Monseñor José Luis Azcona, obispo emérito de la Prelatura de Marajó en Brasil, ha fallecido este miércoles pasado 20 de noviembre, a la edad de 84 años.
Al obispo de origen navarro que ingresó en la Orden de los Agustinos, se le diagnosticó en junio de este año un cáncer de páncreas y estaba internado en cuidados paliativos en el hospital Porto Dias, en Belém desde el 28 de octubre. El fallecimiento fue anunciado por la prelatura de Marajó en sus redes sociales.
El texto publicado está firmado por el obispo de la prelatura, José Ionilton Lisboa de Oliveira, y por el canciller, padre Raimundo Rafael de Souza Guedes. “En este momento, nuestra Prelatura de Marajó, de luto, alaba a Dios por la vida y ministerio de nuestro obispo emérito y pide al Señor Buen Pastor que lo acoja en su misericordia y le conceda el descanso eterno”, expresa el comunicado.
La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) también expresó sus condolencias en una nota. El texto firmado por la presidencia del episcopado brasileño recuerda que “el hermano en el episcopado dedicó incansablemente su vida a la lucha contra la trata de personas” y “se convirtió para nosotros en un faro y una referencia en la lucha contra la explotación de niños y adolescentes”.
“Dom Azcona nos deja un legado de amor, sabiduría y compasión por los más pequeños, un testimonio que seguirá inspirando a todos en la Iglesia en Brasil. Que Dios consuele a todos los que lo extrañarán y que su memoria siga iluminando nuestros caminos”, concluye la nota.
La comunidad de Agustinos recoletos también ha confirmado la noticia de su fallecimiento y aseguran en un comunicado que José Luis Azcona «deja un vacío en ella difícil de llenar y una huella imborrable en la Iglesia, a la que sirvió, de manera destacada y comprometida, en la misión pastoral y en defensa de los derechos humanos que desarrolló en la Amazonía brasileña».
Durante su misión, Mons. José Luis Azcona asumió riesgos e hizo frente a muchas amenazas debido a su postura valiente que mantuvo contra las injusticias. De hecho, su promoción de la justicia social y del cuidado del medio ambiente lo convirtió en un modelo de compromiso cristiano.
Uno de los momentos más dolorosos que le tocó vivir fue el pasado mes de diciembre cuando el nuncio apostólico en Brasil, Dom Giambattista Diquattro, pidió al obispo José Luis Azcona Hermoso que dejara de residir en el territorio de la prelatura de Marajó,
¿Quién fue José Luis Azcona?
Mons. José Luis Azcona nació en Pamplona (España) el 9 de marzo de 1940, pero vivió con su familia en el pueblo navarro de Dicastillo y cursó su educación secundaria en San Sebastián. Ingresó en la Orden de los Agustinos Recoletos y profesó el 22 de septiembre de 1961 en Monachil (Granada).
En la capital de esta provincia estudió Teología. Fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1963 en Roma. Siguió con posterioridad sus estudios de Teología Moral hasta conseguir, en 1965, el doctorado en el Instituto de Teología Moral de los Redentoristas (Alfonsiano) de la Universidad Lateranense de Roma.
Los cargos más destacados que desempeñó a lo largo de su carrera eclesiástica fueron, entre otros, los de prior provincial de la Provincia de Santo Tomás de Villanueva (1975-1981), vice-maestro de novicios en el Desierto de la Candelaria, Colombia (1982) y maestro de novicios en Los Negrales, Madrid (1983).
En 1985 marchó a la misión de Marajó, en Brasil. Dos años más tarde, concretamente el 5 de abril de 1987, fue ordenado obispo de la Prelatura de Marajó. En ella, lideró incansablemente las labores de evangelización y trabajó para proteger a las comunidades más vulnerables de la región. Destacó, asimismo, por su lucha contra la explotación humana, la trata de personas y los abusos a los que se enfrentaban los habitantes de la Amazonía.
Azcona participó en el Sínodo de la Amazonía en 2019 y alertó, además, sobre la ausencia de toda referencia al pecado de los pueblos indígenas en el documento de trabajo y defendió el celibato sacerdotal, además de advertir contra el escándalo y la idolatría provocados por el uso de imágenes de la Pachamama. En 2009, José Luis Azcona denunció casos de pedofilia y explotación sexual de niños y adolescentes en Marajó por parte de políticos y empresarios locales.
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