón (y no católico, obviamente).

    1. Cuánta razón tiene, Aliseya! Las palabras del Papa lo muestran como dispensador del perdón de una manera totalmente personal, y no «in persona Christi»… Y perdón demagógico, sin condiciones, cosa totalmente distinta del perdón de Cristo, que exige arrepentimiento y propósito sincero de enmienda

  6. ¿ Cómo, en la confesion perdona a todos ? pero en la vida publica , expulsa sacerdotes , cardenales , obispos o los excomulga por corregirle ,por señalarle errores doctrinales o simplemente por no ser liberales, progres ni modernistas.
    Vaya incongruencia.

  7. Como si llevase no 55 años sino 550, el sacramento de la Confesión sigue siendo lo que es, y su validez está tasada por revelación divina. La absolución dada en ausencia de los requisitos no es válida, sea del Papa o del último sacerdote de la Pampa.

  8. Lo que dice Bergoglio es contrario a la práctica de la Iglesia a lo largo de los siglos. Además, las normas para la absolución de pecados mortales está establecida por el Concilio de Trento. así que Bergoglio se equivoca y comete un pecado grave al oponerse la doctrina definida dogmáticamente por el Concilio de Trento. Es peor porque urge a los sacerdotes a cometer el mismo pecado. Cualquier sacerdote ha de saber lo que significa «anathema sit» al final de una definición dogmática. Si él quiere cometer un pecado grave, allá él, pero yo en ningún caso sigo sus disparates.

    1. Guimemo, se puede y se debe negar si el sacerdote confesor aprecia que no concurre disposición del pecador a una confesión completa, con arrepentimiento y propósito de enmienda.

      Con respecto a la comunión, el canon 915 del Código de Derecho Canónico no deja lugar a dudas: «No deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave”.

      ¿Qué es con lo que comulgan en su secta legetebera? Mera curiosidad por conocer la variante satánica de su grupito, nada más.

        1. No insista, Gay MostrencoPF, que son lentejas:

          La absolución se le niega: 1) a quien no es católico (su caso), y 2) a quien no se arrepiente de todos y cada uno de sus pecados ni tiene propósito de no volver a cometerlos (también su caso). Si recibe la absolución sin cumplir esos requisitos, engañará al cura o a sí mismo, pero no se le perdona ningún pecado y añade el de sacrilegio.

          Y la Comunión se le debe negar 1) a quien no es católico (su caso), 2) a los pecadores públicos y/o que promueven pecados (también su caso). Si esa persona se acerca a comulgar, come y bebe su propia condenación.

        2. Guimemo, misma ocurrencia, mismo argumento de refutación. Se puede y se debe negar si el sacerdote confesor aprecia que no concurre disposición del pecador a una confesión completa, con arrepentimiento y propósito de enmienda.

          Con respecto a la comunión, el canon 915 del Código de Derecho Canónico no deja lugar a dudas: «No deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave”.

          1. Bueno, pues tú nada más que te presentes un domingo en mi parroquia y le prohíbas a nuestro párroco darnos la Sagrada Comunión a mi legítimo y a mí. MADURA CO ÑO!

      1. ¡Claro que no! ¿No conoce aún al troll anticatólico Gay MostrencoPF? Va usted a herir su inmenso ego (no tan inmenso como su incultura o como la faja que usa, pero casi).

        1. El tuyo, tu ego, está herido y malherido desde que tienes que aguantar a CATÓLICOS como yo y COMULGANTES como yo.
          Y mi legítimo, por supuesto!

          Me encanta EL ODIO que me profesas, asq ueroso JAJAJAJAJAA Te lleva de cabeza al mismo sitio al que condenas a los demás, Y LO SABES.
          TE JO DES.

          1. «aguantar a católicos como yo»

            ¡Pero si usted no es católico, Gay MostrencoPF! Y como troll anticatólico es un completo incompetente: viene a provocar y a que los católicos pequen… y de lo que pecan es de pacientes aguantando sus chorradas, que lo único que provocan es bostezos o chufla.

          2. Que me parece muy bien que me desbautices, ¿acaso te crees que porque tú digas que tú eres «católico» me voy a acomplejar yo por no ser una M I E R D A parecida? Al contrario, yo sí que doy gracias a Dios por no ser como ese fariseo asq ueroso, es decir tú.

            Te lo repito, y ya te llevaron los demonios cuando te lo dije una vez: de momento SOY católico pero me daría exactamente igual no serlo, y tú solo reza por que siga sin conocer en la vida real a mostrencos como tú, que entonces verás tú lo que me dura el catolicismo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles